La transnacional frutera Fyffes, que, en el sur de Honduras, junto a Sumitomo, produce melones a través de las subsidiarias Suragroh y Melexsa, acaba de anunciar el nombramiento de un nuevo director comercial a nivel global.
Su tarea será supervisar una nueva estrategia de crecimiento, que incluye la promoción de la nueva “marca sostenible” Trudi’s. Surge espontánea la pregunta: ¿crecimiento y sostenibilidad para quién?
La nueva marca de consumo, cuyo mantra es “buena fruta, haciendo el bien”, fue presentada el mes pasado en la feria internacional de la fruta fresca Fruit Logística 2024.
Su compromiso declarado es facilitar el “empoderamiento de las mujeres, educación de calidad y mejora de la nutrición en las comunidades donde operan las fincas de Fyffes”.
En aquella ocasión, advertimos cómo estos planteamientos chocan abruptamente con la realidad que viven a diario miles de trabajadoras y trabajadores de las plantaciones de melones de Fyffes/Sumitomo en Honduras[1].
Lavado de cara
Prueba de ello es la decisión de Fair Trade USA y de la Iniciativa de Comercio Ético (ETI) de cancelar su certificación y su membresía.
Esas medidas drásticas fueron tomadas por la sistemática violación de derechos laborales y sindicales, las deficientes condiciones de seguridad ocupacional, el irrespeto de la legislación nacional y los convenios internacionales ratificados por Honduras[2].
Esta nueva estrategia comercial, con la que Fyffes pretende “limpiarse la cara” tocando las cuerdas de la sensibilidad humana del consumidor, entra ahora en su fase más operativa con la contratación de un top manager.
Su tarea será rescatar la imagen fuertemente cuestionada y deteriorada de la transnacional en mercados estratégicos como Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea.
Y mientras en Europa siguen hablando de “propuesta sostenible”, de “futuro”, de “nuevas y emocionantes opciones y oportunidades” y de “ambiciosa estrategia de crecimiento”, en las plantaciones de melones de Honduras las trabajadoras y los trabajadores siguen sufriendo las mismas violaciones de derechos.
Para Trudi’s se invertirá más de 1 millón de euros en inteligencia de mercado, pruebas y apoyo creativos. Para la fuerza de trabajo, explotada y ninguneada, ni las migajas, ni una vida digna.
[1] https://www.rel-uita.org/
[2] https://www.rel-uita.org/?s=
Fuente: Rel UITA