Después de una deliberación que duró tres días, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó en general por 144 votos a favor y 109 en contra el proyecto de ley «Bases» y pasó a cuarto intermedio hasta el martes próximo para la discusión y tratamiento de la iniciativa artículo por artículo, debido a que aún el oficialismo y los distintos bloques deben superar diferencias sobre privatizaciones, el Fondo de Garantía y el Impuestos País.
Esto pese a que la comunidad científica se movilizó recientemente contra los despidos y el ajuste propuesto por Milei, además de las protestas y los caceroleos que se están volviendo habituales en una Argentina que sufre la represión. De hecho, mientras se debatía en la Cámara el proyecto de ley, una fuerte represión con balines de goma y gases pimienta se desplegaba en las afueras del Congreso.
La criticada y resistida “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” busca impulsar una profunda reforma del Estado, desregulando y modificando diversas áreas.
Tiene por objeto, según declara el Ejecutivo, “promover la iniciativa privada, así como el desarrollo de la industria y del comercio, mediante un régimen jurídico que asegure los beneficios de la libertad para todos los habitantes de la Nación y limite toda intervención estatal que no sea la necesaria para velar por los derechos constitucionales”.
Amparados en ello, apuntarán a reducir el Estado y recortar fuertemente todas las políticas sociales.