Dirigiéndose mediante una carta a la comunidad universitaria, la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, se refirió al término del «acampe» a favor de Palestina que se realizó en la Casa Central de tal institución.
El “acampe” apuntaba a exigir el fin de los convenios con instituciones de Israel, empezando el 15 de mayo pasado y sosteniéndose por dos meses, con la participación de una dos mil personas.
En su carta, la rectora Devés destacó el diálogo con los manifestantes. Pese a ello, no se pudo llegar a un acuerdo de la manera en que la Universidad de Chile “debía abordar el problema”.
“A lo largo de este periodo, manifestamos reiteradas veces nuestro repudio a la masacre ocurrida en territorio palestino, así como al brutal ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre de 2023″, escribió Devés.
Agregando que, además, se sumaron al “llamado internacional de detener la enorme destrucción causada por las tropas israelíes, para llegar pronto a una solución pacífica y duradera”. “El rechazo a los incesantes ataques del ejército de Israel no debe confundirse con una cancelación de las comunidades universitarias de ese país”. Y siguió diciendo “ya que la cultura y la educación son espacios para el diálogo y el encuentro, y su clausura solo contribuye al enfrentamiento y la hostilidad”.
En ese sentido, señaló que “como parte de este proceso, estamos abocados a ampliar y profundizar los vínculos con las universidades palestinas, para fortalecer la colaboración y el trabajo conjunto en tiempos donde la solidaridad académica es fundamental”. “Por ello, nos hemos comunicado con una decena de universidades palestinas para expresar nuestro interés de fortalecer nuestros vínculos, y ya estamos estableciendo lazos con aquellas que han respondido muy positivamente a nuestra solicitud”, relató.
Para terminar, la Rectora Devés insistió que “el camino más efectivo para resolver las controversias siempre será el diálogo, donde las distintas posiciones sostenidas por personas y/o organizaciones al interior de la Universidad puedan encontrarse en un espacio respetuoso y reflexivo”.
“Las medidas de fuerza o los intentos de coacción, que vulneran la convivencia institucional y afectan gravemente la vida universitaria, nunca son aceptables”, cerró.