Día: Sábado 13 de abril del 2024 

Hora: 11:00 am (H/Este de EU) hasta las 4:30 pm
—Por ZOOM con interpretación simultánea al español—

Registrate

En octubre de 1962, el presidente estadounidense John F. Kennedy reconoció la urgente necesidad de un acuerdo diplomático con la Unión Soviética de forma tan directa e inmediata -un fracaso en aquellos famosos trece días habría significado el abrupto final de la civilización- que 7 meses después pronunció las siguientes palabras en la American University de Washington DC:

«Hablo de la paz, por tanto, como el fin racional necesario de los hombres racionales. Me doy cuenta de que la búsqueda de la paz no es tan dramática como la búsqueda de la guerra, y con frecuencia las palabras del perseguidor caen en saco roto. Pero no tenemos una tarea más urgente.

«Algunos dicen que es inútil hablar de paz mundial, de derecho mundial o de desarme mundial, y que será inútil hasta que los dirigentes de la Unión Soviética adopten una actitud más ilustrada. Espero que lo hagan. Creo que podemos ayudarles a hacerlo. Pero también creo que debemos reexaminar nuestra propia actitud, como individuos y como nación, ya que nuestra actitud es tan esencial como la suya. Y todo graduado de esta escuela, todo ciudadano reflexivo que desespere de la guerra y desee traer la paz, debe comenzar por mirar hacia adentro, por examinar su propia actitud hacia las posibilidades de paz, hacia la Unión Soviética, hacia el curso de la guerra fría y hacia la libertad y la paz aquí en casa.

«Primero: Examinemos nuestra actitud hacia la paz misma. Demasiados de nosotros pensamos que es imposible. Demasiados piensan que es irreal. Pero esa es una creencia peligrosa y derrotista. Lleva a la conclusión de que la guerra es inevitable, de que la humanidad está condenada, de que estamos atenazados por fuerzas que no podemos controlar.

«No tenemos por qué aceptar ese punto de vista. Nuestros problemas son obra del hombre y, por tanto, pueden ser resueltos por el hombre. Y el hombre puede ser tan grande como quiera. Ningún problema del destino humano está más allá de los seres humanos. La razón y el espíritu del hombre han resuelto a menudo lo aparentemente irresoluble, y creemos que pueden volver a hacerlo».

Una década más tarde, en 1975, el economista y estadista estadounidense Lyndon H. LaRouche elaboró un gran plan en la misma línea, para la paz y el desarrollo en el sudoeste asiático: el «Plan Oasis». LaRouche estaba convencido de que sólo podría lograrse una paz duradera si iba unida a una clara perspectiva de desarrollo económico para todos los pueblos y religiones implicados, porque así se crearía un interés mutuo en la coexistencia pacífica. El concepto es tan válido ahora como lo era entonces, en 1975. Esta visión de largo alcance también constituyó implícitamente la base de las negociaciones de paz de Oslo en la década de 1990 entre el entonces Primer Ministro israelí Yitzhak Rabin, y el líder de la organización palestina OLP, Yasser Arafat, con la mediación del Presidente estadounidense Bill Clinton. Sin embargo, no se aplicó en su momento, lo que a la postre provocó que el conflicto de Oriente Próximo volviera a recrudecerse y creó el caldo de cultivo para la actual espiral de escalada, que alberga un peligro, al menos igual de dramático, de descontrol e incluso de guerra nuclear.

Esto hace que la aplicación del Plan Oasis como solución de paz entre Israel y Palestina y toda la región del sudoeste asiático sea ahora aún más urgente e importante.

Como participantes en anteriores conferencias en Internet del Instituto Schiller, ya conocen el alcance internacional y la participación de ponentes de alto nivel de muchas partes del mundo en estos eventos de Schiller. La próxima conferencia del Plan Oasis superará esta tradición y pretende intervenir directamente en la historia en el espíritu de JFK y resolver lo aparentemente irresoluble. ¡Asista y apoye la perspectiva para Oriente Medio «Paz a través del Desarrollo»!

 

 

El artículo original se puede leer aquí