Hablamos con Armengol Engonga Ondo, presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial (PP) desde que su fundador Severo Moto presentara la renuncia al cargo en 2020. El PP nace en 1983, “convirtiéndose en el primer partido ecuatoguineano ya que en aquel momento solo existían movimientos”; se trata de un partido en el exilio como consecuencia del régimen dictatorial que vive Guinea Ecuatorial (GE) desde su independencia en 1968.
El pueblo guineano ha sufrido desde aquella fecha dos dictaduras: primero la de Francisco Macías y desde 1979 la de Teodoro Obiang, tras un golpe de estado. Armengol recuerda con cierta nostalgia la época en que eran colonia española (comparándola con el momento actual), durante la cual “se habían producido avances notables en la enseñanza, se estaba generando una clase media, el país avanzaba”, y apuesta por una transición democrática como la que se hizo en España después de la dictadura franquista.
El Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial es un partido en el exilio…
Sí, es un partido en el exilio, creado por Severo Moto en 1983. Se trata del primer partido, en ese momento solo había movimientos. Su ideario político se apoya en la democracia cristiana, en cuya Internacional participamos.
Como partido entiendo que aspiran a gobernar ¿Qué pasos ven para implementar un régimen democrático que defienda los derechos humanos?
En 1988 Severo Moto llega a Guinea Ecuatorial, retando al régimen, con el objetivo de impulsar tres decretos: liberar a todos los presos políticos, impulsar el proceso democrático y convocar elecciones libres y democráticas. Está 21 días y vuelve a España. El régimen no puede hacer nada contra él porque tiene el respaldo de la Internacional Democristiana y del gobierno de Felipe González, pero detrás hay una serie de detenciones. Fue remover los cimientos de la dictadura por primera vez.
Hay un segundo viaje en 1992. Severo se queda en el país 4 años. En esos años, se afiliaron más de 60.000 personas. Era muy claro lo que quería el pueblo. En esos años, solo pudo dar 4 mítines, el último en Bata con más de 20.000 personas. El pueblo vibraba por las libertades; a poco que le aten a la dictadura, el pueblo se va a expresar.
Después de aquello, Severo es detenido y fue liberado cuatro meses después por la presión ejercida desde España. El partido es ilegalizado y vuelve a España.
Entonces ¿Cómo se puede conseguir la democratización del país hoy?
Hay dos aspectos fundamentales: por una parte, es imprescindible el apoyo internacional, especialmente de EEUU, España, Francia y, en general, la Unión Europea. Y, por otra, seguir avanzando en la unión de la oposición al régimen, que ya está en marcha y en la que participan partidos y organizaciones de la sociedad civil.
Una oposición que, durante la transición, vamos a proponer una comisión de justicia y reconciliación, como se hizo en Sudáfrica, que aclare todo lo que ha pasado. Los únicos responsables de todo son Obiang y su familia, que actúan contra toda la población. Si no se produce la reconciliación, no podemos pasar a otra cosa.
Háblenos más sobre el proyecto conjunto de la oposición
Siempre hemos tenido relación y se han montado varias plataformas desde finales de los años ’80. Ha habido varios intentos, pero al no estar respaldados [internacionalmente], no han salido adelante. El dictador ha tenido el apoyo de las potencias.
Sobre el apoyo internacional, ya a comienzos de los ’90 hubo movilizaciones que contaron con el apoyo del entonces embajador de EEUU, John Bennett, pero aquello no avanzó y terminó con una masacre, que dejó muchos detenidos y torturados. ¿Cuál es la diferencia hoy?
John Bennet presionó al gobierno en defensa de la democratización y pidió el apoyo de España y Francia, pero éstas no apoyaron, iban a otro ritmo, lo que aprovechó Obiang. Esto y que, en ese momento, se estaban repartiendo las concesiones de explotación del petróleo hizo que EEUU cambiara al embajador, perdiéndose tal oportunidad.
[La explotación de petróleo, gas y distintos minerales, está en manos de multinacionales de diferentes países, siendo las estadounidenses las que mayor presencia tienen]
Hasta ahora, no se ha presionado a nivel internacional por intereses económicos. Así se ha llegado al momento actual, en el que contamos con enormes expectativas.
¿Cuáles son tales expectativas?
En febrero de 2023, el Parlamento europeo en su totalidad vota una resolución por la cual se denuncia la situación de los DDHH en GE. Y aquí, en el Parlamento español ocurre lo mismo. Después, en julio pasado nos invitan desde la Unión Europea a cinco partidos de la oposición (PP, CPDS, III República, MAIB y Ciudadanos para la Innovación) a unas jornadas específicas sobre GE. En una cena en esos días, se nos dice que EEUU buscaba una alternativa.
Después se han seguido haciendo preguntas parlamentarias y paralelamente, la Audiencia Nacional lanza órdenes de busca y captura sobre un hijo de Obiang, su ministro de Seguridad y el secretario de Seguridad. Esto como respuesta a la denuncia que presentó el partido III República al aparecer muertas cuatro personas (dos de ellas de nacionalidad española), que habían sido secuestradas y llevadas desde España a Guinea en un avión en el que viaja el hijo de Obiang. Después se paraliza esa operación judicial por parte de España pero el hecho está ahí. Sabemos que la comunidad internacional está trabajando.
Sobre la comunidad internacional, se va hacia un mundo multipolar. La presencia en África de diferentes potencias (EEUU, China, Rusia, Francia…) es notable ¿Cuál es su posición respecto a tal presencia?
Nos parece normal, cada una defiende sus intereses. Nosotros defendemos lógicamente la cultura occidental, en la que nos hemos formado y con la que nos ha ido bien. En la oposición, hay partidos de distinto signo, que respetamos. En eso, consiste la libertad. Nosotros defendemos la democracia griega: “Todo por el pueblo y para el pueblo”
¿Y eso en qué se traduce exactamente?
En un sistema de partidos y alternancia en el poder, con separación de poderes. Defendemos los DDHH, consideramos fundamentales la educación como base para avanzar, contar con un sistema sanitario, un plan de vivienda, comunicación e infraestructuras, energía (agua y luz), la defensa de la mujer, potenciar la agricultura, etc. Nuestro modelo es la transición española [posterior a la dictadura de Franco], con la participación de toda la sociedad, grupos étnicos, todos los partidos políticos… no somos sectarios.
Defendemos la economía de libre mercado porque es la que mueve la economía, que genere puestos de trabajo, riqueza y que la gente pueda vivir.
Volviendo al apoyo internacional necesario para democratizar el país, si lo dan ¿dejarán libertad de movimiento a los guineanos?
Ya somos mayores, la mayoría de edad se consigue en la cabeza, en la formación, y es lo que nos han quitado estos peleles [dictadores], que echan la culpa a España. Pero ¿alguien te ha dicho que quites las escuelas? La colonización nos trajo educación, formación, explotación agrícola… íbamos bien en este sentido.
¿Cuáles son sus relaciones con otras organizaciones africanas?
A través de la Internacional Democristiana y con Unión Africana, pero nuestra relación natural lógicamente es Europa.
Un mensaje para el futuro
El futuro inmediato es alentador por primera vez porque la comunidad internacional se lo ha tomado en serio: EEUU, España, Francia y la UE, como decía antes.
Queremos transmitir al pueblo que tenga un poco más de paciencia. Hay una parte que no depende de nosotros y que está en manos de la Comunidad Internacional, ya que son quienes pueden neutralizar a la familia Obiang. Es ésta quien ha negociado los contratos. Cuando quieran poner fin, lo van a hacer y nos consta que lo van a hacer, como lo han hecho en Gabón, donde están en un proceso de dos años de transición.
Que estén preparados porque, entre todos, vamos a hacer la transición a la democracia. Vamos a invitar a todos para formar un gobierno de unidad nacional, preparar la legalización de todos los partidos, una constitución democrática, en la que definamos qué Guinea Ecuatorial queremos.