Por: Centro de Estudios Humanistas Nueva Civilización

La excarcelación del expresidente Fujimori, condenado por delitos de lesa humanidad debido a la decisión tomada por el Tribunal Constitucional y el Instituto Nacional Penitenciario, con la anuencia de la presidenta de la república, es equivocada.

Por un lado, el indulto de Fujimori transgrede los cimientos básicos del sistema jurídico internacional, que defienden derechos humanos básicos, al cual el Perú se encuentra adscrito. Por otro lado, el indulto perjudica el proceso de reconciliación que se iniciara en el Perú a inicios del 2000 con el objeto de superar como sociedad los efectos del conflicto armado interno que enlutó a miles de familias peruanas, especialmente, a las poblaciones indígenas entre los años 1980 al 2000.

Uno de los hitos en este proceso fue la presentación del Informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), que este año cumple 20 años, donde se concluye que la guerra interna perjudicó directamente a la población peruana pobre rural, andina y selvática; asimismo, no fue sentida ni asumida como propia por el resto del país; lo que delata, el racismo y las actitudes de desprecio subsistentes en la sociedad peruana a casi dos siglos de nacida la República. En este contexto, la excarcelación del expresidente Fujimori, es una afrenta a las víctimas de la violencia política y social que envolvió trágicamente ese período de nuestra historia.

El indulto a Fujimori se da sin que el sentenciado reconozca sus crímenes, sin que haya cumplido con pagar la reparación civil, sin que el Estado haya trabajado en reparar la situación que permitió que ocurriera esta barbarie y sin que medien las condiciones de salud del reo para ser calificado de indulto humanitario.

La necesidad de una verdadera reconciliación

La reconciliación social solo puede darse cuando se conozca la verdad de los hechos ocurridos sin falsear la memoria y cuando la sociedad reflexione sobre la verdadera raíz de los hechos. Corresponde que el Estado instale y difunda espacios de reflexión donde se propicie el diálogo sincero entre los actores; solo de ese modo se irá teniendo una real comprensión de lo ocurrido y del rol que jugó el contexto social, político y cultural en estos hechos.

Por otro lado, se requiere que se realicen acciones orientadas a reparar el daño causado a la sociedad en su conjunto y particularmente en los ciudadanos que sufrieron directamente sus consecuencias. Una acción indispensable será el trabajo tesonero e  incansable por modificar el sistema que lo propició.

Las consecuencias del indulto

El indulto a Fujimori es un mal precedente para el respeto de los derechos humanos, afirma la hegemonía de poderes ajenos a la justicia y a la igualdad; y abre la puerta a que sucedan situaciones similares en el futuro.

Se afirman valores anti humanistas al soslayar las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de Fujimori; genera pérdida de referencias para el presente y en el futuro; lleva impreso el desprecio a la vida humana; en particular de las poblaciones más vulnerables y justifica muchas otras violencias asociadas, con lo que termina trastocándose los cimientos éticos de nuestra sociedad.

Bien dicen que un pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla; así vemos como, hace un año, ciudadanos de las zonas andinas fueron asesinados por las fuerzas del orden utilizando el apelativo de “terroristas” en el marco de las movilizaciones masivas que se produjeron contra el régimen de Boluarte, de ese modo se revivió la discriminación, el antagonismo y la estigmatización de poblaciones de las regiones que exigían el respeto por su voto, que se les reconozca su derecho a tener representación política.

Es la hora de que se apueste por un verdadero proceso de reconciliación nacional. Para ello, es necesario retomar los lineamientos del Informe de la CVR; la reflexión y el diálogo; fortalecer los lugares de la memoria como espacios que buscan generar ámbitos de reflexión; garantizar justicia para las víctimas directas de violaciones de derechos humanos produciendo un amplio y profundo diálogo nacional entre quienes hoy nos sentimos enfrentados.