El parlamento ghanés ha aprobado una ley denominada Proyecto de Ley de Derechos Sexuales y Valores Familiares, que condena a prisión de hasta tres años a toda persona que se defina como parte de la comunidad LGBTQI+. La ley prevé 3 años de prisión en este caso y hasta 5 años para todas las personas que se organicen o respalden financieramente a los colectivos vinculados con los derechos LGBTQI+. Por otra parte, la ley castigará también a quienes busquen reasignación de género.
Las reacciones nacionales e internacionales no se han hecho esperar, urgiendo al presidente Akufo-Adde a no validar la ley y con ello, impedir que entre en vigor. En respuesta, el presidente ghanés ha anunciado que está a la espera del análisis y decisión del Tribunal Supremo y que, a partir de tal decisión, procederá o no a la validación. De acuerdo con Larissa Kojoué, defensora de derechos humanos, esta ley «contra los derechos de las personas LGBT es incompatible con la tradición de paz, tolerancia y hospitalidad de Ghana y va en contra de las obligaciones internacionales del país en materia de derechos humanos»
Vale recordar que el Código Penal ghanés, que data de 1960, define como crimen el denominado «conocimiento carnal antinatural», es decir, ya el país viene de una tradición conservadora en relación con estos temas. Sin embargo, la aprobación definitiva de esta ley, profundizaría la homofobia, la vulneración de derechos de estas comunidades y situaría a Ghana entre los 30 países del continente africano que condenan todas las expresiones de la diversidad sexo-genérica.
Sin duda, esta situación hace parte de una fuerte tendencia en aumento de los discursos homofóbicos y anti-LGBTIQ+ en el continente.