El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció hoy martes en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra (oriente) el inicio de una nueva era en las relaciones bilaterales entre Brasil y Bolivia, abogó por la unidad internacional contra la «extrema derecha» y condenó la intentona golpista del 26 de junio en Bolivia.

El presidente de Brasil destacó ante los periodistas la importancia de los acuerdos firmados en su visita oficial a Bolivia entre su Gobierno y el de Luis Arce.

«Estamos comenzando una nueva era en la relación Brasil-Bolivia», enfatizó.

Los acuerdos abarcan áreas clave como la cooperación energética, el desarrollo social y económico, y la seguridad.

Lula da Silva subrayó la necesidad de superar las diferencias políticas para enfrentar a la extrema derecha.

«En todo el mundo, la desunión de las fuerzas democráticas sólo ha servido a la extrema derecha. Los recientes ejemplos de Francia y el Reino Unido demuestran el imperativo de superar las diferencias en favor de un objetivo común», afirmó.

En las elecciones del 4 de julio en Reino Unido, el Partido Conservador sufrió una derrota significativa frente a los laboristas después de 17 años, mientras que en Francia, el Nuevo Frente Popular se impuso en la segunda vuelta de las elecciones legislativas del 7 de julio.

Lula da Silva utilizó estos ejemplos para destacar la importancia de la unidad en la integración regional.

«Esto también se aplica a la integración regional, porque mientras más sólida sea nuestra alianza, menos atractivos serán los que predican la división», añadió el mandatario brasileño, quien cumplió una agenda en Bolivia y sostuvo una reunión formal con el presidente Arce.

Ambos mandatarios ya se habían reunido el lunes en Asunción, Paraguay, en la cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur).

Lula da Silva reafirmó su compromiso con el Mercosur y expresó su deseo de que Venezuela retorne al bloque.

«Esperamos recibir pronto a Venezuela y esperamos que, tras elecciones, todo se resuelva con normalidad», agregó.

El presidente brasileño también se refirió al asalto militar del 26 de junio en Bolivia, condenando cualquier intento de socavar la democracia.

Recordó los eventos del 8 de enero de 2023 en Brasilia, cuando enfrentó una movilización contra los poderes establecidos poco después de su ascenso al poder.

«No será tolerable una intentona contra la democracia», declaró.

Lula da Silva expresó que «esta visita simboliza más que la reanudación de una relación de amistad, representa la comunión de dos países cuyas trayectorias han sido paralelas».

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