El presidente de Bolivia, Luis Arce, rechazó hoy enfáticamente la narrativa de «autogolpe» promovida por sectores opositores, tras la toma militar el miércoles de la plaza Murillo y el ingreso por la fuerza al antiguo Palacio de Gobierno.
En una conferencia de prensa, Arce aseguró que no buscaría ganar popularidad mediante acciones violentas y recordó la lucha del pueblo boliviano por recuperar la democracia.
«Yo no soy un político que se va a ganar la popularidad con la sangre del pueblo. Todo lo contrario, nosotros hemos venido para reivindicar a ese pueblo boliviano que dio su sangre para recuperar la democracia», declaró Arce, en respuesta a las acusaciones de un «autogolpe» durante su intervención en la Casa Grande del Pueblo, la sede gubernamental, contigua al antiguo Palacio de Gobierno.
Arce resaltó su más contundente rechazo a la versión del «autogolpe de Estado», difundida por los presuntos cabecillas del intento de levantamiento militar, quienes ya se encuentran detenidos.
«No puede ser una instrucción o una planificación de un autogolpe. En ese momento él podía decirme: usted me ha instruido esto, podía decirme. O podía acatar una contraorden, por último, pero no acata mis órdenes porque actuó por cuenta propia, eso debe quedar claro», apuntó Arce, refiriéndose al destituido general Juan José Zúñiga.
El excomandante del Ejército, ya arrestado por la Policía, dijo el miércoles que el presidente Arce le solicitó medidas para «levantar» su popularidad, lo que llevó a la movilización de las tanquetas en la plaza.
En respuesta a estas declaraciones, Arce argumentó que el comandante destituido actuó de manera independiente y sin órdenes directas, rompiendo la cadena de mando en las Fuerzas Armadas y obstruyendo la inteligencia militar.
También sugirió la posible influencia de intereses externos en la intentona golpista, similar a los eventos de noviembre de 2019 vinculados al litio.
«Todos los golpes de Estado en el país han tenido como premisa el tema económico. El más reciente de ellos, el de 2019, ha sido el tema del litio», señaló.
Las detenciones por el fallido golpe de Estado se han elevado a 17 y las autoridades anunciaron más de 15 órdenes de arresto pendientes.