“Lo que comienza aquí cambia el mundo. Comienza contigo y con lo que haces cada día”. Así reza un cartel alentador que da la bienvenida a los estudiantes de la Universidad de Texas en Austin. Sin embargo, las acciones que ese centro educativo está llevando a cabo cuentan una historia diferente. Una foto que circuló esta semana en redes sociales muestra a una hilera de policías estatales ataviados con equipo antidisturbios situados justo detrás de ese cartel. Los agentes —algunos armados con rifles semiautomáticos y otros montados a caballo— habían sido enviados al campus para dispersar a los estudiantes que protestaban contra la ofensiva israelí en Gaza y procedieron a arrestar violentamente a al menos 50 personas, entre ellas a un periodista.
La protesta en la Universidad de Texas en Austin se enmarca dentro de un levantamiento estudiantil que se ha extendido por campus universitarios de todo Estados Unidos y que se ha inspirado en el campamento de solidaridad con Palestina instalado en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York. La respuesta inadecuada de la rectora de la Universidad de Columbia, Minouche Shafik, ante ese campamento de protesta pacífica, ha sido el catalizador del crecimiento de ese movimiento estudiantil.
El campamento en la Universidad de Columbia surgió como una profundización de la protesta, después de meses de manifestaciones contra la guerra tras los ataques perpetrados por Hamás el 7 de octubre y los implacables y persistentes ataques aéreos y terrestres israelíes en la Franja de Gaza. El Comité de Educación y Fuerza Laboral del Congreso, controlado por los republicanos, acusó a la Universidad de Columbia de tolerar la expansión del antisemitismo en el campus. La semana pasada, mientras la rectora comparecía ante dicho comité para dar explicaciones, decenas de estudiantes, muchos de ellos judíos, montaron en los jardines del campus tiendas de campaña y una pancarta en la que se leía “Campamento de Solidaridad con Gaza”.
Esa misma noche, la rectora afirmó que los manifestantes eran un “peligro claro y presente” y solicitó la intervención de la Policía de Nueva York. Durante el procedimiento, la policía detuvo a más de 100 estudiantes. Sin embargo, el jefe de la División de Patrulla del Departamento de Policía de Nueva York, John Chell, declaró que los manifestantes actuaron de manera pacífica y cooperativa. Después de que la policía desmantelara el campamento inicial, los estudiantes establecieron rápidamente uno nuevo, que permanece en pie al momento de escribir esta columna.
Tras la violenta represión en la Universidad de Columbia, se han establecido campamentos de solidaridad con Palestina en diversas universidades de todo Estados Unidos. Entre ellas se destacan las universidades de Harvard, Tufts y Emerson College, ubicadas en el Gran Boston; la Universidad Emory en Atlanta; la Universidad de Princeton y la Universidad Cornell; así como la Universidad de California en Berkeley. Además, se han organizado campamentos en la Universidad Politécnica Estatal de California, al norte del estado de California, y en el Instituto de Tecnología de la Moda, situado en el corazón del distrito neoyorquino de Manhattan.
En la Universidad de Brown, ubicada en la ciudad de Providence, estado de Rhode Island, los estudiantes instalaron tiendas de campaña al grito de: “¡Desde Columbia hasta Brown, no abandonaremos a Gaza!”. En noviembre de 2023, Hisham Awartani, un estudiante palestino-estadounidense de Brown, recibió un disparo mientras caminaba junto a dos amigos por la ciudad de Burlington, estado de Vermont. El joven, que ha quedado paralítico, había ido a visitar a su abuela con motivo del Día de Acción de Gracias.
No sorprende que la Universidad de Columbia haya sido el epicentro del movimiento de solidaridad con el pueblo palestino. En abril de 1968, cientos de estudiantes ocuparon edificios del campus para manifestarse en contra de la guerra de Vietnam y los proyectos de construcción de un gimnasio en Harlem, un barrio vecino de la universidad con una población mayoritariamente negra. Los estudiantes se referían al gimnasio propuesto como “Gym Crow”, en referencia a las leyes de segregación racial conocidas como “las leyes de Jim Crow”. En esa ocasión, las autoridades de Columbia también pidieron la intervención de la Policía de Nueva York y más de 700 personas fueron detenidas.
El copresentador de Democracy Now! Juan González participó en las movilizaciones de 1968 en la Universidad de Columbia. Durante una conversación que mantuvo esta semana con Democracy Now!, 56 años después, González recordó esos acontecimientos:
“La huelga de Columbia duró varias semanas. La primera semana consistió en una ocupación, pero la brutalidad de la represión policial, como consecuencia de la cual más de 150 personas tuvieron que ser hospitalizadas la noche del 30 de abril, desató una huelga generalizada en toda la universidad. Más de 10.000 estudiantes bloquearon el acceso a la universidad por el resto del semestre”.
Juan comparó la respuesta de las autoridades universitarias de aquel entonces con las de hoy en día:
“En 1968, ocupamos los edificios y no permitimos que se dictaran clases. [En la protesta actual], las clases se dictan normalmente. Los estudiantes estaban acampando de manera pacífica en los jardines. Por lo tanto, la naturaleza desproporcionada de la respuesta de la universidad, la rapidez con la que respondió, sin siquiera consultar ni escuchar al cuerpo docente, es realmente asombrosa”.
La represión a los estudiantes de la Universidad de Columbia de 1968 ocurrió justo tres meses antes de la Convención Nacional Demócrata que tuvo lugar en Chicago. Este año, la Convención Nacional Demócrata volverá a celebrarse en Chicago… en poco más de tres meses.
Sarah King, una estudiante de posgrado de Columbia, fue detenida durante la acampada inicial y desde entonces ha sido suspendida y tiene prohibido el ingreso al campus.
En conversación con Democracy Now, la joven dijo: “El campamento en sí es muy bonito. Ha sido un verdadero lugar de celebración y solidaridad interreligiosa, en apoyo a la población de Gaza, que actualmente lleva más de 200 días de genocidio”. King, quien es judía, respondió a las acusaciones de que las protestas son antisemitas:
“La peor persecución a la que se enfrentan los estudiantes judíos del campus es la de la Universidad de Columbia. La institución nos ha sancionado de manera desproporcionada por el hecho de que muchos de nosotros formamos parte del Campamento de Solidaridad con Gaza y estamos tratando de evitar que se cometa un genocidio en nuestro nombre”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó el miércoles un paquete de ayuda militar para Ucrania, Israel y Taiwán por un total de 95.000 millones de dólares, de los cuales 26.000 millones de dólares han sido asignados a Israel.
Durante la entrevista con Democracy Now, Juan González agregó: “Las universidades de Estados Unidos tienen que darse cuenta de que la juventud de este país no apoya las constantes guerras, que son guerras imperiales, en las que nuestro Gobierno participa o financia, y que algo tiene que cambiar”.
“Lo que comienza aquí cambia el mundo”. Un simple eslogan para la Universidad de Texas en Austin se ha transformado rápidamente en un llamado a la acción para miles de estudiantes de todo Estados Unidos que exigen que haya paz en Gaza.