El ministro cubano de Cultura, Alpidio Alonso, compartió el dolor de la isla caribeña por el deceso hoy de la artista Juana Bacallao, «instalada para siempre en el imaginario de nuestro pueblo».
La carismática y querida cantante y humorista falleció a los 98 años y «siempre la recordaremos como la cubana raigal y la gran artista que fue», escribió también el alto funcionario en su cuenta de X.
La vicetitular de esa cartera Lillitsy Hernández se unió a las condolencias por la muerte de Neris Amelia Martínez Salazar, a quien consideró una «paradigmática y singular» artista. «Luz para ella siempre», apuntó en esa red social
Para Luis Morlote, expresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y actual funcionario del Comité Central del Partido Comunista en la nación antillana, «su particular modo de interpretar, su defensa de lo nacional, su compromiso con nuestro pueblo le hicieron merecedora del cariño y respeto de todos», comentó en X, donde continúan apareciendo mensajes de dolor por la pérdida.
Juana Bacallao murió este sábado en La Habana a las 09:35, hora local, a causa de un tromboembolismo pulmonar, indicó una nota oficial del Ministerio de Cultura.
Nació en esta capital en mayo de 1925 y debutó de la mano del destacado músico y compositor Obdulio Morales, marcó un hito en la historia del cabaret cubano, desde la década de 1950, hasta hace apenas unos años.
Por su peculiar manera de proyectarse en escena, resultó inolvidable su paso por los cabarets capitalinos Sans Sousi, Tropicana, Copa Room del Riviera, Parisién del Hotel Nacional, Salón Rojo del Capri, Caribe del Hotel Habana Libre, así como por los clubes Alí y Palermo, el Teatro Campoamor y los Aires Libres del Prado, instituciones que también la recibieron a lo largo de su meritoria carrera.
También conocida como Juana La Cubana, compartió escenario con artistas de la talla de Chano Pozo, Meme Solís, Moraima Secada, Nat King Cole, Bola de Nieve, Rosita Fornés, Ninón Sevilla, Celeste Mendoza, Benny Moré, Elena Burque, Rafaela Carrá y Omara Portuondo, entre otros, recuerda el comunicado. Combinó en su modo de interpretar letras de canciones con textos burlescos y trágicómicos, aderezados por su singular histrionismo. Aún se recuerda su impronta en emblemáticos espectáculos de variedades como la Caperucita se divierte, entre muchos otros.
Dueña de un especialísimo sentido de la cubanía y el humor criollo, llevó su arte e ingenio a países como Estados Unidos, Francia, México, Venezuela, República Dominicana y España.
Patriota y revolucionaria a toda prueba, fue miembro de la Uneac y merecedora de la Distinción por la Cultura Nacional, la Medalla Alejo Carpentier, del Reconocimiento Gitana Tropical y del Premio Nacional del Humor 2020, destaca el texto.