Los movimientos feministas de todo el mundo están comenzando a movilizarse por el avance de las formas misóginas, que van creciendo. Cuanto más movilización y esclarecimiento, más posibilidades de avanzar; cuanto más censura, silenciamiento, persecución y discriminación, más temor de algunas mujeres a manifestarse. Por eso el diálogo es para que cambie esa postura y tomen en cuenta que juntas podemos.
En todas las latitudes, debido a los bajos salarios, comienza la escalada de carencia de alimentos, falta de medicamentos, en el caso de las mujeres mayores tener que elegir entre la comida o los remedios, vivienda digna, la competitividad para buscar empleos –las aves de rapiña sobrevuelan y acechan–, la violencia del estado, la institucional, la simbólica.
Todo esto está dirigido a nosotras con más saña.
En este contexto social prendido fuego, discriminador y enardecido del patriarcado, no podemos desmovilizarnos, porque los logros que hemos conseguido fueron en base a resistir con fuerza, vitalidad y entusiasmo.
Lo primordial es comunicarnos, decir lo que nos pasa y proponer ideas; la comunicación directa entre todos los movimientos feministas y organizaciones de mujeres es lo importante para que no nos fragmenten, porque la fragmentación permite la desunión y la sospecha sobre las otras.
A la clandestinidad no volvemos más –me refiero a la posibilidad de que en distintos países anulen la Ley del aborto–, tampoco a la anestesia que despolitiza.
Vamos a proponernos construir un 8 de marzo de unidad y de acción.
Las formas creativas que tiene el feminismo para mostrar las luchas permanentes, tienen que mostrarse nuevamente y son muchas: la desobediencia, la resistencia, la comunicación, la interpelación desde una perspectiva de género, el abrazo, la poesía, las asambleas, los pañuelos, un millón de propuestas en carteles, danzas, movilizaciones. No nos olvidaremos de las discusiones para tratar de coincidir entre las diferencias entre lo urgente y lo importante, siempre dialogando, no compitiendo.
Nos queda claro que no tenemos que mendigar nada. Las conquistas se logran trabajando todas juntas. Vinimos a este mundo para transformarlo y crear uno nuevo, jamás nos callaremos, ni nos sentiremos vencidas.