Seguimos en este espacio reflexionando sobre los vínculos, sobre el reaprendizaje emocional, vincular y conductual que muchas veces es bueno y necesario encarar.

Y entre tantos temas hay uno del que me gustaría hablar brevemente en esta oportunidad: la queja.

Es importante reconocer cuando de alguna manera nos “instalamos” en ella, cuando repetidamente ante una misma situación o tema nos tornamos “quejosos o quejosas”.

En general es mucho más fácil detectar esta conducta en otros…

¿Qué sentimos, qué nos pasa cuando otros se comportan como “quejicas” profesionales?

Suele producirnos fastidio, cansancio y ganas de alejarnos de alguien que así se comporta; pero no solemos advertirlo cuando somos nosotros quienes así actuamos.

Y frente a la queja hay siempre dos actitudes o respuestas básicas a dar: aceptación o responsabilidad.

Si nos encontramos ante situaciones en las que NADA podemos hacer, será bueno entonces trabajar con la ACEPTACIÓN de dicha situación y salir de ese lugar tan hostil y agotador de la queja.

Ahora bien, muchísimas veces SÍ podemos hacer algo, entonces allí tendremos que RESPONSABILIZARNOS y hacer lo que corresponda: quizá hay algo que tengo que decir y no digo, algo que tengo que hacer y no hago, algo que tengo que modificar y no modifico… 

Resumiendo: salir del lugar de la queja será siempre una invitación para la ACEPTACIÓN en caso de que nada pueda hacer, o para RESPONSABILIZARME en los casos en los que sí debo actuar.

Ver video ¿Suelo quejarme? en: https://www.youtube.com/watch?v=2ztaIIA2jro

 

Lic. Vilma Perren

Psicóloga clínica – Logoterapeuta

Fundadora de GARVA (Grupo de Asistencia y Recuperación de Vínculos Adictivos)

Coordina grupos y talleres sobre la temática vincular

Autora del libro: La sanación viene de adentro