Por/ Marco Tulio Araya Barboza
En esta nueva era basada en las tecnologías y el conocimiento, muchísima gente, quizá sin saberlo, vienen utilizando la Inteligencia Artificial (IA). Por ejemplo, cuando le señala una falta ortográfica con una rayita roja como hacía la maestra con su lapicero o rayita azul cuando detecta un problema gramatical y últimamente corrige el error de una vez.
Las aplicaciones de la inteligencia artificial en la vida cotidiana vienen creciendo en la traducción de artículos a diversos idiomas, al transcribir voz a texto, texto a voz, así como en la elaboración de productos de entretenimiento personalizados como es el caso de los canales de película y las pantallas inteligentes, entre muchas otras. Hasta ahí todo bien, la inteligencia artificial contribuyendo a mejorar la vida.
De pronto empiezan a aparecer noticias falsas y campañas publicitarias elaboradas con inteligencia artificial que confunde y desorienta a muchas personas; manipulan productos comerciales y hasta contribuyen a elegir representantes desconocidos que, sin saber por qué, de pronto adquieren gran popularidad.
Empezamos a notar los impactos negativos en el manejo de los datos utilizando los avances tecnológicos, pero no nos imaginamos lo que podría venir y lo que está aquí: falsificaciones totalmente realistas de fotos, voz o videos. Cantinflas haciendo un anuncio moderno, Trump detenido o una niña que no es real.
Esto significa que, por ejemplo, aquí en Costa Rica, opositores políticos podrían crear un video de un candidato a la presidencia tirando al suelo a la Negrita o una candidata expresidenta confesando abiertamente que aceptó un jugoso soborno por un proyecto de carretera… esto confundiría la opinión de la gente y por supuesto que influiría en los resultados electorales.
Utilizando la Inteligencia Artificial para favorecer la imagen, el presidente de Costa Rica, por ejemplo, podría conversar con Juanito Mora o con cualquier personaje de la historia de manera favorable a su gestión presidencial y esa resurrección con la IA, es posible; o una candidata a la presidencia podría mostrar en un falso video sus actos de graduación en grandes universidades.
Más grave aún, utilizando perversamente la Inteligencia Artificial podrían llevar a la guerra a dos o más países minando la confianza y provocando miedo. Se imaginan lo que pensaría la gente que reciba un video donde aparezca un reconocido militar o presidente del país vecino, invadiendo el país y disparándole a una familia.
Algunos ingenuamente creen que se requiere ser experto para manejar esta tecnología y no se han percatado que las aplicaciones ya están al alcance de cualquier persona, que muchas son gratuitas y que se pueden utilizar de inmediato.
Algunos países y organizaciones periodísticas están corriendo para legislar, obligando a que se indique si lo que se está viendo, escuchando o compartiendo es producido por la Inteligencia Artificial, como una alerta para que la persona lo filtre y procese con esa etiqueta, sin embargo, en algunos países ni siquiera se habla del tema y mucho menos de las serias y rápidas consecuencias que puede traer una tecnología que puede ser manejada fuera de las fronteras y de manera anónima.
Si algo de lo que he comentado no lo sabía, pues a pellizcarse y a ver toda la información que recibe con otros ojos y otros oídos, más críticos y lo mejor, no se deje llevar, no tome decisiones apresuradas, porque es posible que no podamos diferenciar lo que es mentira de lo que es verdad.
Anuncio en el que se utiliza la imagen de Cantinflas.