Mensualmente nos encontramos en REHUNO Salud para explorar y reflexionar sobre diversos temas de salud con la intención de promover el intercambio y el acercamiento a perspectivas humanistas que nos permitan una visión coherente a nuestras aspiraciones. En esta ocasión el tema de la conversación es el modelo bio-sico-social de la salud.

Por Jordi Jiménez

Desde hace mucho tiempo se habla del modelo bio-psico-social de la salud. Este modelo no se refiere sólo al buen funcionamiento corporal, sino a un sistema integral de salud que incluye elementos psicológicos y sociales.

En 2001 la OMS publicó la Clasificación Internacional del Funcionamiento (CIF) que junto con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) forman un sistema complementario para describir la salud y los elementos relacionados con la salud.

Muchas personas consideran, erróneamente, que la CIF versa únicamente sobre personas con discapacidades; sin embargo, es válida para todas las personas. La salud y los estados «relacionados con la salud» asociados con cualquier condición de la misma, se pueden describir utilizando la CIF. En otras palabras, la CIF tiene una aplicación universal.”

Es importante tener presente que en la CIF las personas no son las unidades de clasificación; es decir, la CIF no clasifica personas, sino que describe la situación de cada persona dentro de un conjunto de dominios de la salud o dominios «relacionados con la salud.[Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud: CIF. Organización Mundial de la Salud, 2001. Edita: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Secretaría General de Asuntos Sociales. Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (IMSERSO), España.]

Pero lo que nos interesa de esta Clasificación es que ha concretado, ha operativizado, el modelo biopsicosocial en una estructura organizada e interrelacionada.

Por ello, al desgranar sus componentes y su estructura, entenderemos mejor cuál es el concepto de salud que hay detrás, entenderemos mejor el modelo.

Según se dice en su introducción, “La CIF proporciona una descripción de situaciones relacionadas con el funcionamiento humano y sus restricciones, y sirve como marco de referencia para organizar esta información.i

Esta perspectiva supera al modelo fisiológico basado en la ausencia de enfermedad y lo amplía a los aspectos de bienestar psicológico, pero también a los aspectos ambientales de la persona, es decir, los elementos o situaciones que están alrededor de la persona, en su medio mediato e inmediato. Esto NO significa que los factores psicosociales afecten a la salud, sino que esos factores SON la salud, forman parte de ella.

La salud es un continuo multifactorial, por lo que no se puede pensar en formato binario (tener o no tener salud). Estos diferentes componentes están interconectados entre sí formando una estructura.

Componentes:

  • Funciones corporales: son las funciones fisiológicas de los sistemas corporales, incluyendo las funciones mentales.
  • Estructuras corporales: son las estructuras anatómicas del cuerpo que permiten las funciones. Por ejemplo, el hueso es una estructura, el músculo es otra estructura, el circuito neuronal otra… y el movimiento del brazo es la función corporal que se realiza gracias a esas estructuras. Estos dos componentes son la parte “bio” del modelo y se refieren exclusivamente al cuerpo.
  • Actividad: es la realización de una tarea o acción por parte del individuo. Por ejemplo, coger un vaso y beber.
  • Participación: es el acto de involucrarse en una situación vital. Ejemplo, agarro un vaso para tomarme el café ya que estoy con unos amigos conversando en una cafetería. Estos dos componentes son la parte más “psico” del modelo.
  • Factores ambientales: se refiere al ambiente físico, social y actitudinal en el que las personas viven y conducen sus vidas. Ejemplo, estoy con mis amigos en una cafetería muy luminosa y espaciosa (ambiente físico), que contrasta con el barrio en el que está ubicada, muy populoso y multicultural (ambiente social), y cuyo propietario es un tipo muy amable y atento que nos facilita siempre el espacio que necesitamos (ambiente actitudinal). Son la parte “social” del modelo. i

Cada uno de estos componentes de la salud puede ir variando en distintos momentos de la vida formando ese continuo multifactorial que es muy dinámico.

Consecuencias de este modelo

Esta visión nos viene a decir que una afectación de la salud no necesariamente implica estar enfermo, entendiendo estar enfermo como afectación fisiológica. Hay afectaciones de la salud en personas sin enfermedades, ni físicas, ni psicológicas. ¿Cómo?

Empezando por lo más global y externo, este modelo de salud implica que, por ejemplo, los códigos culturales (los valores, los intangibles) que se transmiten en una sociedad generan actitudes sociales y personales (como la discriminación) que impactan en la salud ambiental de esa sociedad, y que también impactan en la participación de las personas que allí viven.

También implica, por ejemplo, que las barreras arquitectónicas o el diseño de las ciudades están en relación con la salud de la población, sobre todo la población de mayor edad o con problemas fisiológicos, ya que pueden dificultar el acceso, la movilidad, etc.

Todos los servicios, como la educación, la alimentación o el acceso a la vivienda, son elementos ambientales que forman parte de la salud de las personas. Es evidente que, si una persona tiene un acceso difícil a la vivienda, a una alimentación equilibrada o a un servicio sanitario público, su participación en la comunidad se resiente y su salud corporal se resiente. Es decir, por ausencia o “barreras” en los factores ambientales la salud global queda comprometida.

Es lo interesante de la perspectiva bio-psico-social, que es integral y conceptualiza como “salud” todo lo que rodea al ser humano.

Por otro lado, el concepto de participación que hemos mencionado es un concepto central en esta visión de la salud, ya que es lo que permite a las personas desarrollar sus proyectos, sus planes de vida y, en definitiva, desplegar la intencionalidad humana. Hay muchos casos de personas en situación de aislamiento social que no encuentran vías de participación, o bien, que son discriminadas, como hemos dicho, por cuestiones de raza, sexo, religión, discapacidad, etc.

La participación es más que la simple actividad. Uno puede hacer cosas sin participar de un ámbito social o comunitario más amplio. Participar implica “involucrarse” en algo mayor, ya sea un grupo de amigos, un entorno familiar, un entorno vecinal, etc.

Como ya hemos dicho, un sistema sanitario público, universal y solvente (que sería un factor ambiental), junto con un adecuado desarrollo científico, son también elementos que interaccionan con el buen estado de los componentes fisiológico-corporales, para evitar la enfermedad o para revertirla cuando las medidas preventivas no han sido suficientes. Es decir, los factores ambientales también impactan en los factores corporales y estos, a su vez, facilitan o dificultan la participación.

En este sentido, damos la máxima importancia a la prevención y a los hábitos saludables contra la medicalización y cronificación de los problemas fisiológicos que tanto interesa a la industria.

Pero para tener un buen sistema de salud es necesario incluir en su concepto las dimensiones psicosociales, no solo la médica, comprender su interrelación y comprender que esa estructura es dinámica y en continuo cambio.

De hecho, llevando el modelo al extremo, (esto no lo dice la CIF, pero a nosotros nos interesa verlo así) podríamos hablar de “salud social” o de “salud cultural”. Salud social como aquellos sistemas sociales que ponen al ser humano como valor central, por ejemplo. Salud cultural como aquellos valores e intangibles que se promueven en una sociedad y que favorecen la reconciliación y el buen trato entre conciudadanos, por ejemplo.

El dolor y el sufrimiento

Sin embargo, hay un aspecto muy importante para nosotros, como humanistas de la salud, que es el tema del sufrimiento humano.

Se ha hecho una gran distinción entre dolor y sufrimiento, agrupando dentro del primero todas las afectaciones corporales. El dolor es todo aquello que le sucede al cuerpo, mientras que el sufrimiento es mental y se expresa en fenómenos como la ansiedad, el temor, etc.

¿Cómo podríamos incorporar el tema del sufrimiento humano en un modelo de Salud como este?

Teniendo en cuenta este modelo que hemos descrito, podríamos decir que las Funciones y Estructuras Corporales se enmarcan dentro de lo que nosotros denominamos genéricamente “dolor”, ya que afectan al cuerpo.

Pero también se dijo en su momento que el desarrollo de la Ciencia y el desarrollo de la Justicia serán los que paliarán el “dolor” humano. Ello se relaciona con el avance médico y científico, pero también con el avance social, universalizando esos conocimientos y su aplicación a la sociedad (factores ambientales). Por tanto, la superación del dolor implica también a elementos ambientales del modelo.

Pero la superación del sufrimiento humano va más allá de la simple salud psicológica que nos propone este modelo, de la simple actividad y participación de la persona en su entorno. Se puede sufrir por tener una enfermedad, por sentirse solo o aislado, por carecer de los elementos más básicos para la supervivencia o por vivir en un estado de sin-sentido.

El sufrimiento humano tiene que ver con algo más profundo que el simple malestar psicológico. Tiene que ver con el deseo, con las expectativas, con el temor a la pérdida de objetos y personas, con la posesión… tiene que ver con ciertas creencias, con ciertas ilusiones sobre la vida, sobre la duración de la vida, sobre el sentido que puede tener la vida, etc.

Así que la superación del sufrimiento, dado por la mecanicidad posesiva de la conciencia, se escapa del modelo de salud estudiado, por lo que habría que integrarlo de alguna manera como un factor fundamental en una nueva definición de Salud Humana. Es decir, introducir un aspecto existencial, incluso espiritual, en la definición de Salud.

Se podría decir que la Salud Humana se entiende como:

El estado fisiológico de mi cuerpo, el grado de actividad y participación que tengo en mi entorno cotidiano, las condiciones ambientales físicas, sociales y actitudinales que me permiten esa participación y el estado de unidad interna y de sentido que registro frente a la existencia y la vida.

Para acabar, exponemos una serie de preguntas que pueden servir de eje para desarrollar estos temas.

¿Se podría decir que el grado de Salud es el grado de dolor y el sufrimiento, y que Salud es la superación del dolor y el sufrimiento? (Así en genérico)

¿Cómo podríamos incorporar el tema del sufrimiento en el concepto de salud?

¿Nos interesaría hablar de Salud Social o Salud Cultural? ¿Cómo desarrollaríamos esos conceptos, qué componentes tendrían?

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i Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud: CIF. Organización Mundial de la Salud, 2001. Edita: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Secretaría General de Asuntos Sociales. Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (IMSERSO), España.