El reciente informe global de Amnistía Internacional examina el estado de los derechos humanos en el mundo incluyendo a Perú, en un escenario marcado por democracias frágiles.
El nuevo informe global de la organización Amnistía Internacional analiza la situación de los derechos humanos en 155 países y territorios, incluido Perú, en un contexto de débiles democracias.
El centro de investigación de ciencia política V-Dem destacó que en 2023 el número de personas viviendo en democracias cayó a niveles similares a los de 1985.
Este retroceso se atribuye a la proliferación de prácticas autoritarias que socavan la libertad civil y los derechos fundamentales, desde la libertad de expresión hasta la igualdad de género y los derechos reproductivos.
Además, activistas que defendían los derechos económicos, sociales y ambientales enfrentaron una creciente represión y estigmatización en diversas partes del mundo, siendo calificados de terroristas por denunciar a los gobiernos.
En esa línea, se silenció y detuvo arbitrariamente a quienes protestaban contra la gestión gubernamental en temas como la economía, el ambiente y la corrupción.
Estas tendencias se observaron en todo el mundo, desde políticas represivas en Afganistán e Irán hasta legislaciones restrictivas en Estados Unidos y Polonia.
Un ejemplo nacional son las masacres de finales de 2022 y comienzos de 2023 en regiones debido a la represión de las llamadas fuerzas del orden, en el contexto de protestas nacionales.
Violaciones a derechos humanos: El caso peruanoLa crisis social y política iniciada en diciembre de 2022 continuó en 2023. Las autoridades debilitaron instituciones como el Ministerio Público, el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y la Junta Nacional de Justicia, poniendo en peligro los derechos humanos. Asimismo, las fuerzas de seguridad respondieron con violencia a las protestas, especialmente en áreas indígenas. Mientras tanto, persiste la impunidad por homicidios a líderes ambientales y falta reparación por el derrame de petróleo en La Pampilla. Por otro lado, los defensores de derechos humanos enfrentan riesgos significativos. Además, la violencia sexual, incluida la contra niños y adolescentes, es común. En cuanto a la legislación, se aprueban normativas que socavan la igualdad de género. Al mismo tiempo, persiste la discriminación contra la comunidad LGBTIQ+. En el ámbito internacional, las autoridades venezolanas no brindan protección adecuada a los venezolanos. Por otro lado, las víctimas de esterilización forzada no reciben reparación. Finalmente, la liberación del expresidente Fujimori ignora una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Esto socava la justicia y el respeto por los derechos fundamentales. Como se puede ver, Amnistía Internacional recogió casos de violaciones de derechos humanos en distintos ámbitos como la libertad de reunión pacífica y defensores de derechos humanos. A ello se le suman vulneraciones al derecho a un medioambiente saludable, violencia sexual y de género y derechos de personas migrantes. Asimismo, el informe aborda el derecho de la población LGTBIQ+, derechos sexuales y reproductivos y el derecho a la verdad, justicia y reparación. |
Sobre el informe
La investigación anual de Amnistía Internacional muestra un panorama alarmante de continuas violaciones de derechos humanos en todo el mundo.
Desde la manipulación de las reglas de la guerra hasta la discriminación racial en conflictos armados. Además, las comunidades marginadas enfrentan desproporcionadamente crisis económicas, la crisis climática y la represión.
En este contexto los defensores de derechos humanos sufren ataques mientras los derechos de mujeres, niñas y personas LGBTIQ+ enfrentan crecientes amenazas.
El informe insta a la acción, proponiendo medidas para abordar estos desafíos y mejorar la vida de las personas, esencial para líderes gubernamentales, activistas y todos los interesados en la protección de los derechos humanos.
Para acceder al informe completopuedes hacer clic aquí. |