La iniciativa de Brasil al frente de la presidencia del G20, pretende cumplir con uno de los principales objetivos de la Agenda 2030 de la ONU: la eliminación de la pobreza y el hambre en el mundo.
Este miércoles 24 de julio de 2024 se celebró la sesión de apertura de la Reunión Ministerial del Grupo de Trabajo del G20 para una Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una iniciativa de Brasil al frente de la presidencia del G20 que pretende cumplir uno de los principales objetivos de la Agenda 2030 de la ONU: la eliminación de la pobreza y el hambre en el mundo.
Recibiendo a 30 ministros internacionales, así como a los dirigentes del Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO/ONU), el lugar elegido no podía ser más apropiado: el almacén de la Ação da Cidadania (Acción Ciudadana), la ONG lanzada por el sociólogo y “hermano de Henfil¹”, Herbert de Souza, Betinho, referencia en las acciones de la sociedad civil contra el hambre en Brasil. La sede de la entidad se sitúa en la zona de “Porto Maravilha”, entre los almacenes de las Escuelas de Samba de Río de Janeiro, las nuevas urbanizaciones de la zona portuaria y el Morro da Providência. Bajo un cielo azul en un día soleado, los colores y formas naturales sólo contrastaban más que la realidad social; reporteros y cámaras de la prensa nacional e internacional buscaban el mejor encuadre para captar el paisaje, la pobreza y la riqueza en colisión. Bajo un cielo azul en un día soleado, los colores y formas naturales no consiguen contrastar más que la realidad social; reporteros y cámaras de la prensa nacional e internacional buscaban el mejor encuadre para captar el paisaje, la pobreza y la riqueza chocando en una sola imagen.
En su discurso de apertura del Grupo de Trabajo del G20, el Ministro de Asuntos Exteriores, Mauro Vieira, aludió a un lugar cercano, el Muelle de Valongo, y a su triste historia en siglos pasados como puerto de llegada de africanos esclavizados, en contraste con el bello legado del sociólogo Betinho y de Ação da Cidadania. El ministro de Desarrollo Social, Wellington Dias, comentó los datos del último informe de la ONU, que se presentó en la reunión, sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (#SOFI2024), según el cual la curva de la pobreza extrema, que venía cayendo gradualmente en el mundo, volvió a crecer en 2019. El informe anual advierte que el mundo está fracasando seriamente en alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sustentable (ODS) 2, Hambre Cero, para 2030.
En su discurso, el presidente Lula subrayó que nada es tan absurdo como la persistencia del hambre y la pobreza y que ningún tema es más actual para la humanidad. Se refirió a Josué de Castro, escritor brasilero, científico social, geógrafo, médico y activista en el combte al hambre: “El hambre es la expresión biológica de los males sociales”. Lula afirmó que el hambre es resultado de decisiones políticas y que lo que falta es crear condiciones para el acceso a los alimentos.
“El hambre y la pobreza han estado rodeadas de prejuicios e intereses. La globalización neoliberal agravó este panorama». Y, refiriéndose a los datos del informe anual, el presidente afirmó: “El hambre tiene rostro de mujer y voz de niño. Mujeres y niñas son la mayoría de las personas que pasan hambre en el mundo”.
El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, destacó la importancia de gravar a los súper ricos, criticó la falta de compromiso de los bancos internacionales para liberar recursos para el combate del hambre y la pobreza y defendió la aplicación de un impuesto del dos por ciento a las grandes fortunas que podría recaudar entre 200.000 y 250.000 millones de dólares al año, equivalentes a “cinco veces la cantidad que los diez mayores bancos multilaterales dedicaron a combatir el hambre y la pobreza en 2022”.
Presente en el auditorio y entrevistada por la redacción de Pressenza en Río de Janeiro, la diputada carioca Lúcia Marina dos Santos (MST) consideró:
«Es muy importante que el Brasil esté hoy aquí como referencia y con el Presidente Lula lanzando esta Alianza Global contra el Hambre. Estoy presente como diputada y como presidenta de la Comisión de Seguridad Alimentaria de la Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro, justamente para que aprovechemos el potencial de articular las acciones de municipios, estados y gobierno federal, pero también para fortalecer las iniciativas de la sociedad civil, especialmente en uno de los grandes pilares que el Ministro de Desarrollo Social acaba de mencionar: la producción de alimentos y la producción de alimentos saludables. El Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) ya demostró a la sociedad su importantísimo papel en la producción de alimentos, tanto que hoy el MST es considerado el mayor productor de arroz orgánico de América Latina. Creo que este es el potencial que tenemos como conquista de los movimientos sociales en Brasil. También es clara la necesidad de democratizar la tierra en el país y poner en marcha –en el contexto de la Alianza Global contra el Hambre– políticas que fortalezcan estas iniciativas de la agricultura familiar, las áreas de reforma agraria, los quilombos y las comunidades indígenas.”
¹Henrique de Souza Filho, (05/02/44 – 04/01/88), fue un dibujante, ilustrador, humorista, periodista y escritor brasilero.
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