Estos son los peores tiempos, pero pueden convertirse en los mejores, dijo el orador Walden Bello, tratando de inspirar a miles de activistas progresistas que se reunieron en el Foro Social Mundial (FSM) en Katmandú este jueves 15, con el planeta bajo las nubes de los conflictos armados y los asaltos a la democracia.
«Nos enfrentamos a una catástrofe climática», prosiguió Bello tras citar a Charles Dickens en Historia de dos ciudades. «Tenemos el capitalismo neoliberal a pesar de que ha demostrado ser falso en todos sus supuestos», añadió el renombrado académico filipino y defensor del Sur global.
«Tenemos el auge mundial del fascismo, un fascismo que quiere someter a un grupo de personas a la dominación de otro grupo de personas», dijo Bello a las miles de personas que se habían reunido bajo un caluroso sol de invierno en un enorme campo en el centro de la capital de Nepal.
«¿Qué debe representar el FSM Nepal 2024? Debe representar la afirmación de todos nosotros para salvar al planeta de la catástrofe climática y de los estragos del capitalismo»: Walden Bello.
La capital nepalí acoge entre este jueves 15 y el lunes 19 una nueva edición del FSM, que desde 2001 congrega a activistas de todo el mundo bajo el lema: Otro mundo es posible, con una mirada predominante desde el Sur global, a favor de un enfoque social e inclusivo del desarrollo, con el protagonismo de las ideas de la sociedad civil organizada del mundo.
El FSM surgió como contraposición al enfoque del Foro Económico Mundial, que congrega anualmente a gobernantes y poderes fácticos del mundo en la ciudad suiza de Davos.
Los temas de primera línea
«Pero este puede ser el mejor de los tiempos, a pesar de la oscuridad en la que de hecho está sumido el mundo», aseguró Bello.
El académico filipino planteó: «¿Qué debe representar el FSM Nepal 2024? Debe representar la afirmación de todos nosotros para salvar al planeta de la catástrofe climática y de los estragos del capitalismo».
Y prosiguió: «Debe significar que todos nos pongamos en pie y arriesguemos nuestros cuerpos contra la aparición del fascismo. Y me gustaría decir que debe significar que pongamos nuestros cuerpos en la línea contra el genocidio».
Otros oradores se refirieron también en la jornada de apertura del FSM a los continuos ataques del ejército israelí contra Palestina.
«En el mundo de hoy, en el que los conflictos armados están a la orden del día, en el que el genocidio masivo se lleva a cabo con total impunidad, tenemos que unirnos por las personas que más lo necesitan, el pueblo palestino», dijo Aleida Guevara, hija mayor del revolucionario argentino-cubano Ernesto Che Guevara.
«La situación es muy difícil, pero ¿qué hacemos al respecto? Nada, o casi nada. Lo que está claro es que no es suficiente. El pueblo palestino sigue muriendo», añadió.
A su juicio, «Sudáfrica no puede estar sola en la misión de exigir más justicia y castigo para quienes se han convertido en los peores asesinos de la humanidad», en referencia a la demanda que presentó en enero ese país ante la Corte Internacional de Justicia, para que se dirima si Israel está cometiendo un genocidio en Gaza.
La jornada inaugural comenzó con una marcha por el centro de Katmandú, una ciudad de unos cinco millones de habitantes atestada de vehículos.
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Algunos grupos portaban largas pancartas, mientras que los manifestantes en solitario enarbolaban coloridos carteles escritos a mano en los que proclamaban su apoyo a cuestiones muy dispares, que iban desde la condonación de la deuda hasta la lucha contra la discriminación de castas y los derechos de las trabajadoras del sexo.
Se espera que entre 30 000 y 50 000 personas de más de 90 países asistan a más de 400 talleres, charlas y otros actos de este FSM, hasta su conclusión el lunes 19.
En la ceremonia de apertura, otros oradores señalaron en el enorme escenario que los trabajadores pobres de todo el mundo se enfrentan a continuos ataques contra sus modos de vida.
El activista agrícola Burry Tunkara, de Gambia, dijo a los participantes: «No hay duda de que la agricultura constituye la mayor parte de la economía de África y del mundo en general; los pequeños agricultores carecen de derechos formales sobre la tierra, lo que les hace vulnerables al acaparamiento, el desplazamiento y la explotación.
«Al invertir en las mujeres y los jóvenes, podemos liberar el potencial de la agricultura mundial y contribuir a la igualdad de género y al desarrollo social», añadió.
El camino desde el primer FSM en 2001
El primer FSM se celebró en 2001 en Porto Alegre, en el sur de Brasil, por iniciativa de organizaciones y movimientos sociales brasileños y en coordinación con grupos internacionales. Pero es un hecho que tras su esplendor en los primero años, el foro ha decaído en los últimos años.
«Hasta ahora estamos perdiendo el juego», dijo dijo a IPS en la ciudad brasileña de São Paulo el cofundador del FSM Obed Grajew. «La crisis climática ha empeorado, las desigualdades y los conflictos han crecido, con el riesgo de una guerra nuclear, la confianza en la democracia está disminuyendo y la gobernanza global es inexistente. Son riesgos enormes que amenazan a la especie humana», planteó.
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«El FSM 2024 demostrará que la sociedad civil mundial sigue teniendo una voz fuerte», afirmó Netra Timsina, miembro del comité organizador del Foro de Nepal. «Todavía hay una voz viva y vibrante que se alza contra lo que está ocurriendo: genocidio, guerra, catástrofe climática, populismo, desigualdad», añadió.
Los organizadores del FSM de Nepal quieren compartir y proteger sus logros como democracia tras el fin del conflicto maoísta en 2006: «nuestra república y la Constitución laica, nuestro proceso de paz y los derechos humanos y la democracia», aseguran.
Antes de la ceremonia inaugural, IPS habló con el activista indio Skani Pinto, que lleva 40 años trabajando por los derechos de los pueblos indígenas.
«Todos tenemos los mismos derechos y dignidad, así que trabajamos por la familia mundial. Esta es nuestra vocación interior; no nos permite pensar de otra manera», aseguró.