El domingo 21 de abril, las dos terceras partes de la población expresaron su rechazo contundente a las dos preguntas de la Consulta Popular convocada por el Presidente Daniel Noboa, que constituían las apuestas estratégicas de la agenda neoliberal de las élites del país y el capital transnacional.

Escrutadas más del 70% de las actas, el Tribunal Supremo Electoral ha informado oficialmente (https://consulta2024.cne.gob.ec/) que el NO alcanzó el 69,57% de los votos en la pregunta E, que proponía modificar la Constitución para legalizar el trabajo por tiempo fijo y por horas, y el 65.47% en la pregunta D, que negó la reinserción del Ecuador en el sistema de arbitraje internacional para el arreglo de diferencias relativas a inversiones (CIADI).

De este modo, la mayoría de electores y electoras ha ratificado en este nuevo referéndum los artículos 327 y 422 de la Constitución de la República, preservando la naturaleza de los principios constitucionales debatidos y aprobados en la Asamblea Constituyente de 2008.

Las restantes nueve preguntas referidas a temas de seguridad han tenido un pronunciamiento mayoritario favorable, en proporción inversa a las anteriores. Estas medidas aprobadas por una población asediada por la inseguridad y arrinconada por el temor, abren condiciones legales para profundizar la militarización de la sociedad y el endurecimiento del populismo penal, así como para “repensar la seguridad como campo político, que debe y puede ser disputado”, según propone Luis Córdoba, Director del programa de investigación sobre Orden, Conflicto y Violencia de la Universidad Central del Ecuador.

Sin duda, el triunfo en las respuestas a las preguntas D y E- es el resultado de una campaña múltiple, temprana y muy creativa, en la que una amplia diversidad de organizaciones sociales del país se sumó. El liderazgo de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) se hizo notar una vez más, en este esfuerzo tan colectivo y solidario de movimientos, colectivos, organizaciones y buena parte de la ciudadanía.