La Federación Sos Racismo presenta su informe “Límites, impactos y propuestas frente al racismo estructural” (2023)
El informe “plantea abordar y comprender la complejidad de este fenómeno profundamente arraigado en nuestra sociedad. En este informe se busca explorar e identificar qué es el racismo estructural desde las propias personas afectadas y agentes clave identificados. No sólo hay una voz, sino una pluralidad de voces y demandas y a veces el diálogo entre las partes implicadas aporta un mayor valor comprensivo. De esta manera las prácticas, interacciones y significados surgen a partir de experiencias o de las historias particularmente vividas por actores sociales, las personas participantes en este informe, que revelan rupturas, continuidades, procesos inacabados o crisis. De tal manera que permite una exploración a fondo de un entorno particular, contribuyendo así a una comprensión más completa y contextualizada del racismo estructural.”
Tras la presentación en junio pasado de los datos de las denuncias que esta federación recogió en el pasado año y que fueron sistematizadas en el “Informe contra el racismo en el estado español 2023”, SOS Racismo completa su tradicional informe con esta publicación cuantitativa.
El pasado junio, desde la federación SOS Racismo, alertamos del importante aumento de las denuncias recogidas en el año 2022, cifrado en más de un 40% -para un total de 740 casos-, con este segundo informe hemos tratado de contextualizar esa fotografía, tratando de comprender cómo se manifiesta en nuestra sociedad un racismo que a todas las luces está enraizado en nuestra estructura, generando segregación, desigualdad y vulneración de derechos.
Desde esta aproximación, nos propusimos identificar qué es y cómo se manifiesta en la práctica el racismo estructural recogido en el Plan de Acción de la Unión Europea contra el Racismo, cómo opera y afecta a las personas, a través de la experiencia de 126 participantes (personas afectadas y agentes sociales e institucionales que intervienen en este ámbito). Desde este punto de partida, hemos podido recoger medidas y propuestas que aborden esta realidad con el objetico de mermar una tendencia alarmante como es la persistencia de la discriminación en nuestra sociedad.
De forma complementaria, hemos tratado de conocer la percepción que tienen las personas participantes sobre el peso que se le da al racismo y la discriminación en la agenda política; las experiencias prácticas en que se muestra el racismo estructural en nuestra sociedad, así como los efectos e impactos psicosociales que implica.
Con ello, desde la federación SOS Racismo queremos, no sólo plantear un debate público en torno a esta realidad que afecta a varios millones de personas racializadas que residen el estado, sino dar un paso más poniendo encima de la mesa una serie de medidas necesarias para favorecer la denuncia y reparación de forma integral y transformadora.
Algunas de las ideas que se recogen y analizan en esta publicación hablan de la “urgencia de poner en marcha medidas concretas para combatir el racismo estructural con un enfoque sostenido, integral, restaurativo y coordinado”, de la “importancia de la salud mental a la hora de abordar el racismo estructural en las víctimas de este tipo de actos”, de la “necesidad de conocer por parte de las víctimas de los mecanismos de denuncia”, de “centrar las acciones contra el racismo tanto en las personas racializadas, como en la sociedad blanca mayoritaria de forma que no se produzca una victimización de las primeras”, de la “importancia de lo comunitario” en la lucha contra la discriminación y el racismo y un largo etcétera.
En la parte contraria, las personas participantes han señalado de forma crítica la “inexistencia de diálogo entre la política, las instituciones públicas, organizaciones sociales y de activistas y personas racializadas para encontrar soluciones a corto medio y largo plazo”, así como la percepción del poco interés por abordar esta situación ya que intervenir en este ámbito “no da votos”, culpabilizando a menudo a las personas racializadas de “las situaciones de desigualdad y discriminación económica y social que viven”.
Por último, la federación invita a los diferentes gobiernos a sumarse a sus propuestas de mejora de la convivencia y a la generación de sociedades antirracistas, a través de medidas como: Leyes y políticas integrales que aborden la realidad del racismo y la discriminación de forma transversal y desde una mirada antirracista y feminista, el desarrollo de la Ley 15/2022, para la igualdad de trato y la no discriminación; el aumento de la participación social en la formulación de políticas públicas, garantizando la presencia de personas y entidades racializadas y colectivos / organizaciones antirracistas; un nuevo modelo policial, inversión en políticas antirracistas comunitarias y educativas, el empoderamiento de las personas y comunidades racializadas, migrantes y gitanas o la apuesta por la justicia racial y social como herramientas para la lucha frente al racismo y la discriminación.