Por Ricardo Serruya
Cuando finalizaba el 2020, la Asociación Argentina de Abogados y Abogadas Ambientalistas alertaba sobre fenomenales grados de contaminación en Vaca Muerta. La denuncia apuntaba a la empresa Comarsa, encargada de realizar el tratamiento de desechos junto a a ocho petroleras y a las autoridades del gobierno de Neuquén.
En los estrados judiciales neuquinos la asociación mencionada presentó una denuncia penal. Un video publicado en las redes sociales por uno de sus integrantes, el Dr Rafael Colombo, presentaba lo que —según sus propias palabras— es el “lado B de una explotación que desnuda una detallada trama que envuelve maniobras de usurpación y contaminación de tierras públicas, zonas liberadas y simulación de tratamiento de residuos petroleros”.
Por aquellos días y en diálogo con este periodista, Colombo aclaraba que la contaminación es masiva debido a que, por la perforación de pozos, se acumulan de manera escandalosa y peligrosa residuos en supuestas plantas de tratamiento que se encuentran dentro del ejido urbano de las ciudades de Añelo y Neuquén y que solo funcionan como depósito pero que no son tratados, generando un pasivo ambiental que afecta el ambiente y la salud de los habitantes del lugar y trabajadores que conviven con barros contaminados, hidrocarburos, aguas residuales y residuos químicos.
La responsabilidad del estado neuquino es doble, no solo porque está ausente a la hora de controlar, sino porque —en el caso de Añelo— esta situación anómala ocurre en terrenos fiscales.
Tres años después, en el 2023 el lugar fue visitado por el tribunal internacional de los derechos de la naturaleza. No solo nada se había hecho sino que la situación había empeorado y así fue denunciado en este video.
Se trata de casi 50 hectáreas de tierras fiscales (el equivalente a 50 canchas de fútbol) que el gobierno de Neuquén cedió a la empresa Comarsa que hoy sufren un grado de contaminación fenomenal. Corresponsables de esta situación son la empresa privada–estatal YPF, Pan American Energy, Shell, Tecpetrol, Pampa Energía y Chevrón entre otras que explotan los yacimientos de Vaca Muerta y que contratan a Comarsa quien recibe millones de pesos para realizar tratamientos que, está a la vista, no efectúan.
La denuncia ya lleva casi 4 años y resulta imposible poder cuantificar el daño ocasionado. Pero si nos remontamos al año 2020, por aquellos días, se calculaba que en el lugar había acopiados 300 mil metros cúbicos de recortes de perforación y más de 400 metros cúbicos de material tóxico.
Hoy la situación ha empeorado escandalosamente.
La completa denuncia de la Asociación de Abogados y Abogadas Ambientalistas demuestra que en ambas plantas se tratan lo que se conoce como “recortes de perforación” también denominados “cutting” que se compone por una mezcla de lodo y residuos químicos peligrosos que, no solo no son tratados por impericia y dejadez, sino que no pueden realizarlo ya que la empresa nunca realizó las inversiones necesarias para procurar hornos de tratamiento térmicos que resultan indispensables para este tipo de tratamiento de residuos. El resultado es la acumulación permanente en improvisados piletones que carecen de impermeabilización y se mezclan con el suelo tal como queda demostrado en este documento visual.
Las anomalías son diversas y numerosas.
A continuación solo se detallan algunas:
- Entre los años 2016 y 2018 la empresa Comarsa excavó piletas —sin cerrar las existentes y que ya habían cumplido su vida útil— sin respetar las indicaciones técnicas. De esta manera aumentó el acopio sin tratamiento.
- Igualmente en el año 2018 el gobierno de Neuquén autoriza a Comarsa a tratar residuos petroleros mediante la técnica conocida como “biorremediación” que resulta imposible de realizar por las condiciones climáticas que se desarrollan en Neuquén.
- En la localidad de Añelo se acopiaron recortes de perforación sin tratar, por el lapso de dos años.
- La legislación provincial de Neuquén ordena que estas plantas de tratamiento deben ubicarse a una distancia no menor de 8 km de los ejidos municipales. Esto no se cumple ni en la ciudad de Neuquén ni en Añelo.
- En el año 2019 la provincia de Neuquén, de manera absolutamente irresponsable, inconstitucional e ilegal, autoriza a Comarsa a enterrar residuos peligrosos sin tratamiento alguno.
Tarda en llegar, pero al final hay recompensa
Así reza el tema musical “Zona de promesas” del grupo Soda Stéreo y puede adaptarse a este hecho.
Luego de mucho batallar, hace unos días y en el marco de la investigación penal promovida por la Asociación de Abogados y Abogadas Ambientalistas el tribunal de revisión ratificó, por unanimidad, las medidas cautelares contra directivos de la empresa Comarsa. De esta manera se encuentran firmes embargos por cifras millonarias que llegan a los 7 millones de dólares sobre los bienes más un embargo preventivo sobre activos como los 4 galpones y 3 hornos pirolíticos que se encuentran en una de las plantas de la empresa.
En el pronunciamiento, la Jueza Carolina García leyó la decisión a la que arribó el tribunal colegiado donde se destaca “la necesidad de hacer cesar las maniobras fraudulentas que se investigan” como así también prevenir el agravamiento del “pasivo ambiental generado”. “Nadie asegura que los efectos de los daños ambientales no duren muchísimos años más, no afecten nuestra salud y los derechos de las generaciones presentes y futuras”, destaca con certeza el fallo judicial.