En el marco del Conversatorio organizado por la Internacional de Partidos Humanistas, por la celebración del 05 de junio, Día Mundial del Ambiente se plantearon algunas reflexiones que relevan las consecuencias de la crisis climática en la justicia ambiental para las poblaciones del Sur Global. Aquí algunas reflexiones y propuestas de salidas vertidas en el evento.
Por: Doris Balvín
¿Cuáles son los dilemas que enfrentan las comunidades locales de las regiones donde se instalan las industrias extractivas en defensa de sus territorios en el contexto de la crisis climática?
Según Naciones Unidas el planeta ha entrado a la era de la ebullición global. Este fue el alarmante anuncio que hiciera la ONU en julio del 2023 a través de su secretario general Antonio Guterres, quien aseguró en la conferencia de prensa: “la era del calentamiento global ha terminado. La era de la ebullición global ha llegado” y luego aseveró y “…esto es solo el principio”, en referencia a las olas de calor extremo.”[1]
El caos climático que se ha desatado en el mundo hoy asola el planeta multiplica los fenómenos meteorológicos extremos como calor y frio, sequias e inundaciones, la presencia más recurrente de huracanes,[2] etc. El Panel Intergubernamental sobre cambio climático, IPCC por sus siglas en inglés, advirtió el año 2014 que de no reducirse las emisiones de gases efecto invernadero, el ecosistema global podría entrar a lo que denomina un punto de no retorno -un cambio sin retorno en la vida como la conocemos- por ello en el Acuerdo de París la ONU estableció como meta reducir drásticamente las emisiones de gases efecto invernadero evitando incrementar la temperatura a valores mayores a 1.5g al 2030 con referencia a los valores preindustriales[3]. Sin embargo, existen fuerzas antihumanistas se atreven a negar el cambio climático, estas están agazapadas en el complejo militar e industrial y las finanzas globales, así como entre quienes añorando el pasado glorioso de la revolución industrial intentan imponer su antiguo paisaje. Estos personajes asumen la ya demostrada falsa ideología “evolutiva” que afirma que será “la ley del más fuerte” la que se imponga, para justificar la explotación sin límites de la naturaleza, así como desconocer derechos humanos ganados a lo largo de la historia humana argumentando que aquellos solo “victimizan a los débiles”. Estos grupos también avanzan en el mundo, pretendiendo dar marcha atrás a lo avanzado en términos de transición energética. Curiosamente Europa se encuentra también frente al dilema. Hope, refiere que el cambio en la correlación de fuerzas en el Parlamento Europeo, es decir si se impone la derecha negacionista del Cambio climático podría paralizar los descomunales esfuerzos que se vienen haciendo desde Europa para dejar la era de los combustibles fósiles como cosa del pasado y corregir el rumbo de la historia humana en materia climática[4]
En el sur global las cosas son aún peores, la transición energética como está diseñada requiere de materias primas del Sur y lamentablemente las salidas que se vienen ejecutando siguen estructuradas en la matriz productiva del siglo IXX, respecto al rol que nos toca jugar en la distribución del trabajo. Aquí es donde se extraen los recursos para viabilizar la transición energética y esta está muy lejos de ser ecológicamente fuerte y justa.
Según la CEPAL América Latina está anclada en una “estructura productiva y exportadora… de productos primarios”; y en particular la economía peruana fundamentalmente dependiente de la industria extractiva, principalmente minera es la más alarmante. Mientras que en el 2019 el 40% de las exportaciones de América Latina correspondían a minería, petróleo, gas, productos agrícolas y pesqueros; en el caso peruano casi el 90% eran de productos primarios y dentro de estos el 65% a minería, petróleo y gas y el 24.6% a productos agropecuarios y pesqueros. Estamos atados a una economía primario-exportadora que tiene la tendencia a bajar su productividad y un mayor impacto en nuestra huella de carbono.[5] Esta realidad nos debiera llevar a repensar el rol que cumple la extracción de recursos naturales en la economía de la región en el contexto de la era de la “ebullición global”, así como sus consecuentes efectos en los conflictos socioambientales, que enfrentan las comunidades locales con dichas industrias. Si uno revisa el panorama de los conflictos, estos se encuentran en los sectores de minería, petróleo, gas, pesca y en la agroexportación. Una denodada disputa por el acceso a los recursos hídricos se advierte entre las empresas mineras localizadas en las cabeceras de las cuencas altoandinas y las grandes exportadoras de alimentos para el mercado europeo y USA con las comunidades locales impactadas.
El campo del humanismo y el antihumanismo se entrecruzan también en el nivel de las comunidades locales, allí donde se disputan los recursos, como ejemplo podemos decir que en el campo humanista están los defensores ambientales que se resisten a abandonar su estilo de vida ligado a la explotación del bosque húmedo, en armonía con su entorno, y se enfrentan a la muerte todos los días, mientras claman la presencia del Estado y la aprobación del Acuerdo de Escazú que protege a los defensores. La Asociación Interétnica de desarrollo de la Amazonía Peruana AIDESEP contabiliza a la fecha la muerte de 34 líderes indígenas asesinados por enfrentarse a grupos empresariales que intentan viabilizar sus proyectos y a mafias que amenazan sus territorios -mafias que sostienen economías ilegales dedicadas al narcotráfico, la tala, la minería y la agricultura-. Por otro lado, los pescadores artesanales, se enfrentan a las petroleras en la línea costera o a las iniciativas portuarias que destruyen la línea de playa y favorecen la pesca de arrastre, China, altamente contribuyente a los gases efecto invernadero.
De igual manera los defensores colisionan con intereses de gobiernos regionales y locales e inclusive de comunidades que comparten el interés en saquear los territorios indígenas, a pesar de que ello implique la destrucción y el inminente exterminio de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y/o contacto inicial (PIACI). Así, mientras que unos crean gobiernos autónomos para protegerse de la “invasión” de grupos ilegales en sus territorios; ante la ausencia del Estado, líderes de otras comunidades amazónicas han establecido acuerdos con los grupos de mineros ilegales para que estos puedan operar en sus territorios a cambio de “favorecer su desarrollo” construyendo infraestructura comunal. En el Perú está prohibida la extracción de oro en los ríos utilizando dragas, sin embargo, Ojo Público, constató el incremento del número de dragas que ilegalmente operan en el río Cenepa donde la comunidad permitió el ingreso de los mineros ilegales a su territorio.[6] En este complejo contexto el bosque húmedo avanza sin parar hacia su “sabanización”.
Por otro lado, en las altas montañas de la zona andina los conflictos por la gestión del territorio, y particularmente del agua, con la minería se multiplican en el marco del proceso de transición energética particularmente dada la demanda de cobre a nivel global.
En las Bambas, la denuncia es contra la empresa China MMG, los comuneros reclaman al Estado por la escasez de agua en su territorio, la desaparición de manantiales y la contaminación. “Están destruyendo manantiales, bofedales, puquiales, toda nuestra cabecera de cuenca”, dicen al Observatorio de Conflictos Mineros (OCM): “Anteayer hemos entrado al tajo donde están trabajando, para constatar los ojos de agua, y el agua está de color azulino”. Esta inspección pacífica, de parte de los comuneros, en algún momento derivó en un enfrentamiento en defensa de la tierra y el agua entre los comuneros y las fuerzas del orden que terminó con una decena de comuneros heridos.[7]
En esta región sur del Perú, cabecera del desierto de Atacama, la minería se viene desarrollando en las nacientes de los ríos que se alimentan de los deshielos de los andes como del agua subsuperficial del acuífero regional Capillune y que ha sido sobre explotado por la minera Southern. Además, tanto la minera Southern como la minera Quellaveco han desarrollado las minas sobre el cause “seco” de los dos únicos ríos que alimentan los valles y las ciudades de Moquegua e Ilo.
Por su parte en Tacna, los agricultores de Candarave y, en Torata y Tumilaca los agricultores de Moquegua vienen denunciando a las empresas mineras Southern (Grupo México) y Quellaveco (Angloamérican) por contaminación de las aguas de los ríos que alimentan las cuencas de Moquegua y Tacna; así como la manipulación del Acuífero regional Capillune, de donde -en el caso de Southern- extrae el agua subterránea mediante pozos tubulares. Aguas que dan origen y que alimentan los ríos de las cuencas de Tacna y Moquegua, sin que el Estado tenga capacidad de control del volumen de agua utilizada por la empresa en más de 50 años de explotación del acuífero y que exista un estudio técnico actualizado que respalde tal utilización. Esta situación se ha visto agravada por el incremento de la capacidad instalada de la empresa Southern en las minas de Toquepala y Cuajone, para responder al reto global de la transición energética. Obviamente las largas y tediosas denuncias de las comunidades locales no se han hecho esperar. El año 2023 la Southern luego de 4 años ha recibido una sanción administrativa ridícula por contaminar el cauce de río Torata[8].
¿Cuáles son las salidas desde las fuerzas humanistas que tienen las comunidades locales en defensa y desarrollo de sus territorios en un contexto de crisis climática?
Aquí esbozamos algunas imágenes basadas en acciones que desde distintos frentes se vienen desarrollando y que podrían aportar en esta dirección:
Los pueblos indígenas organizados en AIDESEP en los últimos años iniciaron sus procesos de reconstrucción de sus autonomías constituyéndose en gobiernos territoriales autónomos (GTA), al amparo del derecho a la autodeterminación o libre determinación[9], como es el caso de la Nación Wampis. Desde esta plataforma los Wampis, desalojaron a los mineros ilegales en el sector Ayambis en enero de este año.[10]
Los movimientos de resistencia que claman por justicia social y ambiental levantan el Pacto Ecosocial e intecultural del sur. Quienes lo conforman, en la Declaración del Cuzco en abril de este año, refieren “que estos procesos vivos hacen parte de nuevos pactos con la vida y con la naturaleza; que permita transformaciones políticas de fondo para salir del extractivismo, crear una democracia eco-social y plurinacional, fortalecer las autonomías y la autodeterminación de los pueblos, asegurar el cuidado de la vida como centro de nuestras sociedades, fortalecer la soberanía alimentaria y alternativas económicas, reconocer y ampliar los derechos de la naturaleza, e impulsar una integración regional basada en la justicia, la soberanía y la autonomía de los pueblos.”[11]
En efecto, toca desmarcarnos del extractivismo lo antes posible y liderar la transición ecológica; la recuperación del bosque amazónico; dar pasos concretos hacia la agricultura orgánica, ecológica o regenerativa; así como el fortalecimiento de economías locales resilientes con el cambio climático, apoyado gobiernos que apuesten decididamente por estos cambios. Así como desarrollar espacios de democratización de las decisiones desde el nivel local, y gobiernos locales que promuevan la transición ecológica de la mano con las organizaciones sociales comunidades indígenas en la Amazonía y en los Andes.
De igual manera, como menciona Rodrigo Arce, Dr. en Pensamiento Complejo, necesitamos “recuperar nuestra capacidad de asombro”. Rodrigo afirma que “…ante la primacía del materialismo y el utilitarismo, como humanidad hemos perdido nuestra capacidad de asombro por las magníficas expresiones de la vida, seres vivos y sistemas vivos, que se han generado producto de millones de años de evolución y coevolución.” Precisa que en estos ecosistemas vivos se establecen “…relaciones colaborativas y las relaciones competitivas,” se produce la adaptación y se dan las “…múltiples estrategias de los seres vivos para soportar los cambios ambientales y poder reproducirse, la comunicación entre las plantas, el rol que cumple cada organismo en un ecosistema, las relaciones mutuas entre personas, animales y plantas, la mutua modelación biocultural…;”[12] dimensiones que pretenden desconocer las visiones utilitaristas y reduccionistas de la vida.
Efectivamente en este punto del camino lo más importante de todo es recuperar nuestra relación armónica con la trama de la vida, Silo, lo dice de manera poética en La Mirada Interna[13], invitándonos a meditar en profundidad sobre la frase que dice: “aquí hay alegría, amor al cuerpo a la naturaleza y al espíritu”. Así denostando al antihumanismo menciona que lo que se debe hacer no depende de una moral lejana sino de la aplicación de los principios de acción válida en la vida diaria ya que estos “…son leyes de vida de luz y evolución” y ello implica además la complementación entre todos los seres humanos que el humanismo lo traduce en el principio máximo de Solidaridad o “regla de oro” que dice: “cuando tratas a los demás como quieres que te traten te liberas”.
Finalmente recojo otra frase de Silo que menciona y que me caló en el alma “el mundo evoluciona hacia el amor y la compasión”. La pregunta entonces es a la audiencia ¿Qué hago yo en mi vida para aportar a esa maravillosa trama de la evolución de la vida?
[1] https://www.ngenespanol.com/ecologia/ebullicion-global-este-fue-el-alarmante-mensaje-que-lanzo-el-secretario-general-de-la-onu/
[2] Los científicos esperan que la proporción de huracanes de categorías 4 y 5 aumente a medida que el clima se calienta». Además, muchos investigadores están seguros que con cada vez más frecuencia los huracanes se están intensificando más rápido, es decir, aumentando su velocidad en cerca de 55 kilómetros por hora en periodos de tiempos inferiores a 24 horas.https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/asi-afecta-cambio-climatico-a-formacion-huracanes_18987
[3] https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2018/11/pr_181008_P48_spm_es.pdf
[4] Hope, Información climática y ambiental CLAVE para las elecciones europeas https://www.youtube.com/watch?v=iXOK563PZtg
[5] https://www.cmehumanistas.org/es/apuntes-para-una-agenda-climatica-latinoamericana-hacia-un-futuro-querido
[6] https://ojo-publico.com/5007/estado-claudica-amazonas-mineria-ilegal-financia-obras-cenepa
[7] https://conflictosmineros.org.pe/2024/05/31/casi-una-decena-de-heridos-deja-represion-a-dos-conflictos-en-las-bambas-por-tierras-y-agua/
[8] Resolución N° 072-2023-OEFA/TFA-SE
[9] https://servindi.org/actualidad-informes/27/12/2023/por-que-los-gobiernos-territoriales-deben-ser-reconocidos
[10] https://www.youtube.com/watch?v=Rqm6XSiNvdg
[11] https://pactoecosocialdelsur.com/wp-content/uploads/2024/05/Declaracion-Peru-2024.pdf
[12] https://www.pressenza.com/es/2023/03/recuperar-la-capacidad-de-asombro-para-reencontrarnos-con-la-vida-y-nuestra-esencia-biocultural/
[13] Silo, El Mensaje de Silo, el libro, la experiencia y el camino. Ver igualmente el anexo denominado “El Mensaje de Silo inspira una profunda religiosidad.