El Gobierno de Colombia y la Segunda Marquetalia, una disidencia de las FARC formada por exguerrilleros que abandonaron el acuerdo de paz de 2016, han iniciado formalmente una nueva mesa de diálogo de paz. Este primer ciclo de negociaciones, que comenzó el lunes y se extenderá por cinco días, tiene como objetivo principal abordar el desescalamiento del conflicto y establecer condiciones para la convivencia pacífica, entre otros asuntos críticos para el país.
Desde el martes hasta el sábado, ambas delegaciones desarrollarán temas específicos de la agenda de paz, definirán los protocolos de la negociación y anunciarán las primeras decisiones sobre medidas que contribuyan al desescalamiento del conflicto. En una declaración conjunta, ambas partes expresaron su compromiso con la búsqueda de un acuerdo de paz y llamaron a la sociedad colombiana a participar de manera constructiva en este proceso.
En sus propias palabras, el éxito de estas negociaciones requiere una fuerte cohesión de las partes en la ruta de la salida política y un compromiso firme de abstenerse de acciones que puedan socavar la confianza mutua. En este contexto, se comprometieron a acordar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de todos los participantes y de las comunidades en general.
El diálogo cuenta con el respaldo de Venezuela, Cuba y Noruega como países garantes, además del acompañamiento de la ONU y la Conferencia Episcopal de Colombia. Este proceso se retoma tras la aprobación de la ‘ley de paz total’ en Colombia, que permite la renegociación con aquellos que se salieron del acuerdo de 2016.
El exmagistrado del Consejo Nacional Electoral Armando Novoa, quien fue parte de la Constituyente de 1991, lidera las negociaciones por parte del Gobierno colombiano. Por la Segunda Marquetalia, las conversaciones están dirigidas por ‘Walter Mendoza’, un líder histórico de las FARC que participó en la creación de las columnas móviles de esa guerrilla.
La Segunda Marquetalia, nombrada así por el lugar de origen de las FARC en 1964, fue formada en 2019 por ‘Iván Márquez’ y ‘Jesús Santrich’. Este último murió en 2021 en un enfrentamiento en Venezuela. A diferencia de otros grupos insurgentes, la Segunda Marquetalia no busca atacar directamente al Estado, sino más bien controlar territorios, lo cual ha generado conflictos con otra disidencia de las FARC, el Estado Mayor Central (EMC), según el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Con una fuerza estimada de entre 1,800 y 2,000 hombres, de los cuales aproximadamente 1,200 a 1,300 son guerrilleros activos, el grupo mantiene su influencia principalmente a través de colaboradores.
El inicio de estas negociaciones representa una nueva oportunidad para avanzar hacia la paz en Colombia. El proceso está respaldado por un amplio apoyo internacional y se desarrolla en un contexto de nuevas leyes que facilitan la inclusión de disidencias en los acuerdos de paz. El éxito de estas conversaciones depende en gran medida del compromiso y la confianza mutua entre las partes involucradas, así como de la participación constructiva de la sociedad colombiana en este esfuerzo colectivo por la paz.