El intelectual autodidacta colombiano protagoniza una exposición en la Biblioteca Nacional de Colombia

“Arturo Alape. El río de la memoria” es el título de la exposición que hasta septiembre de 2024 exhibe la Biblioteca Nacional de Colombia (BNC) como homenaje al artista e investigador caleño al que el poeta y periodista Rogelio Echavarría denominó como ´historiador aficcionado`, porque su obra literaria imbricaba con maestría la ficción y la historia.

La exposición es una muestra del archivo de Alape que se puede disfrutar con todos los sentidos, no solamente con la mirada. Los documentos se pueden tocar, escuchar, oler y hasta saborear por todo lo que conllevan de la memoria del autor y del país que llevaba dentro.

Carlos Arturo Ruiz, más conocido por Arturo Alape, nació en Cali en 1938 y falleció en Bogotá en 2006. A lo largo de su vida llevó a cabo investigaciones sobre la memoria colectiva de Colombia abriendo “las heridas del olvido” para construir un mapa a partir de escuchar las memorias individuales de sus gentes.

Alape fue una persona que volvió compromisos todas las decisiones de su vida. Una personalidad ecléctica que transitó por la pintura, la política, el periodismo militante y la literatura, “oficio profesional que requería todo el tiempo” y con el que construyó una obra literaria en la que “el devenir creativo de la palabra” estuvo acompañado siempre por la pintura “como un fantasma amigo, de absoluta fidelidad”.

Fue un escritor polifónico que creó universos narrativos con sentido ético y político y cuya tarea fluía como un río en el que navegaban los testimonios de la memoria histórica de las gentes del común a las que puso voz. Voces y memorias de las que dejó constancia en sus obras de ficción y no ficción como: Diario de un guerrillero (1970), El cadáver de los hombres invisibles (1979), Un día de septiembre: testimonio del paro cívico 1977 (1980), El Bogotazo: memorias del olvido (1983), Noche de pájaros (1984), Las vidas de Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo (1989), Ciudad Bolívar: la hoguera de las ilusiones (1995), Yo soy un libro en prisión. Crónicas (2002) y El cadáver insepulto (2005).

También fue colaborador de la revista Alternativa en la que firmaba la sección “Historia prohibida” y en la que dedicó trabajo y tiempo a contar, por ejemplo, la historia del bandolerismo en Colombia. Una crónica “producto de una cuidadosa investigación apoyada no sólo en la bibliografía existente, sino en entrevistas y el contacto directo con quienes vivieron esa experiencia” que empezó con el capítulo “La geografía del miedo” publicado en el número 74 de marzo de 1976.

“Alape. El río de la memoria” es una gran oportunidad para recordar y conmemorar al cronista comprometido, a una persona que no concebía la vida “sin la posibilidad de caminar por el mundo con dos pies: los pies cotidianos y los de la imaginación encendidos por la palabra y el color”.