La violación de los derechos humanos y el no reconocimiento por parte de muchos gobiernos que no respetan la constitución establecida e incumplen las resoluciones de las Naciones Unidas a favor de los pueblos indígenas, continúa de forma sangrante en muchos lugares del planeta. Ellos, precisamente, desde siempre han respetado los ecosistemas donde habitan haciendo un buen uso de gestión de sus tierras. Sin embargo, gobiernos ignorantes y racistas, continúan a día de hoy con el odio a unos pueblos cuyo delito ha sido subsistir y adaptarse, pese a que les destrozan sus culturas violando los más elementales derechos de todo ciudadano.
Este es el caso de las Comunidades indígenas del norte de Argentina, en la provincia de Formosa, donde su Gobernador actual de forma déspota y racista contra los pueblos originarios Wichi, Qom y Pilagás, hasta el punto de que les robaron sus tierras al ser expulsados para convertirla en Parque Nacional y los niños no tienen escuelas adecuadas donde puedan estudiar sin que los elementos atmosféricos les ocasionan molestias que dificultan su aprendizaje.
El 23 de noviembre de 2010, ante una protesta de la comunidad indígena Qom “Potae Napocna Navagoh” por la usurpación de sus tierras, cortaron la nacional 86, momento en el cual existió un represión de la policía de Formosa que se saldó con la muerte de Roberto López.
El 23 de noviembre de este año 2023 y como todos los años en recuerdo de Roberto y por la lucha de sus tierras, unas 500 personas de las citadas comunidades indígenas de Formosa, se han manifestado en una marcha por la misma nacional donde fue asesinado su hermano, cortando la carretera hasta llegar al pequeño monolito que se encuentra cerca de la carretera, en el mismo lugar donde cayó asesinado.
Año tras año, siguen exigiendo justicia para que les devuelvan sus territorios robados, que sus derechos sean respetados, que la legislación indígena sea garantizada ya que el estado lo está incumpliendo y que cesen las persecuciones hacía sus comunidades.
En cabeza de la misma, estuvo Félix Díaz, Presidente del Consejo Consultivo y Participativo de los Pueblos Indígenas de la República de Argentina y Qarashe (líder Indígena) de la Comunidad Qom Potae Napocna Navogoh, que mantiene una lucha permanente por los derechos de su gente. Miembros de su comunidad y él mismo, mantienen una acampada frente a la casa rosada donde se encuentra el Presidente de la nación Argentina y que dura ya 2 años y 9 meses, para que sea recibido y les escuchen, sin que hasta el momento se haya dignado nadie a recibirlos.
La marcha estaba encabezada por una gran pancarta que donde se podía leer: “La tierra es nuestra vida. Basta ya de judicialización, persecución y muerte a los pueblos originarios”. En otra se podía leer “Hoy se recuerda los 13 años de la represión del gobierno de Formosa 2010-2023”. En todo momento también ha estado presente en sus corazones el hermano asesinado.
La manifestación fue escoltada por la policía que cortó la vía en ambos sentidos hasta llegar al lugar donde se encontraba el monolito.
Muchos de los asistentes portaban pañuelos o bufandas con cuadros pequeños de colores rojo, naranja, amarillo, blanco, verde, azul y violeta. Es un símbolo de la vida en armonía llamado Wiphala, la insignia más conocida de los pueblos originarios de América. Delante de las pancartas y ocupando el ancho de la carretera, dos personas portaban una amplia wiphala.
“Seguimos con la lucha esperando que algún día el estado nacional reconozca nuestros derechos y la represión ocurrida en 2010 donde murieron dos personas. Vamos a continuar luchando. No vamos a callar nunca”, ha exclamado uno de los participantes de la marcha.
Esperemos, que el nuevo Gobierno destituya fulminantemente al actual Gobernador de la Provincia de Formosa Gildo Insfrán por racista, incompetente y que sean atendidas todas las peticiones de las comunidades indígenas de Formosa que sufren de manera continuada, en un verdadero crimen de lesa humanidad.