El pasado 16 de noviembre, la Auditoría Ciudadana de la Deuda en Sanidad (Audita Sanidad) celebró su décimo aniversario en el Ateneo La Maliciosa en Madrid. Acudieron al acto unas 100 personas de diversos colectivos en defensa de la sanidad pública así como la ciudadanía interesada en las ponencias programadas.
El acto se inició con unas emotivas palabras de recuerdo y homenaje a los activistas miembros de Audita Sanidad ya fallecidos y de agradecimiento a todos aquellos que, en algún momento, recorrieron un trecho de camino junto con Audita Sanidad, así como a todos los colectivos, plataformas, coordinadoras y organizaciones que nos han apoyado a lo largo de estos años.
A continuación, Ángeles Maestro, médica, Técnico Superior de Salud Pública, ex diputada portavoz de Sanidad en el Congreso, militante comunista, tras un breve homenaje al personal sanitario palestino de Gaza, centró su intervención en el marco general europeo y español de la privatización de la sanidad pública, iniciado con la política neoliberal de Margaret Thatcher en el Reino Unido en los años 80 y por el informe Abril sobre la reforma sanitaria en España a primeros de los 90. Informe que no se llegó a debatir en el Congreso pero que desembocó en la Ley 15/97 que abrió las puertas de par en par a las empresas privadas en la sanidad pública. Capital privado que, en palabras de Maestro, parasita el sistema sanitario público.
Toni Barbará, médico internista, activista social y miembro fundador de Dempeus per la Salut y de Marea Blanca de Cataluña, por su parte, nos recordó que los determinantes sociales (trabajo, medio ambiente, etc.) son claves para la salud. Cataluña fue pionera en las fórmulas de privatización de la sanidad pública, amparadas por el gobierno de Jordi Pujol. Y que también definió como “parasitación”. Barbará insistió en que la ciudadanía ha de recuperar el lenguaje, por ejemplo no admitiendo el término “copago” que en realidad es un “repago”. Y que todos somos los titulares del sistema que financiamos con el pago de nuestros impuestos. Insistió en que los movimientos sociales son imprescindibles y que en Cataluña han tenido éxito por ejemplo en la supresión del “euro por receta”. O la paralización del proyecto big data VISC+ de los datos abiertos del sistema sanitario catalán.
Sebastián Martín Recio, médico, miembro de la Portavocía de la Marea Blanca en Sevilla y de la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas aludió primero a la ejemplar reforma sanitaria en Andalucía en los años 80, que apostaba por la prevención y la promoción de la salud. Sin embargo, a primeros de los 90, José Antonio Griñan, entonces Consejero de Salud de Andalucía, ya consideraba necesario establecer incentivos para la sanidad privada. Hoy en día, en Andalucía, el gasto sanitario privado representa el 32,8% del gastos sanitario total.
¿Cómo se ha llegado a esta situación, desde la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Alma Alta en 1978 que preconizó “Salud para todos en el año 2000”? Cuatro son los requisitos para alcanzar el hundimiento del sistema público: la degradación de la Atención Primaria con el consiguiente colapso de las urgencias hospitalarias; las listas de espera y derivaciones a la sanidad privada; el desgaste de los profesionales del sistema sanitario público y finalmente los pacientes mal atendidos, frustrados y descontentos. Destaca también la labor de zapa del gran lobby que es la Fundación IDIS, que ahora aboga porque la sanidad privada se haga cargo de las hospitalizaciones intermedias, por hacer la formación MIR en hospitales privados o el acceso a las historias clínicas del sistema público. En resumen, para Martín Recio la colaboración público-privada en sanidad es la parasitación de los presupuestos públicos.
Rosa Medel, médica y licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Valencia, explicó el llamado “modelo Alzira”, siendo el Hospital de Alzira uno de los cinco hospitales privatizados en el País Valenciano que posteriormente fue desprivatizado. Relató en detalle el proceso de reversión del Hospital Alzira iniciado en 2018 cuando venció el contrato de Ribera Salud, así como el del Hospital de Torrevieja.
Resaltó que también determinados servicios han sido siempre privatizados en la Comunidad Valenciana, por ejemplo las resonancias magnéticas. Aunque ya están desprivatizadas desde hace un año.
Informó de que el actual gobierno PP-Vox ha anunciado que va a seguir con la desprivatización de los hospitales de Manises y Dénia, siguiendo con las recomendaciones vertidas en un informe de los técnicos de la Consellería sobre el hospital de Manises que apunta, entre otros hechos, que las concesionarias privadas deben más de 600 millones a la Consellería. Y sobre todo porque los contratos no se pueden prorrogar, una vez alcanzada su finalización.
Se cerró el acto con las preguntas de los asistentes, centradas en la situación de la sanidad pública tras la investidura de Sánchez y cómo concienciar a la ciudadanía sobre la gravedad de la situación de la sanidad pública.