Con motivo de la visita a Italia del historiador cubano Ernesto Limia, quien presentó su libro Patria y cultura en revolución (publicado por PGreco), conversamos con Mirta Granda Averhoff, Embajadora de Cuba en Italia, Malta y San Marino y Representante Permanente ante los organismos internacionales con sede en Roma.

Usted tiene una gran experiencia en el campo de la diplomacia internacional. ¿Qué momento atraviesa su país en este sentido, especialmente en relación con la actitud de la Unión Europea?

Desde 1959 la política exterior cubana se ha caracterizado por el alto nivel de compromiso con los principios que rigen nuestro sistema político y por la ardua labor en defensa de la Revolución. Recién culminó el 2023, año cargado de retos y desafíos, pero también de éxitos. Ejemplo de ello han sido los resultados de la IV Conferencia La Nación y la Emigración, evento que reunió a una amplia representación de la comunidad cubana en el exterior y con los cuales se estrechan los vínculos cada vez más.

El país ostentó la presidencia pro-témpore del Grupo de los 77 y China, lo que representó una gran responsabilidad y un reconocimiento a nuestro liderazgo en defensa de los intereses del Sur global. Bajo el tema “Los retos actuales del desarrollo: Papel de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación”, acogimos en La Habana la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno del Grupo con una gran repercusión.  A su vez, el presidente Díaz-Canel participó en la Cumbre de Líderes del Grupo en el contexto de la 28 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y en el Segmento de Alto Nivel de la 78 Asamblea General de las Naciones Unidas.

En el mes de octubre Cuba fue la electa por sexta ocasión miembro del Consejo de Derechos Humanos para el período 2024-2026, con la votación más alta entre los países latinoamericanos y una de las más altas alcanzada. De igual manera, fue electa al Consejo Ejecutivo de la UNESCO.

En todo este trabajo no falto la oportuna denuncia al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra nuestro país y a la inclusión arbitraria en la lista de países patrocinadores del terrorismo, elaborada por su Departamento de Estado.

Respecto a las relaciones con la Unión Europea, en mayo de 2023 se celebró en La Habana el tercer Consejo Conjunto Cuba-UE, con la presencia del Alto Representante Josep Borrell, quien confirmó los avances logrados en el cumplimiento de los objetivos definidos en el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre Cuba y la UE (ADPC) y también su validez como rector y conductor del desarrollo y profundización de las relaciones de beneficio mutuo. El Consejo evidenció la madurez y capacidad existentes para intercambiar sobre cualquier tema de manera respetuosa, contribuyendo a comprender mejor las posiciones de cada parte y a concentrar los esfuerzos en los asuntos comunes. Entre los aspectos abordados figuraron la necesidad de desarrollar y aplicar mecanismos más robustos y efectivos de protección de los vínculos económicos, para preservarlos del impacto extraterritorial de medidas coercitivas unilaterales que afectan compañías, entidades y ciudadanos europeos. Cuba reafirma su voluntad de continuar consolidando su relación con la UE, basada en los principios de igualdad, reciprocidad y respeto mutuo, en el marco y los espacios que ofrece el ADPC.

Su embajada se caracteriza por un gran dinamismo, tanto a nivel institucional como hacia la izquierda y los movimientos, en los que su equipo diplomático se mueve con respeto y espíritu solidario. ¿Qué balance hace de este trabajo político suyo? ¿Cuáles fueron los principales resultados? Pienso en las misiones médicas, pero también en la cooperación internacional.

Cuba e Italia tienen una relación de amistad de carácter histórico. Si a esto sumamos la cercanía y la admiración mutua entre nuestros pueblos, es evidente que el trabajo de la Misión es muy abarcador. En ese sentido prestamos toda la atención y damos la mayor prioridad a impulsar los vínculos tanto a nivel político, como económico, comercial, a promover las inversiones y el turismo, sectores en las que Italia ha sido un socio tradicional de Cuba. Además, cabe destacar que en los últimos años se ha fortalecido la cooperación y los intercambios culturales, académicos y científico-técnicos. Por otra parte, el movimiento de solidaridad con Cuba en Italia es uno de los más antiguos y numerosos de todo el mundo, con el que seguimos trabajando estrechamente y al que se han integrado muchos cubanos residentes, lo que ha creado una sinergia fundamental de apoyo. De especial impacto y simbolismo resulta la presencia de la brigada médica en Calabria, contribuyendo a la vitalidad del sistema de salud en esa región y que acerca aún más a nuestros pueblos a través de la colaboración en un área tan sensible.

¿Por qué considera importante presentar la obra del historiador Ernesto Limia en Italia?

Ante la grave crisis cultural promovida desde las poderosas corporaciones que controlan el mercado del arte, la literatura, la historia y la información solo es posible ofrecer resistencia y promover un pensamiento crítico genuinamente revolucionario y emancipador, que ponga en lo más alto los valores de las ideas y la cultura. Este es un desafío global del que no escapan Cuba, Italia, y en cuya ofensiva, intelectuales de la talla de Ernesto Limia están a la vanguardia. Por eso se justifica la plena utilidad de escuchar su voz allí donde pueda llegar, porque es redentora, purifica y da armas ideológicas frente a la barbarie.

Este ensayo de Limia, al igual que sus otras obras, nos permite leer, desde una perspectiva histórico-política, la infinita serie de ataques multifacéticos a la Revolución cubana. Una guerra que ya había descrito José Martí en su tiempo y que ahora permite reflexionar acerca de los mecanismos generales a través de los cuales el imperialismo continúa sus ataques a los pueblos decididos a ser libres: no sólo los de América Latina, como vemos en contra de Venezuela y Nicaragua, pero también a las clases populares de Europa, para que no entiendan de qué lado de la barricada deben estar para defender sus intereses. ¿Qué tienen que decir los mensajes de Martí y Fidel a los jóvenes de Europa y de los países capitalistas? ¿Qué tiene que decir la revolución cubana al mundo?

La propia existencia de la Revolución cubana en 2024 frente a un bloqueo recrudecido que se nos ha impuesto por 6 décadas es el mayor ejemplo de resistencia al capitalismo; es el homenaje permanente a Fidel y el compromiso con los sueños de Martí. Que la Cuba revolucionaria se mantenga en pie a pesar de las complejidades y la crisis multidimensional global, que siga apostando por la solidaridad, la ética y el humanismo como principios y que continúe fiel a su pueblo; dispuesta a seguir avanzando en la construcción de un socialismo próspero y sostenible, es el mejor mensaje que puede enviar al mundo.