En un debate convocado por el Consejo de Seguridad sobre el papel de las poblaciones en los procesos de paz, Rosemary Dicarlo, subsecretaria general de Asuntos Políticos de la ONU, enfatizó la necesidad de terminar con las desigualdades de género. Según cifras presentadas, casi 300 defensores de derechos humanos fueron asesinados el año pasado, incluyendo 49 mujeres.
Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres, advirtió que estos son solo los casos conocidos e instó a derribar las estructuras de poder y las normas que obstaculizan la participación plena de mujeres y niñas en la vida pública.
Por su parte, Dicarlo afirmó que “No existen soluciones rápidas para las políticas de poder arraigadas, las actitudes patriarcales o las estructuras sociales desiguales. Los cambios transformadores dependen de la acción nacional, que involucre a todos los segmentos de la sociedad”.
Felipe Paullier, primer subsecretario general para asunto de la juventud de la ONU para Asuntos de la Juventud, señaló el riesgo mayor para mujeres jóvenes y niñas, especialmente de comunidades marginadas. Lamentó la falta de inversión para la consolidación de la paz liderada por jóvenes.
La cita, liderada por Mozambique, destacó la importancia de la agenda de mujeres, juventud y paz en la seguridad. El Consejo reconoció la contracción del espacio cívico en zonas afectadas por conflictos, lo que aumenta la violencia, la desinformación y el acoso sexual.