Países como Brasil, Grecia o Italia también han suministrado petróleo a Israel incluso después de la resolución de la Corte Internacional de Justicia del pasado enero. Los juristas denuncian que empresas y gobiernos corren el riesgo de ser cómplices de crímenes de guerra.
Por Pablo Elorduy/El salto diario
Un informe de Oil Change International ha puesto cifras a la provisión de petróleo que alimenta el genocidio en curso de Israel contra el pueblo palestino. Behind the Barrel: New Insights into the Countries and Companies Behind Israel’s Fuel Supply toma datos de la cadena de suministro reflejadas en Sinoimex Global Trade Monitor para un proporcionar un “recuento confiable de los volúmenes de petróleo crudo, productos petrolíferos intermedios y combustibles terminados entregados a Israel por mar desde la invasión de la Franja de Gaza el 27 de octubre de 2023”. Los datos pertenecen a marzo —son los últimos publicados— pero hay pocas dudas de que el suministro no ha sido interrumpido.
Países como Estados Unidos o Azerbaiyán han suministrado fuel a Israel, también las grandes multinacionales internacionales del petróleo han seguido proporcionando petróleo incluso después de que la Corte Internacional de Justicia dictaminara el 26 de enero de 2024 que los palestinos en Gaza tienen derechos en virtud de la Convención sobre el Genocidio.
Uno de cada tres litros de crudo suministrados a Israel ha llegado de las multinacionales Chevron (8%), BP (8%), ExxonMobil (6%), Shell (5%), Eni (4%) y TotalEnergies (5%).
En cuanto a países Azerbaiyán es el principal proveedor a través del oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan (BTC), cuya propiedad ostenta British Petroleum. En el caso de Estados Unidos, el crudo ha llegado en barcos cisterna como el el Overseas Santorini, cuyo fuel procede de la refinería Valero en Corpus Christi, Texas. En el caso de EE UU, se trata del único proveedor de combustible para aviones de uso militar a Israel.
Oil Change International señala también la responsabilidad de Brasil, país cuyo presidente se ha mostrado hostil al régimen de Benjamin Netanyahu: “Como importante proveedor de petróleo a Israel, el presidente brasileño Lula, que ha sido muy crítico con las acciones de Israel, tiene la oportunidad de ayudar a lograr un alto el fuego mediante la imposición de un embargo petrolero”. La realidad con los datos que provee el informe es que el crudo brasileño ha representado el 9% del suministro desde que comenzó la guerra. En abril, pasados dos meses de la resolución de la CIJ, Brasil envió un barco cisterna de fuel a Israel.
Otros proveedores son Nigeria, la República del Congo y, en Europa, Italia, Albania y Grecia. Este último país y Chipre están también implicados en la prestación de servicios de transbordo. Como señalan los expertos las corporaciones que suministran combustible para aviones y petróleo a Israel pueden estar brindando apoyo material al ejército, conscientes de sus previsibles efectos nocivos y, por lo tanto, corren el riesgo de ser cómplices de crímenes de guerra, genocidio y otros crímenes de derecho internacional.
«Cada día que Chevron, BP, Exxon, Shell, Eni y TotalEnergies suministran combustible a Israel, estas compañías se exponen a posibles acciones legales por su complicidad en actos genocidas contra civiles en Gaza”, resumió David Tong, director de campaña de la industria de Oil Change International.
Lorne Stockman, director de investigación de Oil Change International explica el significado de la investigación y el alcance de este suministro: “A pesar de la sentencia de la CIJ que condena la ocupación ilegal del territorio palestino, los países y las empresas siguen suministrando petróleo que alimenta la agresión militar de Israel. Esta complicidad continua revela un flagrante desprecio por el derecho internacional y los derechos humanos, ya que priorizan el lucro por sobre la justicia y la paz”.