Bajo el lema “Ahora más que nunca”, se celebra en Australia entre el 27 de mayo y el 3 de junio la Semana Nacional de la Reconciliación.
Una diversidad de actividades, que incluyen muestras de arte indígena, paseos por enclaves originarios con lecciones sobre medicina natural, paneles de debate, veladas culturales, actos oficiales e incluso una sesión de entrenamiento abierta de un club de fútbol profesional, apuntan a promover el conocimiento y el entendimiento de la comunidad australiana con relación a los pueblos originarios y los isleños del Estrecho de Torres.
Este año la Semana cobra una particular intensidad y un enorme sentido, dado el resultado adverso del referéndum celebrado el 14 de octubre pasado, conocido popularmente como “La Voz”, que pretendía reformar la Constitución de 1901, abriendo paso a la conformación de un cuerpo representativo en el Parlamento australiano de los más de 800.000 habitantes aborígenes e isleños del estrecho de Torres, un 3,2% de la población australiana.
“Ahora más que nunca” – señala el llamamiento de los impulsores de la Semana – “tenemos que abordar el asunto inacabado de la reconciliación. Sabemos que los 6,2 millones de australianos que votaron SÍ están comprometidos con la consecución de mejores resultados para los pueblos de las Primeras Naciones, y están con nosotros.”
“Los partidarios de la reconciliación deben levantarse para defender y defender los derechos de los pueblos de las Primeras Naciones. Para denunciar el racismo dondequiera que lo encontremos, y para reforzar activamente las voces de los pueblos aborígenes e isleños del Estrecho de Torres en todo este continente.”, agregan.
En un largo y resistido proceso de reclamo y protesta, los pueblos originarios lograron consignar una victoria parcial en 1967, donde a través de otro referéndum, consiguieron reconocimiento formal de la discriminación a la que estaban sometidos. Se introdujo a partir de entonces una serie de medidas de acción afirmativa, junto a la aprobación de leyes importantes que permitieron una mayor autodeterminación y la recuperación de algunos derechos.
Otro jalón en la lucha por iguales derechos y oportunidades para los pueblos indígenas australianos fue la lucha de Eddie “Koiki” Mabo, isleño del Estrecho de Torres, que logró en 1992 – luego de un proceso de 10 años – que la Corte Suprema le diera la razón sobre la potestad primigenia de los habitantes aborígenes sobre el territorio ocupado luego por imperialistas y colonos.
Una piedra angular en el proceso de reparación y reconciliación es despejar las falsificaciones históricas sobre el pasado. O en palabras de los protagonistas, “contar la verdad”.
Contar la verdad sobre la historia no solo saca a la luz el conflicto colonial y la desposesión, sino que también reconoce la fuerza y resistencia de los pueblos y culturas aborígenes e isleños del Estrecho de Torres.
Decir la verdad ha sido fundamental para la reconciliación desde que el Consejo para la Reconciliación Aborigen inició su labor hace 30 años. Como quedó expresado en la Declaración Australiana Hacia la Reconciliación:
“Nuestra nación debe tener la valentía de asumir la verdad, de curar las heridas de su pasado para que podamos avanzar juntos en paz con nosotros mismos.”