O la venganza mecanizada, automatizada, y asistida por Inteligencia Artificial

La guerra entre Israel y Palestina ha alcanzado un nuevo nivel de crueldad y violencia. No se trata de la brutal técnica de destrucción que aplica Israel en Gaza. Ya era habitual alienar y expulsar a la población residente a través del apartheid, el señalamiento policial y militar, y la voladura controlada de barrios enteros, universidades y hospitales.  Lo de “voladura” aquí suele ser literal, pero al buen fin de librar a los inocentes de la presencia de Hamas. Las voladuras de barrios, o zonas de una ciudad, como escalofriante acto de venganza se han intensificado tras la muerte, recientemente, de 21 soldados israelíes. Según el New York Times, se emplearon voladuras masivas en 33 ocasiones desde el inicio del conflicto. De Gaza pronto no quedará nada a donde volver.

Aunque el incremento de crueldad y violencia, mencionado al comienzo, más bien se refiere al uso, por parte de Israel contra los palestinos, de tres inteligencias artificiales bélicas conocidas como “Alquimista”, “Factoría de Fuego” y “Evangelio”. Estas inteligencias algorítmicas han sido responsables de seleccionar y atacar objetivos civiles y militares en la Franja de Gaza, causando miles de muertos y heridos, así como una enorme destrucción material y ambiental. Estas armas de asistencia cibernética representan una grave amenaza para la paz, la seguridad y los derechos humanos, y deberían ser prohibidas y eliminadas de inmediato. No solo las tiene y usa Israel.

¿Qué son Alquimista, Factoría de Fuego y Evangelio?

Alquimista, Factoría de Fuego y Evangelio son nombres muy significativos de tres sistemas informáticos de inteligencia artificial (IA), para analizar datos, tomar decisiones y ejecutar acciones, de forma autónoma. Todo sin apenas intervención humana que no sea la de alimentar a las IA de datos suficientes para su misión. No se oculta que estas IA («Alchemist», «Factory of Fire» y «Gospel» en inglés) fueron entrenadas en el contexto del uso bélico en toda la extensión del término.

Los conjuntos de datos (data sets) utilizados para su entrenamiento incluyeron, entre otros, una amplia gama de información de interés militar en una guerra, como por ejemplo:

—Datos de operaciones militares pasadas. Es decir, otras batallas históricas o recientes, Los datos sobre sus operaciones, tácticas y estrategias militares para entrenar modelos de IA para analizar y predecir resultados en diversos escenarios.

—Conjuntos de imágenes satelitales, en series históricas y también conexión en tiempo real, para entrenar a los modelos de IA para ejecutar tareas como la detección/identificación de objetos, el análisis del terreno y el seguimiento de cambios en el paisaje.

—Otra importante fuente de información son los sensores militares, como el radar, sonar y sensores infrarrojos, y muchos dispositivos que alimentan estas IA de datos para entrenar sus modelos y algoritmos.  Cuando el sistema ya está maduro y entra en “explotación” (buscar, marcar y matar), estos mismos circuitos de sensores suministran la información en tiempo real para la detección, seguimiento e identificación de amenazas u objetivos (generalmente personas concretas, o perfiles debidamente parametrizados y etnizados).

—No menos importante son los datos y patrones de comunicación, tanto de contenido civil como militar, relativos a telefonía, tráfico de red, así como de consumo eléctrico, y cualquier otra bigdata disponible. Todo es una fuente válida sobre la actividad a la hora de entrenar estos sistemas de inteligencia artificial, para el análisis de la comunicación y la recopilación de inteligencia automatizada.

Se enseñó a las tres IA a combinar la información descrita anteriormente, con el conocimiento sobre conflictos pasados, incluidos factores geopolíticos, resultados de batallas históricas y relaciones diplomáticas, etc, a fin de entrenar en el análisis geopolítico y la toma de decisiones.

Hasta los datos de ejercicios de entrenamiento militar, incluidos escenarios simulados, son útiles en el entrenamiento y modelado algorítmico de estas tres IA, para que sean capaces de responder efectivamente en entornos reales y dinámicos (“reales” aquí significa “guerra en directo” y “decisiones en tiempo real”).

Es importante señalar que el uso de la IA en aplicaciones militares y orden público plantea consideraciones éticas y preocupaciones legales. Todas ignoradas por la velocidad de los hechos.

El desarrollo y despliegue de dichos sistemas deben guiarse por principios que prioricen la transparencia, la rendición de cuentas y el cumplimiento de las leyes y normas internacionales. En principio para prohibir, como con el armamento nuclear. Pero ya existen.

De hecho, estos tres algoritmos fueron desarrollados por una empresa privada israelí en connivencia con el Ejército, y fueron adquiridos por éste para su uso en las operaciones militares de Gaza (Hemeroteca desde el 7 de octubre de 2023).

Por ir al detalle de la misión de cada una. “Alquimista” es la IA encargada de recopilar y procesar información de diversas fuentes, como satélites, drones, cámaras, sensores, redes sociales, datos de consumos eléctricos, etc., y de crear un mapa dinámico y detallado de la situación en Gaza, para identificar posibles objetivos de interés estratégico, como edificios, infraestructuras, vehículos, armas, líderes, etc. Identificar a personas y sus circunstancias como objetivos para su detección, marcado, y eliminación. Prepara a la IA abiertamente para el asesinato y genocidio, porque se educa al sistema para identificar rasgos raciales, vestimenta y sospechar de todo lo que lleva a distinguir a los “enemigos” como individuos o grupo.

La identificación individual o grupal (etnizada) y la selección son asistidas, cibernéticamente, con la ejecución mecanizada posterior. Ejecución, sin juicio ni defensa y, por tanto, un asesinato perpetrado por el Estado de Israel. Operativamente, cursa con cálculo de víctimas y daños colaterales, para elegir el momento adecuado.

Aquí asesinato y genocidio colateral van de la mano. Destruir, herir y matar es “el juego” en la guerra y es en lo que se entrenaron las IA de uso bélico hasta que pasaron a fuego real.

Factoría de Fuego” es la IA que se encarga de seleccionar y priorizar los objetivos propuestos por Alquimista, en función de criterios como la importancia, la urgencia, la dificultad, el riesgo, el impacto, etc., y de asignar los recursos disponibles para atacarlos, como aviones, misiles, artillería, etc.

Evangelio”, la tercera IA, es la encargada de ejecutar los ataques ordenados o seleccionados por “Factoría de Fuego”, controlando los sistemas de armamento y coordinando las acciones de los diferentes agentes involucrados, como pilotos, soldados, operadores, nuevas órdenes de los mandos, etc,… y regular el grado e intensidad de todas las acciones en el escenario marcado.

Los tres nombres de las IA denotan toda una dirección mental. No es marketing, es intencionalidad.

¿Qué consecuencias han tenido el uso de IA bélica en Gaza?

A la vista de todo el mundo está. El uso de Alquimista, Factoría de Fuego y Evangelio en Gaza está teniendo consecuencias devastadoras para la población civil y el medio ambiente.

Para muchos observadores, ajenos a la narrativa y propaganda de las partes en conflicto, Gaza es una situación que, en los últimos cuatro meses, ha pasado a infernal por la respuesta de Israel. El espíritu supremacista y genocida ya viene de largo. El claro rechazo de la solución de “los dos Estados”.

El número de muertos y heridos en Gaza tras el ataque terrorista de Hamás en Israel, el 7 de octubre de 2023 es solo descriptivo si lo nombráramos “Gazacausto”. Pero eso es cosa de Tribunales y la Historia.

Con el término NO se quiere ofender a las víctimas y supervivientes del Holocausto. Tampoco ofender el alcance del mismo. Aquel dolor es reconocido y conocido. El 27 de enero pasado fue el día internacional de conmemoración de aquel horror.

Respecto a Gaza, la Historia ya documentará este nuevo ejercicio de exterminio, en términos de sus efectos, métodos y parecidos con aquel horror del siglo XX, que ahora también es ejercido por todo un Estado contra un pueblo y etnia.

Por ceñirnos precisamente a los efectos evidentes, a finales de enero el Ministerio de Sanidad de Gaza informó que el balance de la agresión israelí asciende a 26.083 muertos y 64.487 heridos. Veintiséis mil muertos. Las cifras podrían aún ser mayores, ya que se estima que unos 6.700 cadáveres permanecen atrapados bajo los escombros, y que muchas zonas afectadas por los ataques no han podido ser verificadas por las organizaciones humanitarias o los medios de comunicación.

Además, algunas han sido voladas o bombardeadas eliminando las trazas de la acción israelí (so pretexto de volar túneles).

Gaza es un escenario densamente poblado y urbano. De norte a sur, por decisión humana o cibernética, las ciudades más afectadas son Beil Hanson, Beit Lahiya, Jabalia, An Nueseirat, Deir al Balán, Al Qarara, Khan Younis, y Rafah. Al menos éstas.

Decíamos que el propio ejército israelí reconoce que «eran fiables” las cifras de muertos proporcionados por el Ministerio de Sanidad palestino (25/1/2024). Fiable, como quien da cuenta de un éxito en Gaza. Para, a renglón seguido, añadir que ”el 90% de ellos eran terroristas”. En esta aclaración misma se hace obvio que ya no se distingue el bien, el mal, y lo que queda en medio. Si “el 90% eran terroristas” ¿el 10% restante qué eran?

No hay ni un ápice de humanidad en todos los hechos y consecuencias narrados. Ni arrepentimiento. Es el enemigo animalizado para su expulsión o exterminio.

Las organizaciones humanitarias y medios de comunicación también dan por válidas las cifras de muertos y heridos. Más allá de los números, las imágenes que llegan de Gaza y sus ciudades, ya dan muestra de la destrucción. Las conexiones en directo y testimonios muestran la tragedia, debido al bloqueo y terror impuestos por Israel, que impide el acceso de ayuda y de observadores internacionales. Reina el caos y la desesperación. Las víctimas son, en su mayoría, mujeres, niños y ancianos, y se han destruido más de 25.000 viviendas, escuelas, hospitales, mezquitas, etc. Viendo las imágenes que nos llegan, aquello parece Europa después de la segunda guerra mundial.

Las decisiones o actos por parte de Israel incluyen los cortes de electricidad, agua y comunicaciones (o el bombardeo de dichas instalaciones). Con o sin Evangelio, decidido y ejecutado con intención clara. Hay que sumar a los efectos, para los más de 2 millones de gazatíes, una grave contaminación ambiental por los restos de explosivos, metales, químicos, etc. provocados por los continuos bombardeos.  No se olvide que se han usado hasta ahora al menos 22.000 proyectiles y bombas, casi 400 bombardeos, tocan de media a 14 diarios. Estas cifras, podrían llegar a ser mucho mayores, ya que Israel no baja la intensidad ni su intención de arrasar para “acabar con el problema para siempre”.

 

¿Por qué son inhumanas Alquimista, Factoría de Fuego y Evangelio?

Es una pregunta retórica. Alquimista, Factoría de Fuego y Evangelio son ingenios con intención antihumana por razones obvias. Inhumano se queda corto. De hecho, son “no-humanas” por ser máquinas. “Inteligencias artificiales” y sistemas de recomendación que, en su funcionamiento y naturaleza, no actúan como los seres humanos. Precisamente, fueron creadas para eximir al ser humano de señalar quiénes, cómo y cuándo debían morir ante un escenario, objetivo y medios dados.

Fueron diseñadas para evitar nuestros “fallos”, de índole ético o moral, en el fragor de una guerra.

Estas IA son esencialmente anti-humanas e inhumanas, porque violan el Derecho Internacional Humanitario, que establece los principios y las normas que deben regir incluso en los conflictos armados. Principios como, la distinción entre combatientes y no combatientes, la proporcionalidad entre el objetivo militar y el daño colateral, la precaución para evitar o minimizar las víctimas civiles, la prohibición de causar sufrimientos innecesarios o de emplear armas que puedan tener efectos indiscriminados o duraderos.

Estas inteligencias artificiales no respetan estos principios, ya que no tienen capacidad para distinguir entre objetivos legítimos e ilegítimos. Al evaluar las consecuencias de sus acciones o recomendaciones, no aplican criterios éticos o morales, sino los propios de los juegos de guerra. A posteriori tampoco debe importar si pueden rendir cuentas de sus actos. El criterio es la fiabilidad para ganar y maximizar el efecto buscado.

En segundo lugar, decimos que son anti-humanas e inhumanas, porque terminan por deshumanizar la guerra. No hay mucha humanidad en una guerra, salvo considerar cuántos seres humanos participan en el escenario y el dolor y sufrimiento causados.

Anti-humanas e inhumanas no solo visto desde un punto más metafísico, ético, filosófico, moral…, sino también porque, estos sistemas buscan operar sin humanos. Se pretende eliminar, o minimizar, el factor humano en la toma de decisiones y en la ejecución de las operaciones militares. El ser humano aquí es el eslabón “débil” a evitar… y sustituir.

Al delegar en las IA, luego, no hay excombatientes torturados por lo sucedido y lo que han visto, hecho y decidido en directo. Hay menos conciencias humanas implicadas, profunda y personalmente, en evaluar, seleccionar y decidir. Ni mucha (mala) conciencia posterior. –“Eligió el algoritmo y yo obedecía órdenes”– se pretextará después. Excluidas quedan las conciencias y consciencias.

Estas inteligencias artificiales no tienen emociones, sentimientos, empatía o responsabilidad, y por tanto, no pueden comprender el sufrimiento, el dolor, el miedo o la compasión que generan sus acciones. Tampoco pueden ser disuadidas, persuadidas o sancionadas, y por tanto, no pueden ser controladas, limitadas o detenidas. De hecho, nadie puede explicar completamente estos algoritmos una vez se han formado y aprendido.

Al delegar la guerra en máquinas, se pierde la posibilidad de establecer un diálogo, una mediación o una solución pacífica entre las partes en conflicto, y se aumenta el riesgo de una escalada de violencia, de una guerra sin fin, o de un error fatal.

 

¿Qué debe hacerse con Alquimista, Factoría de Fuego y Evangelio?

Visto los resultados en Gaza, el primer impulso del que escribe esto es organizar un nuevo juicio de Nuremberg para juzgar a sus usuarios, diseñadores y patrocinadores. ¿Qué diría la escritora y filósofa judía Hannah Arendt, hoy viendo lo que hacen el Gobierno y Ejército de Israel en nombre de Israel? La banalidad del mal somos “la buena gente” mirando hacia otro lado, o acostumbrándonos a lo que no debió suceder.

Juicio ¿para qué? Estamos en 2024. Ya las barbaridades contra la Humanidad se hacen a plena luz del día, en directo y con un panel de expertos opinando. Abre telediarios y no pasa nada. No hay una verdadera reacción, solo la indiferencia global. En esto y en todo lo que claramente nos amenaza a todos.

Ante esta situación, es urgente tomar conciencia. Se hace necesario presionar para que la inoperante Comunidad Internacional tome medidas para prohibir y hasta eliminar sistemas como Alquimista, Factoría de Fuego y Evangelio. Prohibir el desarrollo de IAs con fines bélicos. Estas medidas deberían incluir:

— El cese inmediato de los ataques con inteligencia artificial en Gaza y el inicio de un proceso de paz entre Israel y Palestina, basado en el respeto mutuo, el diálogo y la justicia.

— La destrucción o desactivación de todas las inteligencias artificiales que se hayan empleado o se tengan previsto emplear en operaciones militares, así como de todos los sistemas de armamento que las utilicen o las integren.

— La creación de un tratado internacional que limite o prohíba el desarrollo, la producción, la posesión, la transferencia, el uso, o la amenaza de uso de inteligencias artificiales con fines bélicos, y que establezca mecanismos de verificación, control y sanción para garantizar su cumplimiento.

— La promoción de una cultura de paz, que fomente el uso de la inteligencia artificial para fines pacíficos, humanitarios y sociales, y que reconozca el valor de la vida humana y el derecho a la dignidad de todas las personas.

Los dos primeros puntos están casi perdidos. A lo más que llegarán es a regular y limitar el uso bélico y policial del las IA. Eso es tanto como definir y limitar, tan solo, el ámbito de aplicación de las AI en el uso bélico, policial, y represivo.

La naturaleza inhumana, antihumana y deshumanizante de las AI se hace aún más evidente, precisamente, en el intento mismo de limitarlas.  Porque por “limitar» se entenderá la definición y el alcance, como ámbito de negocio y supuestos equilibrios deseables.

 

Conclusiones

Ya las conocemos por sus obras. Alquimista, Factoría de Fuego y Evangelio han causado una masacre en Gaza, violando el derecho internacional humanitario, deshumanizando la guerra y amenazando la paz, la seguridad y los derechos humanos. ¿A qué o quiénes les cargamos los muertos?

¿Qué hacemos con la desproporción entre el ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre de 2023 y los ya más de 26.000 muertos y decenas de miles de heridos?

Hemos recordado que ya sucedieron hechos parecidos y más abultados antes. Pero nunca en directo y ciberasistidos, etc. Es guerra de verdad. No son los gadgets armamentísticos de una entrega de James Bond, ni las “war rooms” de una versión de “Misión imposible n+1”. Es peor, porque es real y sigue sucediendo.

Esto tendrá lógica para los tres algoritmos. La tendrá también para el Gobierno y Ejército Israelí que las usa. No hay más que escuchar sus declaraciones y soflamas.

Estas armas cibernéticas son inhumanas/antihumanas y deben ser prohibidas y eliminadas de inmediato.

Sin embargo, no debemos olvidar que el problema no está en el medio, la herramienta, o la técnica, sino en la mano, el corazón y la cabeza de quien las emplea. El problema está en la intención y el fin.

Tras estas inteligencias artificiales hay personas que las han diseñado, otros programado, luego unos pocos más anduvieron en el mercadeo de la compra/venta y, finalmente, unos autorizando el gasto y su uso. Todos ellos son responsables de sus actos. El problema son las manos que empuñan las armas. Son aquellos que las forjan con ese único propósito de mecanizar aún más la muerte. Toca decir no a las armas y munición automáticas, y también a las inteligentes y cibernéticas.

La mayor de las responsabilidades es para quienes dijeron “hágase”, autorizaron el uso de Alquimista, Factoría de Fuego y Evangelio. Han alimentado el odio, la venganza y la violencia, y han ignorado el sufrimiento, el diálogo y la paz. Han alimentado una nueva cadena de odio y venganza.

Si no exculpamos a Hamas, por claridad, hay que recordar también algunas de las peores frases que han pronunciado el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, los altos mandos del ejército israelí y los políticos ultraortodoxos respecto a Gaza:

— «Lo que Hamás experimentará será difícil y terrible: estamos preparados para sacar adelante esta campaña y solo acabamos de empezar».

— «Solamente una victoria completa garantizará la eliminación de Hamás y la devolución de todos sus rehenes».

— «A quien intente hacer(nos) daño, Israel le hará daño, en Gaza, en el Líbano, en Siria y en cualquier parte».

—»No hay inocentes en Gaza, no se dejen engañar por la propaganda de los medios. Todos son terroristas, y si no lo son, son cómplices».

— «Los niños de Gaza no son más que futuros asesinos y deben ser eliminados en la cuna».

— «Gaza debe ser borrada del mapa con armas nucleares, es la única solución».

Estas frases muestran el grado de fanatismo, racismo y crueldad que existe entre algunos sectores que gobiernan la sociedad israelí, y que justifican el uso de cualquier medio para aniquilar al enemigo. Sin importar las consecuencias humanitarias o morales.

Estas frases son el verdadero horror de la guerra cibernética, y deben ser condenadas y repudiadas por la comunidad internacional. La hemeroteca está llena. Es fácil de comprobar.

Sólo cabe ser consciente de todo esto ¿y preguntarse y ahora qué? ¿Después de esto qué hacemos? ¿Por dónde empezamos a vivir de nuevo? ¿Por dónde renovar el compromiso con la vida, con la alegría, el amor por uno y por los demás?

Las guerras no duran siempre. ¿Después qué? Por lejos que ha llegado este conflicto y su duración en el tiempo, la nueva normalidad entre palestinos e israelíes va a tener que forjarse con ayuda global.

Sucederá igual en el escenario Ucrania/Rusia, pero algunos tenemos o sentimos el deber de hablar del futuro. ¿Después qué? Porque habrá un después y según sean nuestros actos, pensamientos y deseos hoy, así amanecerán futuros bien distintos.

Porque no sólo son dos realidades que entran en guerra, hay mirones, instigadores, sacando pingües beneficios tanto en Gaza como en Ucrania.

Si el Estado de Israel se encamina hacia una “solución final” para los Palestinos, deberá preguntarse toda Israel ¿en qué/quiénes les convierte esa elección? ¿A qué se parece?

Mejor empezar a preparar la necesidad que, un buen día, tendrán los bandos ex-contendientes de continuar, seguir, reconocerse, y empezar una nueva normalidad. Una en la que ningún ataque rompa el silencio de la noche o la vida humana cotidiana durante en el Medio Oriente.

En Israel y Palestina, Ucrania y Rusia, hay que empezar a pensar ¿y después qué? Pensar fuerte y repetidamente para alcanzar al menos una nueva normalidad (sinónimo aquí de convivencia).

 

Fuentes

—Netanyahu habla con los altos mandos del Ejército israelí: «Lo que ….» https://www.abc.es/internacional/netanyahu-habla-altos-mandos-ejercito-israeli-hamas-20231010130036-nt.html

—Netanyahu rechaza la propuesta de alto el fuego de Hamás. https://es.euronews.com/2024/01/22/netanyahu-rechaza-la-propuesta-de-alto-el-fuego-de-hamas-pese-a-la-presion-sobre-su-gestio.

—Netanyahu: «El mundo debe unirse para derrotar a Hamás como derrotó al …. https://www.elindependiente.com/internacional/2023/10/16/netanyahu-el-mundo-debe-unirse-para-derrotar-a-hamas-como-derroto-al-is-y-a-los-nazis

—Taylor Swift abre una guerra contra la Inteligencia Artificial… y sus fans la secundan: «Un delito grave». https://www.cadena100.es/musica/noticias/taylor-swift-abre-una-guerra-contra-inteligencia-artificial-sus-fans-secundan-delito-grave-20240126_3112250.

—Esto es Guerra 2024: ¿Cómo usarán la inteligencia artificial “Xabia” para medir a los guerreros y combatientes?. https://diariocorreo.pe/espectaculos/esto-es-guerra-2024-como-usaran-la-inteligencia-artificial-xabia-para-medir-a-los-guerreros-y-combatientes-noticia/.

—“Esto es guerra” presenta a Xabia, la nueva integrante creada con inteligencia artificial. https://elcomercio.pe/tvmas/television/esto-es-guerra-presenta-a-xabia-la-nueva-integrante-creada-con-inteligencia-artificial-esto-es-guerra-inteligencia-artificial-xabia-america-tv-television-farandula-ultimas-noticia/.

—La inteligencia artificial cambiará para siempre la guerra. https://es.euronews.com/2023/05/08/la-inteligencia-artificial-cambiara-para-siempre-la-guerra.

—La inteligencia artificial también entra en combate en la guerra … – ABC. https://www.abc.es/economia/abci-inteligencia-artificial-tambien-entra-combate-guerra-ucrania-202203140205_noticia.html