Por una amplia mayoría de 780 votos a favor, Francia se ha convertido en el primer país del mundo en el que este derecho es incluido en la Constitución. Organizaciones feministas y de derechos humanos, entre otras muchas, han celebrado a lo largo y ancho del país esta decisión del parlamento francés, calificada como una victoria histórica para el país y sus habitantes.
Si bien es cierto que el aborto es derecho en Francia desde el año 1975 y fue ratificado en la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, aprobada en 1979, el paso sustancial que se ha dado con esta reforma constitucional es, de acuerdo con la posición oficial del gobierno, «garantizar que la ley no sea derogada en cualquier momento, impidiendo el ejercicio libre de este derecho a las mujeres». Se trata, además, de la primera reforma a la Constitución francesa en 25 años.
La reforma se establece con la introducción, en el artículo 34, del siguiente texto: «la ley determina la forma en que se reconoce la libertad garantizada de las mujeres a recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo”
La iniciativa de esta reforma fue impulsada por el presidente Enmanuel Macron y, en cierto sentido, es una respuesta a movimientos de tendencia conservadora que toman fuerza en Europa. Francia entrega así una decisión histórica al inicio de la semana del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.