Patrice Lumumba fue uno de los líderes más influyentes en la lucha por la independencia del Congo Belga. Nació el 2 de julio de 1925 y fue el primer ministro de la hoy República Democrática del Congo después de que el país obtuvo su independencia de Bélgica el 30 de junio de 1960.
Lumumba fue conocido por su carisma, oratoria apasionada y firmeza en la lucha contra el colonialismo. En 1958, decepcionado por las escasas posibilidades de acción social que le permitían las autoridades coloniales belgas, tomó la decisión de orientarse hacia la lucha por la descolonización de actual República Democrática del Congo.
Así, fundó el Movimiento Nacional Congolés, partidario de crear un Estado independiente y laico, cuyas estructuras políticas unitarias ayudaran a superar las diferencias tribales creando un sentimiento nacional.
El movimiento se convirtió en el primer partido político de ámbito nacional. Al mismo tiempo, Lumumba se convirtió rápidamente en el principal líder político del país y, con el paso del tiempo, fue ganándose poco a poco el aprecio de otros líderes nacionalistas africanos, como Kwame Nkrumah, imponiéndose también a los restantes dirigentes autóctonos del Congo a partir de la Mesa Redonda de Bruselas, que preparó el camino a la independencia.
El 30 de junio de 1960 pronunció un discurso histórico contra el racismo y la discriminación sufrida en la época colonial, durante la ceremonia oficial que marcó el nacimiento de la República Democrática del Congo.
Al día siguiente, Lumumba forjó el primer gobierno nacional, con Joseph Kasavubu como presidente y él como primer ministro, y proclamó la independencia. Los empresarios belgas, viendo sus intereses económicos amenazados, promovieron a través de los jefes militares belgas la rebelión de algunas unidades del ejército. En la confusión, la provincia de Katanga, región donde se encuentran las principales reservas mineras, se declaró república independiente, bajo la dirección de Moise Thombe.
Con la excusa de proteger a su población, Bélgica envió tropas a Katanga en un intento de, mediante las armas, sostener el gobierno secesionista. Ante esta situación, el gobierno de Kinshasa recurrió a la Organización Naciones Unidas (ONU) para expulsar a los belgas y ayudar a restaurar el orden.
Las tropas belgas se negaron a evacuar, y continuaron apoyando la secesión de Katanga. Ante la negativa de la ONU a intervenir para acabar con la guerra katangueña, Lumumba solicitó ayuda a la Unión Soviética.
En agosto reunió a los principales líderes africanos en Kinshasa, pidiéndoles unificar fuerzas con el gobierno del Congo. Esto alarmó a los poderes occidentales, que presionaron al presidente Joseph Kasavubu para acabar con él. El 5 de septiembre de 1960 Lumumba fue destituido. Pocos días después, el 14 de ese mismo mes, el coronel Joseph Mobutu, jefe del ejército congolés, asumió provisionalmente el control político.
Patrice Lumumba fue asesinado el 17 de enero de 1961. Su muerte fue la culminación de dos planes de asesinato interrelacionados de los gobiernos estadounidense y belga, que utilizaron cómplices congoleños y un escuadrón de ejecución belga para llevarlo a cabo.
Lumumba es celebrado como un héroe nacional y un ícono de la resistencia anticolonial y antiimperialista. A casi cien años de su natalicio, continúa brillando como símbolo de la lucha todavía vigente por la independencia africana y de resistencia contra el despojo y la opresión colonial.