En Belén, la víspera por la mañana se celebró en la Plaza del Pesebre, a pesar de la intensa lluvia, el acto «Gaza está en nuestros corazones», dirigido por los scouts, que fue saludado por el alcalde de Belén, Hanna Hanania, y la ministra de Turismo y Antigüedades, Rula Maaya.

En la medianoche, se celebró una oración en la Iglesia de la Natividad. Una triste oración dedicada a los mártires de Gaza. En la plaza vacía de enfrente, el vicario, en presencia del Patriarca de Jerusalén, hizo un llamamiento al alto el fuego y al fin del genocidio.

No había árbol de Navidad, pero sí una instalación del artista palestino Tariq Salsa que representaba un mapa metálico gris de Gaza con un corte en forma de estrella y una Virgen vestida de negro sosteniendo el cuerpo de un niño muerto. El corte en forma de estrella es un signo de esperanza que ilumina nuestros días futuros», declaró el artista.

Los cristianos de la Ribera Occidental habían decidido ya antes que las celebraciones navideñas se cancelen debido a la guerra en curso en Gaza, mientras que diversas agrupaciones cristianas han estado pidiendo un alto el fuego y la paz para Gaza y su pueblo.

(Con información de Anbamed, MiddleEast Monitor y Vaticannews)