Al cumplirse casi la mitad del corto período de gobierno de Daniel Noboa, el joven empresario, heredero de la mayor fortuna del país, Ecuador naufraga en medio de una crisis política, económica y social extendida. La gestión de Noboa inició en noviembre de 2023 para completar el período del banquero Guillermo Lasso, quien está enjuiciado por malversación de fondos, luego de la aplicación del mecanismo constitucional de la “muerte cruzada”, figura constitucional de acuerdo con la cual el presidente en funciones puede disolver la Asamblea Legislativa, renunciar y llamar a elecciones.
Noboa ha dado continuidad a siete años de gobiernos de corte neoliberal que han transitado “de la demolición institucional a la Doctrina del Shock”, con la “convergencia entre el poder político y el crimen organizado”, en opinión de Pabló Dávalos*. Tras la cortina mediática de la necesidad de subvencionar la “guerra” declarada al narcotráfico y los continuos estados de excepción, el shock recae sobre la población empobrecida y la clase media, con medidas antipopulares como la elevación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12% al 15% y, más recientemente, la eliminación de los subsidios a los combustibles. Al respecto, el Ministro de Finanzas en declaración televisada afirmó que: “queremos que esté muy bien entendida y la gente se sienta cómoda con la medida para que no haya ningún sobresalto”.
Una reciente encuesta nacional (Maluk Research, mayo 2024) muestra que la desaprobación de la gestión del Gobierno se duplicó entre enero y mayo, pasando del 32% al 60%, mientras que la alta aprobación del 56% en el mes de enero, con la declaración del conflicto armado al narcotráfico, cayó al 36% en mayo. La misma encuesta mencionada muestra que apenas la tercera parte de los encuestados manifiesta tener empleo pleno y en la misma proporción declara que su estado de ánimo es de “alegría”, mientras que las dos terceras partes restantes se siente en hostilidad, ansiedad o depresión.
Daniel Noboa, conocido como el “presidente de cartón” y del tik tok, utiliza la desinformación como estrategia política y maneja diferente datos, señala Carolina Bazante del portal Lupa Media (lupa.com.ec). En medio de un contexto generalizado de “ebullición de la desinformación”, Ecuador mira con sospecha la campaña de Noboa en miras a su reelección para las elecciones de 2025, desconfía sobre todo de las afirmaciones oficiales que hablan de una mejora del país con la “disminución de la violencia” o la reducción del costo de la canasta básica.
Mientras tanto, en la última semana las calles empiezan lentamente a revivir con manifestaciones de protesta y rechazo a las políticas gubernamentales, por parte de organizaciones sindicales y de estudiantes así como con anuncios de paro por parte de diversos sectores y gremios como la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Público: “estamos completamente aturdidos, decepcionados y atemorizados por los últimos acontecimientos que se vienen dando en materia de inseguridad (…) La gente, el ciudadano ya no quiere viajar. Esto contrae la economía, tanto de los transportistas como de todo el país”, declaró su presidente (Metro Ecuador, 9 de julio de 2024).
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