El Año Nuevo bereber (Yennayer) es celebrado por el «pueblo amazigh» con un espíritu de alegría y convivencia en distintas regiones del norte de África, pero también en las Islas Canarias del continente europeo y en países subsaharianos que siguen apegados a esta tradición centenaria y a la cultura bereber.
La palabra Yennayer se compone de «yen», que significa «primero», y «ayer» (o ayyur), que significa «mes». Corresponde al primer día del calendario agrario utilizado por los bereberes durante varios siglos, correspondiente a su vez al calendario juliano adoptado en el norte de África en la antigua Roma y desfasado trece días con respecto al calendario gregoriano.
El primer día de este calendario se elige para que corresponda a la victoria de Sheshonq I (Cacnaq) sobre el faraón Ramsés III y su entronización como faraón de Egipto. Es el fundador de la dinastía XXII, que reinó en Egipto hasta el 715 a.C.
El Yennayer sigue siendo un momento especial para las familias en torno a una buena comida y también una oportunidad para revivir la historia de sus antepasados y sus glorias.
Como cada año, el Año Nuevo amazigh es utilizado por los islamistas para lanzar su campaña contra la celebración del Yennayer. Varias páginas afiliadas al movimiento islamista salafista, sobre todo en Marruecos y Argelia, llaman a no celebrar el Año Nuevo amazigh declarando esta fiesta como un pecado e instando a limitarse solo a las celebraciones musulmanas.