Son momentos de profundas reflexiones frente a lo que sucede en Israel y en el mundo.
Me surge una grave tristeza por lo que registro como una dirección claramente
equivocada en cómo se desarrollan los eventos y en cómo se enfrentan las dificultades.
Mi registro interno es claramente “ganas de llorar”, es una suerte de desamparo frente a
lo que se me revela como un momento de clara insensatez y humanidad.
Comparto esto con un muy cercano amigo, quien me cuenta lo que hace junto a sus
grupos de Japoneses americanos, quienes deben enfrentar el trauma de su pasado como
prisioneros en los campos de concentración mantenidos por EEUU en las costas del Oeste,
además de una discriminación que aumenta en los últimos años en este país.  Y el trabajo
es individual, uno a uno, buscando reconciliar internamente esos traumas y a la vez de
desarrollar una comprensión acerca de los momentos ( hay momentos de avances y otros
momentos de retrocesos, pero nada permanece estático; en los momentos de aumento
de la violencia es aconsejable trabajar mucho internamente, mantener la fe interna y
reconciliar en cada persona….., de esa manera en momentos de apertura habrá una fuerza
preparada internamente para salir al medio y generar los avances en humanidad que ese
nuevo momento permite ).   Hablamos acerca de mantener y fortalecer la Fe Interna,
la Fe en esos principios humanistas que hemos cuidado y defendido por tantos años y que
parecen haberse quedado estancados en un mundo que parece crecer en anti-
humanismo.
El trabajo de hormiga, cuidando la reconciliación en cada persona, el fortalecer esa fe
interna en cada individuo, es lo que genera la base necesaria para que en un futuro
momento de apertura, las propuestas humanistas, propuestas de cuidado de la vida y del
ser humano, tengan oportunidad de plantearse y desarrollarse con fuerza.
Este es un momento oscuro de la humanidad.  La prensa se enaltece de mostrar de
manera exagerada y grotesca la violencia, generando con ello una contrarreacción de
exaltación de las respuestas vengativas y antihumanas.  Los Gobiernos se dejan llevar por
posturas nacionalistas o extremistas, ambas ellas claramente incitadoras de la violencia.
Buscan justificarse pero la gente en sus corazones ya no les cree.  Todavía esos Gobiernos
tienen poder y fuerza y se imponen por sobre las voluntades profundas de sus propios
pueblos, la mayoría de los cuales sólamente busca poder vivir en paz y poder desarrollar
abiertamente sus mejores posibilidades.   Está claro que ninguna solución Humanista
vendrá de los Gobiernos.  Y menos de grupos nacionalistas o Religiosos extremos que
buscan imponer sus planteos anticuados y fanáticos sobre amplias poblaciones,
inventando con ello falsos enemigos, y haciéndose pasar por víctimas a pesar de que son
exactamente ellos quienes imponen sus rígidas convicciones a otros…..
Entonces, sólo habrá soluciones desde una humanidad organizada y reconciliada que
desde un profundo registro de Paz interna y de Fe interna pueda reconocer y avanzar en
esos próximos momentos de apertura de la conciencia ( o de debilitamiento de los
Gobiernos o grupos autoritarios de cualquier índole, o de reforzamiento de la racionalidad
y/o de una espiritualidad humana y solidaria ). Y para ello la solución en estos momentos
duros del proceso humano, es mantener la Fe interna, es fortalecer los lazos personales y esclarecer allí donde podamos ir encontrando espacios de apertura, por pequeños que pudieran parecer.   Sólo la Fe interna servirá para ir sobrepasando los momentos de crisis.