Cada 20 de febrero, el mundo conmemora el Día Mundial de la Justicia Social. La fecha fue adoptada en junio 2008 por la Organización Internacional del Trabajo en la Declaración sobre Justicia Social para una Globalización Equitativa.
En este 2024 la OIT programó una diversidad de actividades en distintos lugares del mundo, con el objetivo de poner como foco de la agenda del día a la justicia social, situándola en el corazón de toda política nacional e internacional y comprendiendo que, solamente haciendo realidad la justicia social, tanto sociedades como economías, lograrán realmente cohesionarse y asegurar sostenibilidad a largo plazo.
Especialistas de distintos campos del conocimiento y también múltiples estudios e investigaciones, sugieren la concreción de la justicia social en aspectos como el trabajo decente, la protección social, el diálogo amplio y abierto y la base fundamental en la garantía de derechos fundamentales. Al mismo tiempo, esta fecha internacional busca multiplicar las voces de denuncia en torno a las injusticias crecientes, los retrocesos en derechos laborales, la ampliación de las brechas de desigualdad, entre otras muchas señales del camino largo que nos falta, como humanidad, para lograr este horizonte y también, por supuesto, de la urgencia de institucionalidades nacionales, regional y mundiales robustas que prioricen la justicia social.
Vale recordar que la Declaración que establece esta fecha es también que la que oficializa el concepto de Trabajo Decente y se convierte en una clave orientadora en la búsqueda de una globalización equitativa. Por otra parte, la misma Declaración establece la enorme importancia de configurar empresas sostenibles, justamente capaces de asegurar trabajo decente y múltiples oportunidades económicas para todos y todas. Finalmente, reconoce el vínculo estrecho entre justicia social y paz dejando claro que, sin la primera, no existirá la segunda.