El vicecanciller de Cuba critica la lealtad con que Biden ha continuado
las políticas de Trump hacia la isla
Hablamos con Carlos Fernández de Cossío, viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, acerca de las conversaciones de alto nivel sobre inmigración que se celebraron la semana pasada en Washington entre Estados Unidos y Cuba. Fernández de Cossío plantea que las políticas implementadas por Estados Unidos para acelerar los permisos de residencia permanente de la gente cubana en Estados Unidos desempeñan un papel importante en el movimiento de personas entre los dos países, pero añade que el principal elemento que impulsa la migración es el bloqueo que Estados Unidos impone hace décadas sobre la isla. “Son las condiciones económicas lo que empujan al pueblo de Cuba a migrar y un factor importante en el empeoramiento de esas condiciones es la política deliberada de Estados Unidos de destruir la economía cubana y hacerla inviable”. Fernández de Cossío también analiza las elecciones estadounidenses de 2024 y la superposición de políticas entre los Gobiernos de Trump y Biden. Además, explica la postura de Cuba con respecto a la guerra, respaldada por Estados Unidos, de Israel contra Gaza y habla sobre las recientes protestas dentro de Cuba por las condiciones de vida, entre otros temas.
Cuba y Estados Unidos mantuvieron conversaciones de alto nivel sobre inmigración el 12 de abril en Washington D.C. Las reuniones de dos veces al año, se suspendieron durante la presidencia de Trump, pero el Gobierno de Biden las reanudó en 2022.
Estados Unidos reanudó los vuelos de deportación a Cuba el año pasado después de una pausa de dos años. Desde entonces, Estados Unidos ha fletado un vuelo con deportados cubanos cada mes con destino a La Habana. Cuba ha denunciado por años las sanciones de Estados Unidos por estrangular su economía y la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que otorga derechos especiales de entrada a los cubanos y apoyo a su llegada, por alentar la migración de sus jóvenes.
Amy Goodman: —Nos acompaña ahora en nuestro estudio de Nueva York el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío. Bienvenido de nuevo a Democracy Now! Es un gusto tenerlo de vuelta.
¿Puede hablar sobre el resultado de las conversaciones que concluyeron en Washington la semana pasada entre Cuba y Estados Unidos?
Carlos Fernández de Cossiío: —Estas conversaciones son parte de la implementación de los acuerdos migratorios que tenemos ambos países, que están concebidos para garantizar que la migración entre Cuba y los Estados Unidos sea segura, regular y ordenada. Y esto incluye la implementación de varios factores que tienen que revisarse y ajustarse con el tiempo. Y por eso es que tenemos conversaciones regulares. En el caso nuestro y desde hace años enfatizamos, como venimos haciendo desde hace varios años, en que el factor económico influye mucho en el empuje de los cubanos a emigrar. Y en las condiciones económicas de Cuba tiene un gran impacto el bloqueo económico de los Estados Unidos. Es una política dirigida a deprimir el nivel de vida de los cubanos y a destruir el sistema de justicia social del que depende su bienestar.
Y por eso, si nosotros no atacamos las causas de la migración, va a ser muy difícil deprimir el potencial migratorio de los cubanos a los Estados Unidos. Y es un tema que Cuba ha venido enfatizando desde hace varios años, lo hemos dicho al Gobierno de los Estados Unidos.
Juan González: —En términos de la migración, más cubanos han llegado a los Estados Unidos en los últimos años que en ningún periodo en la historia de Cuba y los Estados Unidos, incluso más han llegado que en el periodo de los 60, después de la Revolución Cubana. ¿Nos puede explicar desde su punto de vista por qué está pasando eso?
—Ahí influyen varios factores. Como resultado de la emigración, hay una mayor presencia de cubanos en los Estados Unidos, lo que implica que hay más contactos familiares, más contactos afectivos y por tanto, el migrante considera que hay una población que lo puede recibir. Existe, además, de parte del Gobierno de los Estados Unidos, una política vieja, proactiva de privilegiar al emigrante cubano con independencia de cómo llegue a las costas o a la frontera de los Estados Unidos, sea de manera regular o de manera irregular.
Y hay un factor muy poderoso que es la política deliberada del Gobierno de los Estados Unidos de deprimir el nivel de vida de la población. De modo que no es extraño que el cubano busque una manera de evadir esas condiciones económicas adversas, emigrando a un país más poderoso, más próspero y que además le invite a ir. A eso se agrega el temor a lo que puede suceder en Estados Unidos en el futuro. Con independencia de lo que suceda en las elecciones, el cubano va llegando a la conclusión, o por lo menos el cubano que desea de algún modo emigrar a los Estados Unidos, de que no va a haber cambio en la política de Estados Unidos, que Estados Unidos se va a proponer continuar castigando a la economía cubana y eso alimenta el potencial migratorio hacia este país.
Juan González: —Durante el período de la presidencia de Barack Obama, por lo menos en su segundo término, hubo un cambio bastante grande en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Pero entonces llegó el presidente Trump y cambió esa política. ¿Nos puede hablar de cuál fue el impacto de la llegada de Trump al poder y después las posiciones de la administración de Biden hacia Cuba?
—Al final del gobierno de Obama, se dieron los pasos que comenzaban el camino hacia la construcción de una relación respetuosa. Se podría decir que fue el comienzo del proceso de poner fin a una injusticia. Así nos lo han presentado algunos estadounidenses con los que he hablado en estos días. El Gobierno de Trump le puso freno a eso y más bien lo que hizo fue reforzar aún más el bloqueo económico contra Cuba y el Gobierno de Biden ha ido cumpliendo con absoluta y sorprendente lealtad esa política de reforzamiento del bloqueo económico.
Ha dado algunos pasos en otras áreas. Hay que reconocer que en determinadas áreas de cooperación y con la disposición de Cuba, como gesto de nuestro país, se han abierto áreas de cooperación en ciencia, tecnología, sector académico, cultural. Pero lo que define la relación bilateral, que es la guerra económica, el Gobierno Biden la aplica con la misma o con más presión que lo hizo el Gobierno de Trump.
Juan González: —Yo quisiera preguntarle también sobre las relaciones entre Cuba y América Latina. Por décadas muchos de los países en América Latina seguían las órdenes que venían de Washington, pero hoy en día eso ha cambiado. Los gobiernos de México, Colombia, Chile y Brasil tienen una posición distinta ahora hacia Cuba. ¿Nos puede hablar de cómo ha cambiado eso la situación en su país?
—Yo diría que desde hace más de 30 años, cerca de 40 años, Cuba ha logrado disfrutar de buenas relaciones con, si no todos, durante todo el período, con prácticamente todos los países de la región. Y desde hace más de 20 años, con todos los países de la región, con independencia del signo ideológico de ese país, con independencia de las diferencias políticas que podamos tener con algunos gobiernos. Con algunos, incluso con los que hemos tenido diferencias políticas, hemos tenido relaciones de cooperación, incluyendo cooperación médica o como ha sido en el caso de Colombia en el pasado, un país distante ideológicamente, con gobiernos distantes ideológicamente del cubano, Cuba ha sido solidario y ha tenido una participación activa en el proceso de paz de Colombia. Y hoy nosotros disfrutamos en nuestra región como un respaldo. Una región que además se pronuncia enfática y abiertamente en contra de la política de Estados Unidos contra Cuba.
Amy Goodman: —Quiero cambiar de tema y preguntarle sobre lo que está sucediendo en Gaza en este momento, y sobre la relación de Cuba con Estados Unidos e Israel. En noviembre, la Asamblea General de la ONU votó, por trigésima primera vez, a favor de poner fin al embargo que Estados Unidos impuso a Cuba hace décadas. Todos los países aprobaron la resolución no vinculante, excepto Estados Unidos e Israel, con la abstención de Ucrania. Hable sobre esto y sobre la respuesta de Cuba a la situación en Gaza.
—Naciones Unidas, como bien plantea, desde el año 92, ha ido aprobando resoluciones consistentemente que reclaman el fin del bloqueo económico contra Cuba, invariablemente. E invariablemente, Estados Unidos, con el único acompañamiento de Israel, queda absolutamente aislado. Posiblemente es uno de los ejercicios que más aislamiento produce en las Naciones Unidas, sólo comparable con el tema de Palestina. Ahora, esta es una resolución que implica una recomendación. Implica la voluntad de la comunidad internacional. No logra tener un impacto porque Naciones Unidas no es quien castiga a Cuba.
Pero más allá de eso, un grupo de jefes de delegación, decenas de jefes de delegación, el año pasado en la Asamblea General, reclamó específicamente que se sacara a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo, una medida arbitraria de Estados Unidos que tiene impactos muy severos sobre la economía cubana.
En el caso de Gaza, nosotros observamos las manifestaciones y las expresiones, sobre todo de la juventud de diverso tipo, que tienen lugar en los Estados Unidos. En Cuba también las ha habido. La diferencia fundamental es que el presidente de Cuba y los líderes gubernamentales de nuestro país encabezan o participan activamente junto con el pueblo en estas expresiones de solidaridad con el pueblo de Palestina y de rechazo a la agresión de Israel. Nosotros entendemos que esta agresión de Israel, que en estos momentos se ve como una manifestación muy brutal de algo que viene ocurriendo hace más de 75 años, sólo es posible por el respaldo material, militar, económico y político que recibe del Gobierno de los Estados Unidos y algunos otros miembros de la OTAN, pero fundamentalmente del Gobierno de los Estados Unidos.
Juan González: —Yo quisiera preguntarle un poco acerca de la economía en Cuba hoy en día. Obviamente su país dependía bastante del turismo internacional. ¿Nos puede hablar del impacto de la pandemia en la economía en Cuba y cómo ustedes están desarrollando alternativas de desarrollo económico?
—Nosotros cerramos el país absolutamente entre el año 2020 y 2021 y eso tuvo un impacto severo en la industria en Cuba en varios servicios, en el transporte, y por supuesto tuvo un impacto en el turismo, que es una fuente fundamental de ingresos para el país. Pero hay otro impacto sobre el turismo, y es la presencia de Cuba en la lista de estados patrocinadores de terrorismo, puesto que la presencia ahí hace que el Gobierno de los Estados Unidos emita un efecto intimidador contra los europeos y ciudadanos de otros países si viajan a Cuba, con independencia de la posición del gobierno de ellos.
Cuba lleva años comprometida con un proceso de introducir transformaciones en la economía y la estamos llevando a cabo bajo condiciones muy severas. Tenemos la determinación de seguir progresando con esas transformaciones a pesar de la difícil situación económica. Es un reto grande, sin la ayuda de ningún otro país y con la agresividad de los Estados Unidos intentando entorpecer las transformaciones y destruir la economía.
Juan González: —Y siguiendo con esta pregunta, la situación de marzo pasado, donde hubo protestas en la ciudad de Santiago por los cortes de electricidad, el gobierno cubano ha dicho que ellos creen que los Estados Unidos estaban envueltos en tratar de aumentar esas protestas. ¿Nos puede hablar de eso?
—El Gobierno de Estados Unidos dedica cada año millones de dólares que aprueba el Congreso, del presupuesto federal, para generar una oposición en Cuba, para subvertir el Gobierno, para influir en la población cubana de modo que actúe contra su Gobierno con el complemento que le aporta la guerra económica para destruir el bienestar de la población. Nosotros sabemos que personas que residen en Estados Unidos incitan a actos de protesta, a actos de violencia, a actos de desafío al Gobierno. El 17 de marzo tuvo lugar en Santiago de Cuba, un grupo de personas salieron a protestar pacíficamente, estaban sufriendo cortes de electricidad, estaban sufriendo demora en los suministros de alimentos subsidiados que garantiza el Estado y es normal esperar que haya irritación en esa población por las condiciones que vive el país y la coyuntura del momento.
Fueron manifestaciones pacíficas. Nosotros sabemos que el deseo de los Estados Unidos hubiera sido que no hubieran sido pacíficas, incluso tenían la intención y el deseo de que esto fuera en varias ciudades, al punto de que en la prensa divulgaron, y voceros del Gobierno de Estados Unidos hablaban de continuas protestas en Cuba durante varios días, tratando de hacer referencia a lo que ocurrió sólo durante una tarde de un domingo en la ciudad de Santiago de Cuba.
Amy Goodman: —La Embajada de Estados Unidos en Cuba publicó en Facebook: “Instamos al Gobierno de Cuba a respetar los derechos humanos de los manifestantes y atender las necesidades legítimas del pueblo cubano”. ¿Cómo responde a esto?
—Es un mensaje muy curioso de la embajada de los Estados Unidos, porque además es deshonesto y carente de valentía o de coraje. No dijo que el Gobierno de los Estados Unidos tiene como política, declarada oficialmente por sus altos funcionarios, privar al Gobierno cubano de recursos. Eso implica privar al Gobierno cubano de los recursos que se requieren para responder a las necesidades de la población. No tuvieron ni la honestidad ni la valentía de reconocer que esa es su política. Ahora, el Gobierno de los Estados Unidos reclamarle a Cuba respeto por los derechos humanos, cuando es cómplice activo y directo en la masacre de más de 35.000 palestinos, que mueren con armas de los Estados Unidos, parece un acto de hipocresía de tamaña magnitud.
Juan González: —¿Nos puede hablar acerca de la escasez de alimentos básicos en Cuba, la situación de la población para poder tener suficiente comida?
—La población cubana está acostumbrada, gracias a nuestro sistema de justicia social, a disfrutar regularmente de suministros, de alimentos subsidiados por el Estado, alimentos básicos; entre ellos, por ejemplo, algo que es único para Cuba, que es una garantía de un litro de leche para todos y cada uno de los niños de siete años o menores. Eso no existe ni ha existido nunca en ningún país y el Gobierno cubano lo garantiza. En virtud de la difícil situación económica que estamos enfrentando, de la dificultad para realizar pagos, para obtener crédito, para encontrar suministradores, ha habido retraso en el suministro de esta leche, ha habido retraso en el suministro de la harina, que también se utiliza para el pan que se distribuye o se vende de madera subsidiada. Y eso está causando, por supuesto, irritación y dificultad en la población. Si uno va hoy a Cuba, uno encuentra en tiendas privadas esos productos a precios de mercado normales. Pero la población, con toda razón y con justicia, está acostumbrada a la garantía que le ha ofrecido el Gobierno cubano durante décadas de sistemas subsidiados que ayudan a garantizar una distribución equitativa de la riqueza del país, un disfrute equitativo y la justicia social en nuestro país.
Eso es un problema que estamos enfrentando, que esperamos superar, esperamos superar incluso con la inflación provocada y especulativa que existe en el país. No es una tarea sencilla. Pocos países han llevado a cabo un proceso de transformación económica como el de Cuba, bajo una guerra económica de una potencia tan poderosa.
Amy Goodman: —Vicecanciller, México rompió relaciones con Ecuador después de que el ejército y la policía de Ecuador irrumpieron en la embajada mexicana para arrestar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien se había refugiado allí meses atrás. ¿Cuál es la postura de Cuba?
—Nosotros respetamos la posición de México y nos solidarizamos con México, un país que ha sido víctima de una agresión en su embajada. Lo ocurrido ahí fue una violación de la Convención de Viena y establece un precedente muy peligroso. No es por gusto que históricamente la inmunidad diplomática de las embajadas se ha respetado, puesto que sin ellas no es posible conducir los contactos entre los países oficialmente, aun cuando tienen diferencias, aun cuando hay condiciones de guerra. Es algo que históricamente siempre se ha respetado. Y hubo, en la ciudad de Quito, una flagrante violación de esas normas jurídicas y de ese principio diplomático que es la inmunidad. De modo que nosotros respetamos, y reitero, nos solidarizamos con México.
Amy Goodman: —Muchas gracias por estar con nosotros. Carlos Fernández de Cossío, Viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, nos acompañó aquí en Nueva York, no muy lejos de la sede de la ONU.