El pasado 11 de marzo el Instituto Internacional de Investigación para la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés), publicó su último informe sobre comercio de armas, con datos hasta el año 2023. El informe arroja datos de los últimos cinco años y vale la pena conocer un poco de su contenido.
Una primera evidencia es la duplicación de las importaciones de armas en Europa. Para ser más precisos, la importación de armas grandes ha aumentado en un 94% y además, se le han comprado a Estados Unidos. No sucede así en las demás regiones del mundo. Ucrania, por su parte, se ha convertido en el mayor importador del continente europeo. Como contraparte lógica, el aumento de exportaciones de armas desde Estados Unidos pasó al 42% de la venta mundial y distribuyó armas a 107 países del mundo: 38% a Oriente Medio, 31% a Asia y Oceanía. Mientras Estados Unidos se sitúa como primer exportador mundial, Rusia refleja una disminución importante del 53% en los últimos cinco años y también una reducción en los países destinatarios, que pasaron de 31 a 12.
¿Y cuál es el primer comprador mundial? De acuerdo con este informe, India sigue siendo el mayor comprador mundial, aumentado sus importaciones en un 4.7% y representando el 10% del total mundial de compra de armas.
En la tendencia contraria está nuestra región latinoamericana y caribeña, en la que el comercio de armas cayó en un 19% en promedio. En ese promedio regional, de todas maneras, cabe decir que Brasil fue el país de la región que aumentó sus importaciones en un 26%.
Estas son apenas unas pocas cifras de las muchas que están en el informe y que, en general, nos hablan de una industria que no decrece, de millones y millones de dólares de gasto que bien podría ir a cubrir verdadera necesidades vitales de nuestras poblaciones y de una lógica de ataque y defensa que sigue viva en un mundo que clama por la paz.