La falta de acuerdo de los 27 en la Comisión de Apelación que podía haber tumbado la propuesta inicial de la Comisión Europea permite a esta aprobar el uso del polémico glifosato, calificado de “probable cancerígeno” por la OMS y bajo sospecha de ser disruptor endocrino.
La Comisión Europea ya desveló sus intenciones el pasado septiembre y, a falta de un acuerdo entre los 27, su propuesta ha salido adelante. El glifosato, un polémico herbicida calificado de “probable cancerígeno” por la Organización Mundial de la Salud (OMS), bajo sospecha de ser disruptor endocrino y probado tóxico para la vida acuática, se podrá utilizar diez años más en la UE.
Los Estados miembro no ha alcanzado una mayoría cualificada ni para renovar ni rechazar la probación del uso del grifosato durante la votación de Comité de Apelación que podía haber tumbado la propuesta inicial de la Comisión. Con este panorama, la administración presidida por Ursula von der Leyen ha anunciado que procederá ahora a renovar la aprobación del glifosato por un período de 10 años.
La Comisión basa su decisión en “evaluaciones exhaustivas de seguridad realizadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA)”. El primero, publucado en julio, indica que la evaluación del impacto del glifosato en la salud de las personas, los animales y el medio ambiente no ha identificado áreas de preocupación críticas”. Sí adviertía, sin embargo, de algunas “lagunas de datos” en su análisis, entre ellas “la evaluación del riesgo alimentario para los consumidores y la evaluación de los riesgos para las plantas acuáticas”.
El uso durante una década más del polémico herbicida estará no obstante sujeto a ciertas nuevas condiciones y restricciones. Estas incluyen “la prohibición del uso como desecante antes de la cosecha y la necesidad de ciertas medidas para proteger los organismos no objetivo”, indican fuentes de la Comisión.
Salud y biodiversidad
Para los grupos contrarios a la prolongación del herbicida, al prolongar el permiso del glifosato la Comisión lo que estaría haciendo es “evitar las denuncias que podría recibir por parte de las empresas productoras del herbicidas, ilegal a partir del 15 de diciembre de 2023”, señalan desde Ecologistas en Acción.
Esta organización denuncia que la prolongación del glifosato “atenta contra la biodiversidad y contra la salud de las personas, como han indicado numerosos estudios científicos”. El más reciente, el del Instituto Ramazzini, asegura establecer la relación entre el uso de bajas dosis de herbicidas a base de glifosato y la aparición precoz de leucemia.
La existencia de alternativas al uso de glifosato es algo que hace aún más inaceptable la decisión anunciada hoy para estas organizaciones. Kristiñe García, portavoz de la confederación ecologista, denuncia que “la Comisión Europea, desde la guerra de Ucrania, toma abiertamente partido a favor de la industria química sin sonrojarse”. La confederación critica también el apoyo incondicional del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a la medida.
El glifosato, sustancia comercializada desde los años 70 por el gigante agroquímico Monsanto, que Bayer compró en 2016, está prohibido en Austria y en varias regiones de Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña o Suiza, entre otras. Además, su uso está limitado en una veintena de países.
En España, un estudio publicado el octubre recoge los positivos en glifosato que han dado las muestras de analíticas oficiales en masas de agua, con un resultado que apunta a que este estaba presente en el 29% de las muestras, incumpliendo la norma de calidad un 21% del total. Además, toda una serie de municipios, incluidos Barcelona, Madrid o Zaragoza, ya no utilizan el polémico herbicida en sus zonas verdes debido a su posible toxicidad.