Por Viviana Angélica Galeb Adriazola
Sobre la cresta de la ola
me deslizo….
mentalmente me deslizo,
sobre el rostro de muchos me deslizo…
sobre la cúspide fluyo,
hasta ser espuma blanca.
Espuma blanca
de olas efímeras
arreadas por el viento,
en cabalgatas locas
que recorren la playa ardiente.
Refrescan superficies tapizadas
de arenas eternas.
Testimonio de eras glaciales
de cianobacterias
del código mitocondrial.
Ancestros de vida
que recuerdan el inicio vital.
Olas que se repliegan
Y se expresan en sonidos constantes.
Latidos de corazón abierto,
de tierras amadas,
que disipan energía fósil a la estratósfera.