Según el profesor Michel Chossudovsky, director del «Centro de Investigación sobre la Globalización», el Estado Islámico, ISIS o Daesh, fue creado por la CIA, el MOSSAD y el MI6 para defenestrar al Gobierno sirio de Al Assad por gravitar en la órbita rusa. En la actualidad, elementos del ISIS sirio habrían sido reclutados por la CIA con el objetivo confeso de sembrar el caos mediante la doctrina conocida como «estrategia de la tensión», no siendo descartable que tras el atentado de Moscú, se produzcan en suelo europeo atentados cometidos por la nueva red Gladio bajo el marchamo del ISIS.
Gladio (espada en latín), fue el nombre que se le dio a la «red de agentes durmientes desplegados por la OTAN en Italia y preparados para entrar en acción en caso de que los soviéticos invadieran Europa Occidental» y serían la fuerza aliada que permanecería detrás de las líneas soviéticas para facilitar el contraataque. Dicha red estuvo teledirigida por la CIA y a pesar de desaparecer el peligro de invasión soviética, siguió actuando en los países occidentales para evitar que partidos comunistas llegaran al poder a través de unas elecciones democráticas y se dedicaron a sembrar el caos mediante la doctrina conocida como «estrategia de la tensión».
¿Quién está detrás de las amenazas del ISIS?
El objetivo confeso de los globalistas encabezados por Soros y la Open Society Foundation (OSF) sería la implementación del Nuevo Orden Mundial (NWO), que implicaría la recuperación del papel de EEUU como gendarme mundial siguiendo la Doctrina Brzezinski. Sin embargo, la posible victoria de Trump en Noviembre del 2024 representaría el ocaso de la estrategia atlantista de Biden y Soros empecinados en defenestrar a Putin del poder, la firma de un acuerdo de Paz en Ucrania y el retorno a la Doctrina de la Coexistencia Pacífica con Rusia.
Para evitarlo, los globalistas habrían gestado la Operación ISIS consistente en despertar a sus células durmientes integrados por militantes europeos del ISIS repatriados a sus países de origen y provocar cruentos atentados de gran impacto mediático en Europa con el objetivo inequívoco de crear una atmósfera de miedo e intimidación que lleve a una anulación de las libertades civiles y favorezca la posterior implementación de un estado policial.
El estreno de la Operación ISIS habría sido el cruento atentado en la sala de conciertos Crocus de Moscu, con el saldo de cerca de 140 muertos y más de 150 heridos y cuya autoría fue inicialmente reivindicada por el Estado Islámico (EI).Posteriormente, Putin ha reconocido que los autores del cruento atentado serían «islamistas radicales» originarios de Tayikistan, pero la sombra de la autoría intelectual seguiría sobrevolando sobre la CIA y la inteligencia británica, no siendo descartable que dada la dinámica de acción-reacción en la que estamos inmersos tras el atentado de Moscú, nuevos atentados cometidos por la nueva red Gladio bajo el marchamo del ISIS, puedan repetirse en varios países europeos.
En este contexto, se encuadraría la reciente amenaza del Estado Islámico o ISIS de un «atentado terrorista en los Cuartos de Final de la Champions». Según el profesor Michel Chossudovsky, dichos avisos se encuadrarían en la doctrina de «la amenaza terrorista local», promovida por los gobiernos occidentales y apoyada por los medios de comunicación con el fin de «crear una atmósfera de miedo e intimidación, que lleve a una anulación de las libertades civiles y favorezca la posterior implementación de un estado policial».
Ello sería una deriva involucionista de los estados democráticos fruto de la supresión de los derechos individuales que lleva implícita la cruzada de “Guerra Global contra el Terrorismo” y que contaría con el apoyo mediático de los medios de comunicación.Así, según el profesor Chossudovsky, la mass media habría contribuido a instalar en el imaginario colectivo occidental la imagen del Estado Islámico como «un enemigo exterior que amenaza los valores pacíficos y democráticos del mundo occidental» así como «la necesidad de aceptar cualquier tipo de política represiva de las libertades, dentro de la cruzada contra el Terrorismo que podría derivar en la implementación de un estado policial».
Así, el 8 de diciembre, la Unión Europea (UE) aprobó la primera regulación integral de la inteligencia artificial (IA) pero según un documento interno al que habría accedido el semanario ‘Politico’ , se posibilita el «uso irresponsable y desproporcionado de tecnología de identificación biométrica como el reconocimiento facial». El texto jurídico redactado el 22 de diciembre por la presidencia española del Consejo de la UE estableció «la prohibición de esos sistemas de vigilancia biométrica en tiempo real», pero dejó abierta la puerta a excepciones para que policía y ejército puedan usar esta controvertida tecnología mediante autorización legal para «prevenir amenazas como terrorismo, asesinato o violación». Por su parte, la eurodiputada alemana Svenja Hahn ha denunciado que esa laguna que no aparecía en el acuerdo original «supone un ataque a los derechos civiles como solo conocemos de estados autoritarios como China», lo cual sería un primer aviso del previsible finiquito de la democracia formal en los países occidentales.