La historia pasa página muy rápido cuando se quiere olvidar hechos que hicieron tambalear cada día la tranquilidad de nuestras vidas. Ya nadie recuerda los atentados diarios en los que se vertía sangre a traición de hombres valientes que vestidos de verde, mordían el polvo de la intolerancia, mientras que nada se hacía por remediar las muertes de los defensores de la Ley y de sus familias que estaban en el punto de mira de asesinos sin escrúpulos. Ya nadie recuerda como cada mañana, un día sí y otro también, nos despertábamos con coches bomba, con heridos, con muertos, con ataques a los familiares de los guardias civiles, de otros agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado o militares, con la sangre derramada ante la ineptitud de gobiernos callados. Ya nadie recuerda como esas familias despedían a sus maridos sin saber si iban a volver a verlos o cuando cerraban las puertas de su casa, escuchaba el tableteo cobarde de una metralleta que acababa con su vida. Cuánta angustia y cuánto dolor sigue aún guardado de quienes han vivido esos días que se han querido olvidar y que sólo ahora se utiliza como arma política.

Hombres y mujeres que están al servicio de la sociedad, para ayudar y que en cada incendio, desastre natural, búsqueda de personas por mar y aire, en cada accidente de carretera, en cada maltrato animal, en cada situación de emergencia de nuestras vidas…vemos una mano que nos ayuda a levantar, que nos da seguridad y a quién recurrir para solventar nuestros graves problemas.

La Guardia Civil se creó para vigilar los campos y caminos de nuestra España, cuando era inseguro viajar por ellos hace ya más de 150 años. El Duque de Ahumada bajo la tutela de la Reina Isabel II, creó una élite de hombres bien formados, con estudios, para erradicar los asaltos y ayudar a la población rural. En las inundaciones o cualquier otra calamidad, allí estaban con su tricornio y capa verde para servir a los demás. Por ello se les llamó y se les llama cariñosamente “La benemérita”.

Bien es cierto que a lo largo de las décadas de su existencia y por diferentes gobiernos, algunos han intentado manchar su honor que siempre les ha caracterizado.

Es por ello cuando en la oración de los muertos en actos oficiales se canta: “Cuando la pena nos alcanza, por un compañero perdido, cuando el adiós dolorido, busca en la fe su esperanza”, es entonces cuando el vello de nuestros cuerpos se ponen de punta, se estremecen, nuestro corazón palpita de dolor y recordamos a nuestros compañeros caídos, asesinados por la espalda y es entonces cuando sentimos que la historia no ha pasado página en nosotros.

Hubo alguien que me dijo “para eso os pagan”. Palabras salidas de un corazón podrido.

El día 12 de octubre, día del Pilar patrona de la Guardia Civil, quisiera que España recordara a todos los asesinados, a todas las víctimas del terrorismo, a esos niños que les quitaron sus vidas solo por vivir con sus padres en el Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, a todos los miles de personas que han sido heridos y que aún tienen secuelas. No se puede pasar página ante esta historia reciente que tuvo también muchas responsabilidades políticas y no políticas.

Juan Catón Vázquez, Guardia Civil amigo del autor de este artículo, asesinado en Madrid junto a otros cuatro guardias civiles, el 25 de abril de 1986

La historia no puede olvidar este sacrificio  de una institución nacida del,  para y por el pueblo. Cuando llega este día, mi corazón rezuma dolor por los conocidos y no conocidos que han caído en el asfalto de la injusticia y del olvido.

Atrás pasaron los días en los que cuando salías de casa, tenías que mirar debajo de tu vehículo por si había una bomba, cambiar itinerarios y siempre ir armado aún fuera de servicio, para repeler cualquier ataque. Esa angustia ha quedado para siempre en los que hemos vivido con horror este periodo de lazos negros para la guardia civil y otras instituciones públicas. Espero que la juventud no olvide, si es que en los colegios se les enseña la realidad histórica reciente de nuestro país.

Benemérito instituto, guarda fiel de España entera……..

De verde

Te vistes de verde

color de la Tierra,

noble

es tu condición

y el tricornio

de charol

el que da nombre

a tu honor.

Fotografía: Pedro Pozas Terrados. Jornadas abiertas al público en el recinto ferial de Tres Cantos (7 de octubre 2023)

Vigilas campos

y praderas,

caminos y senderos,

playas y mares,

montañas

y cañadas

llevando la paz

en tus manos abiertas,

sembrando esperanzas,

y dando sonrisas

ante tristes miradas.

Hoy te quiero cantar

por tu sacrificio

y amor,

uniformes verdes

en la calzada

tendidos,

flores rojas,

dolor y olvido

quedando manchado

y herido.

Y ahí sigues

con la cabeza alta,

con el corazón

tendido

entregando tu vida

en cada latido.

Verde por fuera

y verde en tus venas

de laureles teñidos,

de medallas que destellan

tu eterno cometido.

Guardia Civil

con orgullo nacido

y  siempre vivir

sin ser vencido.

Fotografía: Pedro Pozas Terrados. Recinto ferial de Tres Cantos. Jornadas abiertas con demostración de todas las especialidades de la Guardia Civil.

Lágrimas y dolor

sufres por los caídos

a quién recuerdas con amor

en luceros altivos.

Verde es tu blasón,

Verde es el olivo

que llevas como insignia.

Verde es  la pasión

que refleja con orgullo

tu noble corazón