“Aquí vive una abuelita”

Después de serpentear por las distintas calles de Caracas, empezamos a ver mucho más de cerca el montón de casitas que pueblan los cerros del 23. Llegamos a la entrada de lo que parece un barrio más. Sin embargo, la misma entrada, con su arco emblemático, nos anuncia ya que estamos frente a un mundo desconocido, lleno de posibilidades, otras y maneras distintas de comprender y construir una comunidad. Hemos llegado a la Comuna Socialista El Panal.

 

Nos esperan varixs de lxs líderes de la comuna, organizados en un colectivo vecinal llamado Fuerza Patriótica Alexis Vive, quienes nos acompañan a hacer un recorrido y nos explican, con mucho detalle, múltiples temas relacionados a la organización, los proyectos que construyen, los avances, así como también las dificultades y las estrategias para hacerles frente, sosteniéndose siempre en la apuesta por la Revolución Bolivariana.

Primero nos encontramos con un mural que, inspirado en La Última Cena, da cuenta de los personajes más importantes de la historia y del proceso de liberación e independencia venezolanos. Simón Bolívar, como su libertador, aparece en el centro de la obra y es palpable que sigue muy presente en la construcción de los sentidos políticos populares.

Conforme nos vamos adentrando en la comuna y en su cotidianidad, podemos ser testigxs de cómo muchas personas, trabajando como hormiguitas, le están haciendo mejoras al espacio de recreación, así como a las viviendas. En el punto central, donde tienen canchas de futbol sala, baloncesto y hasta voleibol, nos comentan acerca del trabajo que están realizando para poner en funcionamiento una piscina.

 

La idea es convertirla en otro espacio de esparcimiento, claro está, pero lo interesante de esta piscina es que durante la pandemia (que vino a recrudecer las dificultades ya de por sí inclementes a consecuencia de las sanciones económicas) tuvo la función de ser una pila de tilapias, con la cual se pudieron solventar en gran medida las necesidades alimentarias de la comuna. Recuerdo que me enterneció escuchar a una líder decir que cuando como comunidad tomaron la decisión de lanzar las tilapias a la piscina en realidad no sabían si eso iba a funcionar, era una apuesta, nuevamente. Y muy orgullosa nos dijo: “inventamos o erramos”, parafraseando a Simón Rodríguez, el maestro del libertador.

Por fin llegamos a un espacio que ha sido recuperado y embellecido por quienes viven ahí. Se trata de un pasillo, por entre las muchas casas, escaleras, ventanas, perros y gatos que circulan libremente, y el saludo de quienes curiosos se asoman para posar sus ojos sobre nosotrxs, desde las ventanas y las puertas de sus casas. Las casitas están pintadas de colores vivos, y algo que nos atrapó fue que la misma comunidad ha lanzado la iniciativa de colocar una placa en la entrada de cada casa, la cual dice “Aquí vive un…”, seguido de la profesión de quien la habita, esto con la idea de que cualquiera pueda reconocer a donde acudir en caso de necesitar la mano de un constructor o de una costurera. Mi placa favorita es una en la que puede leerse “aquí vive una abuelita”.

Mientras bajaba en uno de los vehículos de la comuna con rumbo a la estación del Metro pensaba en cuán fácil le resulta a los medios de comunicación hegemónicos el invisibilizar a esas peluqueras, manicuristas, carpinteros, tapiceros, cocineras… que con su voto sostienen a la Revolución Bolivariana. Por eso comparto estas líneas, en la seguridad de que de esto no se conoce nada en mi país.

Desde la Comuna Socialista El Panal. Barrio 23 de Enero, Caracas, Venezuela.

Testimonio de Gabriela Segura U.
Veedora Internacional durante las Elecciones Venezuela 2024
Colectivo de Comunicación LaKanaya – Costa Rica

Fotografías: Allan Barboza-Leitón
Colectivo de Comunicación LaKanaya – Costa Rica

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