La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), una de las pocas organizaciones que aún trabaja en Sudán denunció, en rueda de prensa convocada el día 8 de abril, el bloqueo deliberado del ejército sudanés al apoyo humanitario.

De acuerdo con las declaraciones de Christos Christou, presidente internacional de MSF, todas las zonas controladas por el grupo paramilitar FAR- Fuerzas de Apoyo Rápido están bloqueadas y también informó que a lo largo del año de conflicto se ha emitido un número mínimo de visados que permitan el ingreso de personal médico a Sudán, factor que ha impactado en la limitación significativa de posibilidades para la asistencia humanitaria.

Christou afirmó que el ejército sudanés “han estado reteniendo sistemáticamente las autorizaciones para el transporte de personal y suministros médicos” a zonas controladas por las FAR, ubicadas sobre todo al oeste del país, es Dafur. En sus declaraciones, el presidente de MSF afirma que este tipo de medidas son violatorias del derecho internacional humanitario, que la situación es realmente dramática y que las vidas de millones de personas, aproximadamente 25 millones, están al límite porque su situación requiere asistencia inmediata, no solamente médica sino también con agua, alimentos y todo tipo de apoyos, en un contexto donde solamente el 30% de los centros de salud están operativos, dada la destrucción de la infraestructura sanitaria del país. A lo anterior se suman las altas cifras de desplazamientos internos y los asesinatos de comunidades enteras en medio de una violencia étnica que asola muchos territorios del país.

El pueblo sudanés está sumido en una crisis sin precedentes que se agudizó desde abril del 2023, a partir de los enfrentamientos entre la Fuerzas Armadas de Sudán y las denominadas Fuerzas de Apoyo Rápido. Ya desde antes, el país se encontraba en una situación humanitaria dramática, con golpe militar, conflictos étnicos intercomunitario e impactos de fenómenos como sequías e inundaciones muy graves, efecto del cambio climático.

La situación es crítica. La ayuda humanitaria insuficiente. Sin duda, también hay soluciones, pero no necesariamente la voluntad para llevarlas adelante. Volver la mirada solidaria a Sudán, es urgente.