El pasado 01 de diciembre, se reunieron en una de las aulas de la Universidad de Los Lagos, en Puerto Montt, Chile, las facilitadoras interculturales del Sistema de Salud Chileno, las ñañas Yanet, Candelaria, Pamela y Daniela; Profesoras/es de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Los Lagos, Sandra Sandoval Barrientos, Ma. Bernardita Pilquinao Pilquinao, Betty Antiñirre Mansilla, Carlos Fernández Silva, Ana Ma. Araya Ugarte; la Enfermera Holística del CESFAM Dos de Septiembre de la Comuna de los Ángeles, Lucy Jure Cares y la Profesora invitada de México, Karla Ivonne Mijangos Fuentes.
Por Karla Ivonne Mijangos Fuentes
El conversatorio se realizó en conmemoración de los diez años de la escuela de enfermería, y para ello la profesora Sandra Sandoval, como jefa de carrera, dio la bienvenida a todas/os los presentes y anunció que se trataba de un momento de intercambio y sinergias. Sandra comentó que el conversatorio era libre y quien quisiera tomar la palabra lo podía hacer; sobra decir que la pregunta a abordar era: ¿Qué es la salud desde las cosmovisiones de cada una/o?
¿Qué es la salud desde las cosmovisiones de cada cultura?
Al respecto, la ñaña Candelaria tomó la palabra y dijo que la salud para el pueblo mapuche es como una planta que crece, como una planta que hay que regar, cuidar, proteger y alimentar, y todo esto significa cuidar a la planta para que vivan bien y muera bien. Ella recalcó que la planta debe estar en armonía con la Pachamama, con las personas, la alimentación y todo lo que le permita bienestar.
Karla comentó que desde la cosmovisión zapoteca de los valles centrales de Oaxaca, en México, existen dos conceptos que se trastocan, por un lado se encuentra la salud que tiene que ver con la institucionalización de los cuerpos, es decir, con el sistema de salud (ambulancias, médicos, medicinas, cirugías, hospital, etc.); y el otro concepto alude a la sanación o cuerpo sano, que representa el comer bien, sentirte feliz, pleno, no tener dolores, bailar, cantar, sentirse bien. Por tanto, la persona debe estar en equilibrio con el ecosistema, con las personas, con las deidades, los espíritus, el alma y el cuerpo. Asimismo, Karla declaró que para los zapotecas no existe la palabra enfermedad, más bien ellas/os lo denominan como desequilibrio corporal, el cual habrá de repararse.
La ñaña Yanet confirmó que el pueblo mapuche también cree en los desequilibrios corporales, por ende, la machi, quien representa a la mujer medicina del pueblo, es quien valora e identifica en la persona el tipo de desequilibrio para lograr en ella la armonía y sanación. En tanto la enfermedad es el término que ha creado la medicina occidental para medicar constantemente a las personas, así mismo, la enfermedad es lo que ha deshumanizado a los médicos porque ya no atienden a la persona sino a la enfermedad.
Imagen de Karla Mijangos Fuentes
En esta línea, la ñaña Yanet comentó que la medicina mapuche tiene como lógica la prevención de los desequilibrios y la promoción de la salud, porque ellos tratan de llevar una vida en armonía con la madre naturaleza, por el contrario, la medicina occidental solo prima la enfermedad y resta importancia a la prevención. En este sentido, Karla desde los resultados de su investigación, hizo propias las palabras de Yanet para comentar que la hegemonía médica tiene como precepto atender el signo y el síntoma y no al todo como un ser humano.
Los presentes coincidieron en que es necesario avanzar hacia una salud humanizada
Siguiendo con el hilo conductor, la ñaña Candelaria dijo que la medicina, hoy en día, está altamente deshumanizada, que el médico ya no mira a la persona y piensa que el signo o síntoma es lo que debe atender, pero no se va a la raíz del problema, a diferencia de la machi que mira al síntoma en toda su complejidad y en contexto con la persona, incluso sí el desequilibrio tiene relación con la medicina occidental, ella deriva a la persona al médico. Ella afirmaba que muchas de las personas acuden al médico con un problema de salud, pero eso es sólo una parte de todo lo que comprende el desequilibrio en el que se encuentra la persona.
El profesor Carlos, quien radica en Puerto Montt y es originario de Colombia, también apuntaba que efectivamente la medicina hegemónica atiende al síntoma y signo, por tanto, como profesionales de la salud deberíamos regresar a la cosmovisión de los pueblos indígenas, donde se atiende a la persona en todo su esplendor.
Asimismo, Candelaria comentó que los médicos utilizan un lenguaje estandarizado y terminológico que solo ellos entienden, sin dar cuenta que eso los aleja de las personas, además de que ese lenguaje es lo único que dominan, puesto que los médicos no saben hablar de otros temas; tópicos que debieran interesarles como el calentamiento global, la explotación de las tierras a través de las mineras extranjeras, la política y economía actual, entre otros temas de derecho humanos.
Entre otros puntos principales, la profesora Beatriz reivindicaba sus raíces mapuches y recordaba cómo eran sanados a través de la medicina tradicional, ella hablaba de las medicinas que ofrece la madre naturaleza, los rituales que son parte de la sanación del alma y del espíritu, y también daba cuenta de lo mucho que la enfermería o la medicina occidental se han alejado de lo que realmente es la salud.
En este entramado, la profesora Bernardita cuestionaba a los integrantes del conversatorio _¿Cómo preparar a los/as estudiantes en las aulas?_ cuando se sabe que el sistema no permite el acceso a esta mirada, así auto reflexionaba desde su sentir, que en su práctica docente ella les habla a los/as estudiantes sobre la interculturalidad en salud, pero en la práctica se vive otra realidad, entonces ella se cuestionaba cómo preparar emocionalmente al estudiante para enfrentarse a esa realidad tan frustrante.
Al respecto, la ñaña Candelaria seguida por las ñañas Yanet, Pamela y Daniela, decían que a Bernardita y demás personal docente les tocaba romper con la estructura y el sistema, y que muchas veces no se le tiene que pedir permiso al mismo, más bien se tiene que irrumpir para hacer parte de él. Candelaria le decía a Bernardita que a las/os estudiantes les hable con franqueza, que les explique que muchas de las cosas se logran luchando, y un ejemplo de esa lucha, es que ellas hoy se mantienen como parte del sistema, cuando antes no tenían ningún tipo de participación política. Entonces, el hecho que hoy conformen parte del sistema de salud, no se debió a una concesión de derechos de forma pacífica, sino que a los pueblos mapuches les toco luchar y exigir para estar ahí.
La ñaña Daniela agregó que se sentía muy contenta, porque hoy ya pueden entablar un diálogo con los profesores ahí presentes, y que ellas estaban en la mejor disposición de poder co-construir junto con los docentes de la universidad, porque se requieren muchos más espacios como éste donde se pueda hablar de las representaciones de salud y enfermedad desde los pueblos mapuches y otros pueblos, así como de la medicina convencional.
Ya para cerrar el conversatorio, Sandra agradeció a todas/os los presentes la participación, así como los aportes que abren camino para un cambio de paradigma y nuevas formas de cuidados a las personas. Finalmente, Lucy dijo que se había reservado a enunciar la palabra porque era muy interesante lo que las hermanas mapuches estaban comentando, sin embargo, ella también considera a la persona como una planta que se debe cuidar desde diversas formas, porque para ella la persona debe ser lo más importante y las formas de atender su cuerpo debe ser el complemento, es decir, las terapias como el reiki o cuencos, la medicina alópata, la medicina tradicional, entre otros elementos son los que se deben combinar y poner a disposición de la persona, para que ésta logre su estado de equilibrio y sanación.