La próxima semana los niños, niñas y jóvenes retornan a sus aulas para iniciar el año escolar 2024-2025 en escuelas y colegios del régimen Sierra-Amazonía. El país se pregunta ¿Cuántos acudirán?, ¿Cuántos quedarán afuera del sistema educativo? ¿Cuántos se fueron del país y no regresarán? En el año lectivo anterior 2023-2024, el Ministerio de Educación registró una caída de la matrícula de 55.316 estudiantes, más del 3,2%, si se considera que en el mes de junio se esperaba que cerca de 1,7 millones de estudiantes de este régimen finalizaran el año lectivo 2023-2024.
Esta caída coincide con la crisis de seguridad que enfrenta el Ecuador y con el incremento exponencial de la migración de niñas, niños y adolescentes, que arriesgan sus vida al migrar en condiciones peligrosas (Alianza por los DDHH de Ecuador, 2024), aunque en su momento la autoridad educativa explicó que esta situación se debe a que existen menos niños que ingresan al sistema educativo, porque hay un decrecimiento de la población (Primicias, 27/08/2024). Según el experto Jacques Ramírez, desde que inició la estampida migratoria en 2021, después de la pandemia, hasta la fecha, 415.000 ecuatorianos salieron y no volvieron, y cerca de 100.000 han migrado desde la declaratoria de conflicto armado interno a inicios del presente año (Radio Pichincha. 27/08/2024). Según datos recogidos por UNICEF (2024) de fuentes oficiales, en Educación, el 3,1% de niñas y niños entre 5 y 11 años, y el 3,2% de adolescentes entre 12 y 14 años se encontraban fuera del sistema educativo, agravándose significativamente esta situación de los adolescentes entre 15 y 17 años, que alcanzaba al “14,3%.
Estas y otras situaciones de la educación actual en el Ecuador fueron analizadas hoy en la mañana en el Conversatorio “Pedagogías críticas y Educación Popular”, convocado por la Universidad Politécnica Salesiana en Quito. En el diálogo se explicó que la Educación constituye un campo de confrontación de narrativas, donde las explicaciones del poder tienden a reducir la complejidad de la crisis actual a respuestas en el campo curricular y moral, con ausencia de diálogo y participación de los actores, muy alejadas de los complejos contextos socioeconómicos que viven los territorios, las instituciones educativas, sus docentes y familias. En estos días, justamente, el Ministerio de Educación ha lanzado al país una propuesta que denomina “Inserción curricular: Educación Cívica, Ética e Integridad, “como una medicina, como una vitamina para este momento de debilidad” (Ministerio de Educación, 2024), que permita enfrentar desafíos como “la corrupción” o el “desconocimiento de valores”.
En este momento que se ha iniciado la carrera electoral hacia 2025, donde el Presidente ofrece hasta legalizar el uso de la autodefensa frente a la inseguridad, Ecuador necesita un gran diálogo nacional sobre el lugar y sentido de la Educación. Mientras tanto, ¿Cuántos niños, niñas y jóvenes quedarán afuera del sistema educativo?