por Dr. Miguel Julio Rodríguez Villafañe
Al mediodía del 14 de noviembre de 2023, cuando Milei llegó en campaña a la ciudad de Rosario, como refiere la crónica del diario La Voz del Interior, “el economista tuvo un altercado con el periodista rosarino de Canal 3 Pedro Levy, quien al intentar entrevistarlo recibió un empujón por parte del candidato. `Esto es para la gente, no para vos´, le gritó el candidato a presidente al trabajador de prensa que había acudido al aeropuerto de Rosario para entrevistarlo”.
Estas reacciones temperamentales y degradante a los periodistas ha sido una constante del accionar de Milei.
Tal ha sido el caso que sucedió con Carlos Gabetta, reconocido periodista, ex director de Le Monde Diplomatic, cuando éste en el programa “Intratables” comparó la política de Martínez de Hoz como cercana a las propuestas de Milei, éste reaccionó desencajado y le dijo “No te pases de salame, no te pases conmigo que te estropeo, ignorante, no sabes”.
También, el diputado por La Libertad Avanza Javier Milei, declaró en el programa televisivo de Viviana Canosa, que los libertarios «somos superiores moralmente, estéticamente… y eso les duele. Los zurdos de mierda están perdiendo la batalla cultural».
Ante dichas afirmaciones de «estéticamente superiores» se dijo por periodistas, que la “supuesta superioridad racial, fue uno de los grandes argumentos y estandartes del nazismo» y que el comentario era «muy hitleriano». Milei, entendiendo que ello lo afectaba en su honor, demandó una abultada suma de dinero en concepto de daño moral a los periodistas Pablo Duggan, Fabián Doman, Paulo Vilouta, Débora Plager y Martín Candalaft que lo criticaron.
Sin embargo, Milei, sin pudor alguno, le dijo algo similar al senador Nito Artaza, “sos un fascista, un nazi, un chorro”, como lo refiere Juan Luis González en su libro “El Loco”. Indudablemente Milei busca disciplinar la crítica y no permitir disenso o cuestionamiento alguno a su persona, aunque él sin límite lo realiza a otros/as.
Además, Milei es susceptible a críticas que supuestamente atacan su honor pero se permitió de manera agresivas tratar a otros políticos como, por ejemplo, a Horacio Rodríguez Larreta a quién le dijo, en su momento, «sorete, te puedo aplastar hasta con una silla de ruedas»; a otros decirle “cucarachas” y en Demoliendo Mitos, el 27 de diciembre de 2019, sostuvo «¡Políticos de mierda váyanse a la re-concha de su madre!». O cuando manifestó que Patricia Bullrich durante los setenta «metió bombas en los jardines de infantes».
Y, sin embargo, ante esta última gravísima acusación sin prueba, luego al acordar con Mauricio Macri una alianza para la segunda vuelta, se limitó a decir que en realidad la afirmación de poner bombas la dijo “al mirar un niño en un jardín”. Luego, con ese argumento pueril, justificó el acuerdo con Patricia propiciado por Macri. Como si, en definitiva, matar con una bomba a un niño o varios cambiara la gravedad de los dichos de Milei y esa afirmación fuera suficiente para aclarar sus dichos.
En la lista de ataques e incoherencias con la prensa de Milei, a su vez, se pueden mencionar, cuando en 2018, la periodista salteña Teresita Frias, del sitio “InfoSalta” le hizo una pregunta y le contestó que era una “burra” que desconocía la teoría keynesiana.
Juan González, en su libro referido antes, enumera otras descalificaciones a periodistas, tales como: con “la periodista Carolina Perín -«metéte lo políticamente correcto en el orto”-, con el periodista Claudio Zlotnik -«bruto, ignorante, pelotudo, voy a refregar tu cara por el piso»-, con la periodista Clara Salguero -«te voy a humillar públicamente, decís mentiras y estupideces»-, y con el panelista Diego Brancatelli -«decís estupideces, sos un burro»-, por nombrar solo las más conocidas”.
A lo que el periodista Jorge Joury, en octubre de 2023, en la web “Impulsobaires”, sostuvo que “hace unas semanas Milei, amenazó a un hombre de prensa y le aseguró: «Si soy Presidente, prepárate para correr». El hecho tuvo lugar en los pasillos de un canal televisivo contra el conductor Facundo Pastor”, hecho ese ratificado por un testigo directo, afirmó Joury.
Asimismo, Milei menciona que hay “periodistas ensobrados” que sostiene reciben sobres con dinero de la política para hacer operaciones en su contra, sin decir a quienes se refiere y dejando flotar una sospecha injusta sobre todo el periodismo.
Eso sí, no dice nada cuando hay intereses de dueños de medios de comunicación hegemónicos que lo posicionan ante la opinión pública, porque su prédica sirve a sus objetivos o al de los grupos económicos-políticos que representan.
También Milei quiso imponer condiciones al diario La Gaceta de Tucumán, como requisito para dar una entrevista, que no se le hicieran preguntas sobre venta de órganos o portación de armas. El diario no aceptó los condicionamientos.
Lo cierto es que la Comisión Directiva del CISPREN (Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba), que representa un colectivo plural y heterogéneo en la libre expresión individual de ideas en Córdoba, como la Academia Nacional de Periodistas, ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas) y FOPEA (Foro de Periodismo Argentino) están preocupados y rechazaron los insultos y juicios del candidato libertario Milei contra periodistas.
Resulta impensado que alguien que se dice liberal ataque de la manera que lo hace Milei a la libertad de expresión.
El periodismo profesional cumple una función de interés social fundamental en la Democracia, es un servicio esencial a todas las personas en particular y a la sociedad en general y en ello, en su nombre, ejerce una representación implícita del derecho a investigar, recibir y difundir información.
Por lo que es básico garantizar la libertad de prensa e información a los periodistas en el ejercicio de su noble función. Realidad ésta, que no aparece garantizada en un gobierno de Javier Milei, atento los antecedentes referidos, máxime cuando él dice que, “Si yo tuviera que elegir entre el Estado y la mafia, me quedo con la mafia”. También dijo que su héroe es Al Capone, mas se olvidó de decir que la mafia del narcotráfico mata a los periodistas en México.
(*) Abogado constitucionalista cordobés y periodista de opinión