Algunas zonas del hemisferio norte están viviendo un verano 2024 especialmente caluroso. A menudo, en las ciudades no es fácil resguardarse del calor a menos que se disponga de acondicionadores de aire, que de todos modos tienen un alto impacto energético y medio ambiental.

Los que pueden, intentan escapar del calor veraniego visitando lugares de montaña o laderas con mejor circulación del aire, o visitando balnearios con mar, lagos, ríos y piscinas.

Este calor nos recordó una visita que hicimos a Irán a finales del verano de 2018 junto con nuestros amigos de Occitania y Castilla dentro de los encuentros del Mensaje de Silo en las Rutas de la Seda ( www.silo.net ).

En aquel magnifico viaje a Persia visitamos lugares inolvidables.

La moderna Teherán, con innumerables moreras blancas y negras, cuyos dulces frutos tanto gustan a sus habitantes.

La bella Kashan, oasis en el desierto de Qom, con jardines, fuentes, canales y rosas.

Ispahán, la antigua capital persa y su plaza central, una de las más bellas del mundo, de la que, tras un día observando sus geometrías arquitectónicas, uno se queda ebrio.

Shiraz, el vergel de Persia, nos lleva al jardín de los artistas, con largas hileras de granados y olor a romero.

Persépolis, encanto de columnas y espacios abiertos. A través de las blancas escalinatas, gentes de los cuatro rincones de Persia rindieron homenaje a Darío y admiraron su magnífica capital.

Por fin llegamos a la cuna del zoroastrismo, una de las ciudades más antiguas del mundo, perla de Mil y Una Noches: Yazd, la novia del desierto.

Situado en la zona desértica del corazón de Persia, el oasis de Yazd tiene un clima seco con altas temperaturas.

Desde la antigüedad, sus habitantes han ideado sistemas de ventilación natural llamados torres de viento. Estas permiten captar el aire en la superficie, dejarlo enfriarenfriarlo en los subterráneos y llevarlo a las habitaciones, a una temperatura agradable.

Las torres del de viento actúan como un climatizador natural y tienen un impacto cero sobre el medio ambiente.

Algunos amigos después de estas aventuras nos preguntan si viajar por Irán es seguro, cómo es la comida, cómo se viaja, donde puedes hospedarte, cómo son los iraníes.

Los persas, al menos los que hemos conocido, son herederos de una cultura multimilenaria, amables, elegantes, sensibles y con una estética refinada. Obviamente son culturas con raíces antiguas, tienen carácter propio y una fuerte identidad.

A veces evaluamos Irán en la superficie, sin nunca haberlo visitado, siguiendo la narrativa dominante que se limita a describir desde fuera los sistemas políticos, el índice de democracia y el respeto de los derechos humanos, cosas sin duda fundamentales.

Pero nos perdemos la gran profundidad, el espíritu de este pueblo, creador de verdaderos ciclones psicosociales. Aquí nacieron el mazdeísmo, el maniqueísmo, el mitraísmo, entre otros, movimientos que cambiaron la historia e influyeron en los cimientos de culturas no sólo occidentales.

Tras visitar el antiguo pueblo abandonado de Karanaq, regresamos a Yazd y subimos la colina hasta la cima de las Torres del Silencio, los lugares sagrados de sepultura zoroastrianos.

Allí, suspendidos en momentos de silencio interior, sentimos gratitud por estos pueblos, que tanto han dado a la humanidad.